PCD continúa jornadas de alimentación en comedores comunitarios
El hambre arropa cada vez con mayor fuerza los hogares de los venezolanos y nadie vislumbra la luz al final del túnel. Para el Partido Centro Democrático (PCD) este es el peor fenómeno desatado por la crisis ocasionada por un modelo económico erróneo.
Ante tal situación, desde ayer y hasta el 31 de diciembre, los líderes de la tolda activaron 12 comedores comunales para llevar un plato de comida, aconsejado por especialistas en nutrición, a quienes más padecen las consecuencias del régimen.
"Este programa está haciendo como un mecanismo para lidiar con el problema ocasionado por un modelo de Gobierno que ha traído hambre y miseria, causado por la alta corrupción, una de las más altas del mundo, obligando a fundaciones como la nuestra a construir proyectos de solidaridad para palear el problema de salud y de alimentación en Venezuela", expresó el presidente del PCD, Carlos Alaimo, durante su visita a los sitios de atención.
Explicó que las jornadas responden a un diagnóstico socioeconómico sanitario realizado por el PCD desde hace tres años, que detectó una gran parte de la población marabina padeciendo de pobreza extrema, donde niños, mujeres embarazadas y adultos mayores son los más vulnerables.
Aseguró que con el proyecto se beneficiarán 12 mil personas y hasta más. "Hemos visto que desde ayer, además de las personas censadas, se sumaron más. Nosotros continuaremos con este programa que emprendemos en las parroquias olvidadas de la ciudad".
Solidaridad vecinal
Alaimo resaltó que la ayuda brindada es posible gracias al desempeño de una estructura de líderes vecinales del PCD, junto a los voluntarios que se incorporaron a la noble causa.
En el sector Integración Comunal, de la parroquia Luis Hurtado Higuera, fueron beneficiadas más de 200 personas entre niños y adultos.
La casa de la señora Adriana París fue el lugar de encuentro para que, junto al dirigente Evelio Pizarro y al coordinador Carlos Anzola, la comunidad fuera atendida.
Desnutrición abrumadora
El barrio El Carmen de la parroquia San Isidro ha sido testigo de cinco muertes de niños por cuadros severos de desnutrición. Hoy todos los vecinos se reunieron en el hogar de Marbelys Bastidas para recibir la taza de sopa que preparó el voluntariado con mucho esmero.
El caso de una niña de tres años estremeció a las personas que allí estaban. La pequeña estaba en brazos de su madre, pues debido al grado de desnutrición que padece, no puede caminar.
"Necesitamos que nos ayuden. Esta situación no puede seguir ocurriendo. Agradecemos labores como estas pero el problema va a seguir. No solo se murieron los niños, también murió un señor de 35 años de hambre", denunció Yajaira Martínez.
Beneficio aliviador
En la iglesia Carlos García, ubicada en el barrio 12 de Marzo de la parroquia Venancio Pulgar, se repartieron a la comunidad cuatro ollas de sopa con alimentos proteicos y multivitamínicos como huesos, verduras, arroz y harina.
Bajo la organización de la líder Dailandry Matos y la colaboradora Zenaida Pirela, cerca de 500 personas recibieron su taza de comida.
"La situación que vivimos es horrible, la gente hasta come de la basura. Esta es una forma de aliviar la crisis que existe. Gracias al PCD por todo lo que han hecho porque hay bastante hambre y es una forma de beneficiar a la comunidad", expresó Virla.
Sonrisas
Otras 600 personas, entre niños y adultos, fueron atendidas en el colegio Luis Hómez de la parroquia Antonio Borjas Romero.
Con ayuda de los coordinadores Nohemí Padilla y Michelle Terán, y de la lideresa de la comunidad Herminia Quintero, las sonrisas de los más pequeños abundaron en el lugar.
Largas colas
En una cancha deportiva del sector Cujicito de la parroquia Idelfonso Vásquez cerca de 500 personas buscaron su alimento.
Con mucha alegría recibieron al PCD y agradecieron la ayuda brindada por los dirigentes Victoria Silva, Ernesto Col, Jesó Rangel, Carlos Machado y, en representación de los indígenas, el doctor Jairo Silva.
