Pastelitos San Rafael atiende con calor maracucho los 365 días del año [+Fotos]

El primero de enero, usted puede levantarse con hambre, con la resaca por la celebración del año nuevo, y puede ir a Pastelitos San Rafael, en la avenida Delicias con calle 79 Dr. Quintero. Allí los hermanos Rivero lo atienden con calor maracucho. Y lo más importante: podrá satisfacerse al ingerir las piezas ese día de fiesta, cuando todo está cerrado.

Igual puede ocurrir los días de carnaval, el viernes santo, los días de fiesta. El marabino y el visitante podrán comer esos días feriados, cuando buena parte de los establecimientos no abre sus puertas.

Nosotros trabajamos de lunes a lunes, los 365 días del año, enfatiza Paúl Rivero, uno de los seis hermanos Rivero, hijos del mentor de esa empresa familiar, Marcos Rivero.

Catorce años cumplió Pastelitos San Rafael, el viernes 16 de noviembre, en plena semana de feria.

No tiene sucursales como otras empresas del ramo, pero la clientela colma el local y come los pasteles, empanadas, incluidas las de pabellón, tequeños, papitas, yoyos, mandocas y otros productos, hechos con insumos de calidad, refirió Rivero.

Rivero detalló que el viernes se celebró una "miniferia", hubo música en vivo, inflables y otras atracciones para quienes se acercaron a la venta de pasteles.

Trabajadores como familia

Marcos Rivero apuesta por Venezuela. Su local es una muestra de emprendimiento familiar. De superación.

Trece trabajadores se esmeran por preparar las piezas, cortar las papas para los pastelitos y empanadas, rayar el queso para las piezas, preparar la carne y otros guisos, amasar, freír y colocar esas piezas en el mostrador, para atraer a los comensales ávidos de un producto de calidad.

Uno de esos trabajadores es Giovanni Hernández. Él tiene dos años y cuatro meses laborando en Pastelitos San Rafael.

Los Rivero, como patrones, son lo mejor. Más que jefes, son amigos, hermanos, familia, apuntó Giovanni sin titubeos, mientras cortaba una papa.

Betty Zambrano llevaba las piezas para freírlas. Comenzó a trabajar en la venta de pasteles desde hace unos cinco meses. Considera que tiene un buen trabajo y los patrones y a sus compañeros de labores los considera como una familia.

Pastelitos San Rafael no ha estado ajena a la crisis. Sin embargo, Paúl Rivero asegura que permanentemente se reinventan porque creen en Venezuela.

Mientras el gobierno anuncia los aumentos salariales, los patrones aumentan el triple del salario para nosotros, dijo Giovanni Hernández.

Rivero afirma que los empleados son "parte de la familia, lo más importante, solo les falta el apellido".

Al turista con cariño

Paúl Rivero cuenta que la venta de pastelitos tiene fama de atender a los turistas "con el calor de los maracuchos, con familiaridad".

Pastelitos San Rafael fabrica sus productos. El empresario aseguró que realizan las piezas con productos de calidad, A1.

Cada uno de los Rivero tiene su equipo de trabajo. Paúl menciona que hay "competencias" entre esos equipos, para estimular la producción. Dice que es una competencia sana. Todos ellos se confluyen para ofrecer a la clientela un producto considerado como de los mejores en la ciudad.

Recuerde que el primero de enero, carnaval, semana santa, días de fiesta, Pastelitos San Rafael está abierto para usted, cuando desee satisfacer su necesidad de ingerir el alimento que no consigue en otras ventas de frituras, pues no las conseguirá abiertas.