El diario plural del Zulia

Monseñor Roberto Lückert: 50 años de sacerdocio

“Sí, acepto”. “¿Aceptan ustedes como esposos a estos caballeros?”, continúa preguntado Monseñor Roberto Lückert León ahora a las mujeres que estaban agarradas de manos a sus compañeros de vida.

Se celebraron ayer sus 50 años de orden sacerdotal -Bodas de oro-. El primer Arzobispo de la ciudad de Coro, capital falconiana en la que ha servido desde hace 23 años renovó los votos matrimoniales a centenares de parejas que se han casado en el transcurrir de su vida pastoral. Han sido cerca de mil parejas las que recibieron el sacramento por parte de él. “Yo conozco cada rincón de Falcón, cada pueblo, pero también conozco cada lugar del Zulia”, expresa con el humor que lo caracteriza.

A las 6:00 de la tarde comenzó la misa. Las campanas de la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá hicieron el llamado a los centenares de feligreses que se acercaron a la ceremonia en la Plazoleta. El vicario para educación y cultura de la Arquidiócesis de Maracaibo, Eduardo Ortigoza fue el encargado de dar inicio a la ceremonia religiosa. Contó la historia del hombre que lleva medio siglo al frente de la iglesia, que tuvo 11 años como rector y párroco de la Basílica, quien fundó el Comité de Damas y la Sociedad Infantil de Servidores de María, grupo de jóvenes que ayer llevaron en sus hombros el nicho dorado y adornado con rosas rojas y blancas de la “la Chinita”. Todos, incluyendo a Lückert, hicieron la reverencia. La feligresía aplaudió la presencia de la imagen pero también la advocación de su Excelencia.

Roberto de Coro

Un 14 de agosto de 1966 Monseñor Roa Pérez lo hace sacerdote. Esa misión la ejerció por 20 años en Maracaibo. Fue párroco, fundador de parroquias, capellán de colegio, de hospitales. “Yo viví eso con mucha intensidad y eso fue mí el aval para poder ejercer mi episcopado, tanto en Cabimas como en Santa Bárbara, como en Coro. Trajiné pastoralmente”, cuenta.

Ha optado por hacer prácticas de antiguos obispos en sus artículos dominicales. “Me tituló Roberto de Coro”, lo hace por el esfuerzo y el sacrificio que ha tenido que hacer por ese pueblo al que ha servido con éxito, “puede sonar egocéntrico, pero es así”, dice Monseñor.

Ya está de retiro. Tiene 76 años y a los 75, según el derecho canónico debe solicitar su renuncia. Lo hizo al Santo Padre, al papa Francisco pero aún no se la han conferido.

“Dentro de dos años cumplo 25 años de estar en Coro para que me celebren las bodas de plata”, sonríe.

Cree que las nuevas generaciones de sacerdotes les tocará “duro”. Lo que llaman en Europa el secularismo se ha extendido en América Latina, piensa el Arzobispo. “Los valores relgiosos se dejan a un lado, el sentido de la convivencia religiosa se dejan a un lado y pienso que lo que nos viene a nosotros es muy duro: incentivar los valores cristianos”.

Conferimiento

La alcaldesa Eveling de Rosales, junto al presidente de la Cámara Municipal, Carlos Faría entregó la orden honor al mérito civil “8 de septiembre”, por tratarse del día de la Fundación de la ciudad.

“No te canses Lückert, no te canses nunca”, fue el consejo de Roa Pérez para él. No lo ha hecho.

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