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Pacientes aislados en el hotel Las Vegas exigen a las autoridades acelerar resultados de prueba PCR

Los denunciantes se comunicaron vía telefónica con Versión Final y reclamaron que solo les dan arroz, lentejas y arepas rellenas con repollo rallado. Aseguran que sus familiares les tiran la comida por la cerca del hotel debido a que los administradores del hotel “no quieren recibir los objetos por miedo a contagiarse”

Los pacientes que están aislados en el hotel Las Vegas exigen a las autoridades sanitarias que les den los resultados de las pruebas de Proteína C Reactiva (PCR). Estas personas salieron positivas en las pruebas rápidas de despistajes del coronavirus, pero esperan la confirmación a través de los resultados emitidos por el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, en Caracas.

Un grupo de personas que aseguran estar recluidas en el recinto, ubicado en la Circunvalación 2 de Maracaibo, se comunicaron vía telefónica con Versión Final para denunciar que tienen entre 10 a 20 días en espera de los resultados a las pruebas de Covid-19. Sin embargo, aseguran que todos los que se encuentran en una ala del hotel “están sanos”.

Estamos bien, todos terminamos el proceso. La mayoría de las personas tienen más de quince días de haber culminado el tratamiento de cloroquina o citocinas”, explica  Laura Flores.

La enfermera, que fue contagiada en la emergencia de un centro médico zuliano, asegura que llegó al lugar hace 17 días y desde entonces aguarda por la derivación de la prueba PCR junto a otras 35 personas que fueron trasladadas desde el Servicio Autónomo Hospital Universitario de Maracaibo (Sahum) al mostrar mejoría.

Desde que llegamos aquí no nos han dado ningún tipo de diagnóstico. En mi caso, me hicieron la prueba el 3 de junio antes de traerme al hotel, pero hasta la fecha no me han dado los resultados. Hay personas que se las hicieron entre el 24 y 25 de mayo”, refiere la enfermera.

Los médicos solo dicen mentiras. Hace días nos dijeron que todos no iríamos porque habíamos salido negativos. Luego a los dos días una doctora preguntó que quién había dicho eso, que era falso”, añadió al detallar que los manejan “con asco”.

Aseguró que “un capitán de los bomberos de Maracaibo de apellido Torres, quien dice estar encargado del hotel, nos dijo que nos mentalizáramos que estaríamos aquí hasta un año”. Acotó que el uniformado no da ninguna información certera y que los “tratan como si fuéramos leprosos”.

Según la enfermera zuliana, las tres alas del lugar de alojamiento están llenas de pacientes entre ellos un grupo de 10 caraqueños que dieron negativo y que no han podido salir del sitio por falta de traslado.

Señala que el pasado jueves les realizaron unas pruebas rápidas porque se habían alterado pero que tampoco le dieron las resultados.

La doctora dijo que en media hora nos darían el resultado pero se fueron y volvieron pasadas las once de la noche, seleccionaron a unas siete personas y le dieron de alta, o eso es lo que creemos. Hasta el sol de hoy no sabemos nada de los resultados. Estamos desesperados”, comenta Flores.

Flores también denunció que las medidas de desinfección de los espacios son “inexistentes” y dependen del orden que pueda dar cada persona a su habitación. La zuliana detalla que cada paciente cuenta con un cuarto y quienes tienen familias o niños alojan un mismo sitio.

“Los cuartos nadie los limpia, el personal no entra porque le da asco. Cada quien mantienen su habitación como pueda, es decir, solo recogen y ordenan (…) Al llegar nos dieron un desodorante, un jabón de baño, un poquito de papel sanitario y una tapita donde nos regalaron una migaja de crema dental, hasta ahora más nada”, cuenta Flores.

La mujer, de 36 años, señala que no le han cambiado los tapaboca y que la mayoría tiene la mascarilla “espeluzada” de tanto lavado.

Desde su llegada al lugar los dejaban salir  a los pasillos, pero desde el aumento de casos en el estado la medida fue cambiada. “Nos gritaban que entráramos a los cuartos, pero en el caso niños los dejaban jugar frente a las habitaciones”, argumenta.

La alimentación es uno de los factores que los entrevistados denunciaron. Arroz, lentejas  y arepas rellenas con repollo rallado es el día a día para aquellos que no son del Zulia y que no tiene allegados que los puedan socorrer.

