El diario plural del Zulia

Pacientes renales sufren por averías

336 enfermos en riesgo por disminución en tiempo del tratamiento. Siete sillas de hemodiálisis se obstruyeron

Hace una semana Antonio Vílchez se siente descompensado. El tiempo de diálisis se redujo de cuatro -tiempo requerido- a dos horas.

Once máquinas de las 44 instaladas en el Centro de Diálisis Occidente (CDO), en la avenida Delicias, donde Antonio recibe su tratamiento, se averiaron desde la semana pasada.

A los 366 pacientes de la unidad se les redujo el tiempo de diálisis para abarcar los cuatro turnos diarios.

Según Vílchez, paciente desde hace cuatro años, las toxinas y el líquido que estos no pueden desechar por sí solos, no están siendo eliminadas correctamente del organismo de los pacientes.

Siete de las máquinas averiadas son por falta del ácido que se utiliza para desinfectarlas. “No teníamos ese líquido, por lo tanto los filtros se obstruyen”, explicó Odice Rincón, coordinadora del CDO.

Trascendió que ayer, luego de la exigencia, el Instituto Venezolano de Seguros Sociales, responsable directo de estas unidades, envió líquido suficiente para dos meses.

Es la primera vez que una situación similar se presenta en este centro de diálisis. Los pacientes aseguran que los médicos hacen hasta lo imposible para que todos los pacientes tengan su tratamiento y sean atendidos.

Rincón, señaló que se vieron obligados a parar los ingresos de nuevos pacientes, hasta solventar porque la prioridad es garantizar la atención de los pacientes regulares.

El resto de las máquinas están paradas por repuestos. La empresa Fresenius Medical Care De Venezuela, aliada al IVSS es la encargada del suministro y mantenimiento, que según los pacientes es deficiente.

Los familiares extendieron el llamado para que la ayuda  sea recurrente. Esta condición es agresiva, porque el tratamiento debe ser interdiario.

La falta de aplicación desencadenaría rápidamente el deceso.

No quieren ver morir a sus parejas, padres, madres o hijos. Nila de Vílchez, esposa de Antonio lo acompaña religiosamente a todas sus diálisis.

Ayer clamó por su esposo, y todos los compañeros de la unidad. Son familia, compañeros de dolencias que quieren vivir.

Testimonios

Marianela Leal, Familiar: "La vida de nuestros familiares está en riesgo. Debe de haber mantenimiento constante a estas máquinas".

Froilán Negrette, paciente: "Es un riesgo que nos den dos horas de diálisis. Acumulamos líquido y toxinas que se pueden alojar en el corazón".

Blanca Valbuena, familiar: "Nos da temor que los pacientes se queden sin tratamiento. No queremos que se repita. Pedimos mantenimiento".

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