Se “alza” el barrio Nectario Andrade Labarca por falta de luz
No hay electricidad. En el barrio Nectario Andrade Labarca no hay electricidad. Hace cinco días ni los bombillos prenden. Niños, embarazadas y ancianos de 430 familias duermen en los porches. Sacaron camas, almohadas y hamacas y solo concilian el sueño con el frescor de la noche.
Pero así no pueden vivir siempre. Para hacerse sentir instalaron ayer ocho puntos de protestas. Cerraron la entrada a su barrio, a Ciudad Lossada y a la Fundación Hospital Especialidades Pediátricas. Nadie salió ni entró durante tres horas. A mediodía, fue una comisión de Corpoelec. El secretario de Enlace con las Comunidades prometió cambiar el transformador averiado, razón por la que el apagón en el sector se extendió. “El camión se queda aquí mientras no nos den solución”, advirtió un vecino.
Hay mujeres embarazadas, niños especiales, ancianos y enfermos. El calor “dispara” los dolores de cabeza y problemas de tensión.
Mientras, las carnes y pollos, así como otros alimentos, se descomponen en las neveras. Yolanda López, una de la afectadas, le dio el poquito de carne del almuerzo de ayer a su perro. Le dolió hacerlo, “con lo cara que está la carne...”.
El proceso de descomposición de la carne es químico y biológico. El color pasa de rojo a verde, pardo o gris luego de cinco días almacenada en temperaturas excesivamente bajas debido a la proliferación de las bacterias. En la nevera de Dalia González no hay comida. Compra lo del día, porque con ese calor no puede guardar.