Carla Soturno expresa que su hija de 4 años llora a diario porque la “comida es mala”. Además, señala que al pasar los días ha visto que la menor ha disminuido su peso.

La caraqueña, de 23 años, manifiesta que al regresar de Colombia fue aislada cuatro días en un refugio de Paraguachón donde le hicieron las pruebas y su hija salió “sospechosa”. Luego fue enviada al hotel.

Hasta el momento mi hija no ha tenido ningún síntoma. Aquí solo se me va a desnutrir y de seguro se enfermará y hasta se podrá contagiar de coronavirus  porque estamos completamente expuesto y sin ninguna supervisión médica”, enfatiza la joven.

Al igual que Saturno, Yesica Barbosa sostiene haber regresado de Barranquilla. “Estuve siete días en la Raya durmiendo en el suelo y sin repuesta de buses que nos trasladaran. Solo nos pasaban agua cuando íbamos a pelear con los guardias y nos tiraban el agua porque tenían miedo que los contagiáramos”, detalla la caraqueña.

El siete de junio, al hacernos la prueba rápida y dar positivo, nos aislaron en un monte donde tuvimos que dormir. Luego el lunes ocho nos trajeron al hotel y aquí estamos sin saber nada de nuestro diagnostico y ni de nuestra familia”, describe la joven de 24 años.

Barbosa ratifica que cada día viven en una zozobra por no saber “absolutamente nada de los resultados de las pruebas”.

Todos es una mentira y no nos explican lo que pasa. Ni siquiera porque se llevan a algunas personas. Según ellos no han llegado los resultados de Caracas pero no entendemos para donde o porque se llevan a los pacientes. Uno queda nervioso y angustiado porque se desconoce si han dado positivo al virus”, agrega.

Ambas jóvenes caraqueñas solicitan que sean trasladadas a su ciudad para poder atender de mejor forma a sus hijos y recibir la ayuda de sus familiares.

Necesitamos que nos envíen Caracas, allá también hay refugios y esta nuestra familia. Acá no tenemos a nadie que aunque sea nos pase un jabón para bañarnos. Yo lo que hago es llorar y ya no puedo con esta situación”, refirió Saturno, quien agrega que medio alimenta a su hija con la comida que le regalan los zulianos.

Por su parte, Rebeca Molero, nativa de Coro, tras permanecer 16 días en el hotel, considera que los menores de edad al igual que las personas con enfermedades de base deberían tener otro tipo de asistencia debido a que “se ven débiles y hambrientos”.

Molero, quien también regresó del país neogranadino, solicita que sea regresada a su tierra al igual que otros pacientes aislados que provienen de estados como Barquisimeto.

Debido a las necesidades que aseguran tener, los familiares de los pacientes optan por tirar la comida por la cerca del hotel, debido a que los trabajadores del recinto “no quieren recibir los objetos por miedo a contagiarse”.

Hacemos las cosas a escondidas y quizás los policías no ven y se hacen los locos porque ellos no tienen trajes para protegerse”, dice Laura Flores.

Flores asevera que cuando hay traslados son realizados en la noche o madrugada y que durante el día “el hotel se mantiene desolado del personal sanitario”.

A mí me sacaron del Universitario de noche y vinimos a llegar al hotel a las dos de la madrugada. Las veces que han dado de alta a alguien es después de las diez de la noche en el día no hay movimiento de nada”, puntualiza la enfermera.

Malestar en La Casona

Joan Paredes denunció una situación similar en el hotel La Casona, dónde presuntamente las personas aisladas llevan más de 20 días en espera de la prueba de PCR.

Los pacientes ingresaron al hotel el viernes 5 de junio y le hicieron la PCR el día 9 de junio. Ya van 21 días de su entrada y 17 días de la toma de muestra y no tienen respuesta de nada. Hay personas en otros refugios que entraron en fechas posteriores y ya están dados de alta", manifiesta Joan Paredes, quien tiene aislada a un familiar en el lugar de hospedaje.

 

Paredes asegura que los "encargados de La Casona, el doctor Michell y el concejal Ali Colina, no han dado  información sobre la salida de los pacientes".

La secretaría de Salud ni la epidemióloga han visitado el hotel. Incluso le están administrando a los refugiados cloroquina como experimento sin saber los resultados", agrega el hombre.

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