Pastor Eduardo Parra: "La corrupción no se corrige haciendo más cárceles"
El pastor venezolano Eduardo Alberto Parra es un hombre de mucha fe. A su juicio, lo que sucede en estos momentos en el mundo y en Venezuela, que atraviesan un momento "bajo" por la pandemia del coronavirus, "nos llevará a una gran lección que nos permitirá levantarnos y ser un gran país democrático y libre de filosofías de control humano, que empobrecen al pueblo".
El evangelista nacido en Maracaibo viajó a Israel, a Tierra Santa, la cuna de Jesucristo. En Jerusalén, fue reconocido con el botón Estrella de David, una distinción que se le otorgó para realzar su obra social en Maracaibo, San Francisco y otras poblaciones zulianas, en apoyo a los sectores más necesitados y las etnias desasistidas.
La obra de Parra se inició cuando él contaba con 20 años de edad y recorrió sectores humildes situados en los estados andinos, en los Llanos, en oriente, centro y sur del país.
En su labor en pro de los necesitados, realizó jornadas de evangelización y profilaxis social, visitó casi todas las cárceles del país, también a los pemones en el sur, las etnias de Delta Amacuro, los yukpas en Ayapaina, Sierra de Perijá, también a los wayuu en Mara y Guajira.
En el barrio Sabana Grande, de San Francisco, instaló la iglesia Jesús El Camino y rescató a muchos jóvenes de esa comunidad, para Dios, "hoy día son profesionales y gente de bien".
Un buen augurio
Parra manifestó que haber recibido la distinción con el botón Estrella de David, "en el único país del medio oriente donde existe democracia y libertad de culto", significa para él, en lo espiritual y personal, un buen augurio para Venezuela, y en especial, para el Zulia, "que ha sido tan golpeado por las malas administraciones públicas".
Nuestro estado Zulia es una tierra tan rica, pero donde se denota la diferencia entre ricos y pobres, los llenos de privilegio por causa del poder político y los niños desnutridos de nuestros barrios, que desde hace años no pueden llevar a sus bocas un vaso de leche", dijo.
"Siento que Dios nos está dando un mensaje de esperanza, que sigue al lado de nuestro amado estado Zulia y de su pueblo, no podemos perder la fe, vienen días de desarrollo", avizoró.
Llevar la Biblia a las escuelas
Según Parra, "los venezolanos debemos volvernos a Dios y a su palabra, esto permitirá que males como la corrupción se vayan de Venezuela".
La corrupción no se corrige haciendo más cárceles, la corrupción se corrige llevando la Biblia a las escuelas, que los nuevos venezolanos le teman y respeten a Dios, no lo digo yo, lo dice la Sociología", acotó.
"En esta hora de miseria, ruina, destrucción de la familia, base de todas las sociedades, y en esta hora de gran hambruna en nuestro gran país, yo les diría a mis paisanos que volvamos a Dios y a la oración por nuestra Venezuela", afirmó.
Recordó las palabras de la reina Isabel, de Inglaterra, en medio de la Segunda Guerra Mundial: "Le temo más a un ejército de personas orando que a un ejército militar", pues muchos ingleses se unieron en oración cuando Adolf Hitler y sus tropas nazis de Alemania pretendían invadir tierras británicas, pero no lograron su cometido y se devolvieron fracasados.
Eduardo Parra mantiene inquebrantable su fe en Dios y continúa regalando cenas a los niños del barrio Sabana Grande, además de ollas solidarias.
Desde mi iglesia les digo a todos mis amados paisanos, judíos, católicos, evangélicos, y a todo hijo de Dios, que no permitamos que nos quiten la esperanza y la fe en Dios, orar funciona, pronto nacerá la nueva Venezuela", concluyó.
