Salarios “estrangulan” la docencia universitaria
Años de preparación académica y profesional fueron y siguen siendo necesarios para formar parte del cuerpo docente de la ilustre Universidad del Zulia (LUZ).
Un profesorado que funge como pilar fundamental en la formación de la generación de relevo en Venezuela se encuentra hoy día “estrangulado” por la crisis económica y la desvalorización de la profesión docente, según Karelis Fernández, presidenta de la Asociación de Profesores de la Universidad del Zulia (APUZ).
Una tabla salarial, donde el mayor escalafón, que implica tener maestría, doctorado y unos 15 años de antigüedad como mínimo titular a dedicación exclusiva apenas llega a los 219 mil 324 bolívares, no corresponde realmente a las necesidades básicas de los profesores universitarios, lo que acarrea una serie de situaciones que están “descapitalizando educativamente al país”, según la catedrática.
Los profesionales de la educación superior pública exclaman constantemente ante la asociación que “el sueldo no da” y como muestra de ello se ven obligados a desistir de la dedicación exclusiva en LUZ, para poder incrementar sus ingresos, bien sea impartiendo clases en otras casas de estudio o en otras áreas profesionales.
“Nuestros profesionales anteriormente se disputaban la dedicación exclusiva, ahora tenemos el fenómeno que están bajando de categoría, lo que significa menos tiempo para la docencia y para investigación”, advierte la docente.
El descontento salarial y la posibilidad, casi inexistente, de garantizar calidad de vida al entorno familiar de los docentes universitarios lleva la batuta en el origen de la fuga del personal en LUZ.
Tal y como señala Roberto López Sánchez, profesor titular de la Universidad del Zulia, el docente venezolano se encuentra, en materia salarial, en el último lugar, en comparación con países suramericanos como Argentina, Uruguay, Ecuador y Colombia.
López Sánchez señala que todas las universidades de Suramérica, los profesores titulares a dedicación exclusiva ganan aproximadamente ocho salarios mínimos de su respectivo país, mientras que en Venezuela, apenas ganan dos salarios mínimos, destacando que el sueldo también se encuentra por debajo del de estos países.
“Hay una fuga importante de profesionales, porque dentro del país no tienen ningún futuro en algún trabajo donde apenas se les va a pagar por encima del sueldo mínimo”, destaca el docente.
Tras el vencimiento de la II Contratación Colectiva del sector universitario, el pasado 31 de diciembre de 2016, ya debería estarse discutiendo la III ante el Ministerio del Trabajo y Ministerio de Educación Universitaria, junto con las distintas federaciones de trabajadores.
Tras el análisis salarial presentado, López Sánchez propone un techo salarial para comenzar a reivindicar la profesión docente, para los profesores titulares a dedicación exclusiva de al menos de ocho salarios mínimos, lo que equivale a unos 834 mil 864 bolívares y para docentes instructores a tiempo completo debería implementarse un piso mínimo de cuatro salarios mínimos venezolanos unos 417 mil 432 bolívares, considerando el salario mínimo actual.
Haciendo énfasis en los aumentos correspondientes, a medida que el Gobierno fuera aumentando el salario base.
