En el Marite I vecinos viven aislados y en oscuridad
Castigados por vivir en una “zona de riesgo” están los vecinos del sector Marite I, situado vía a La Concepción. No cuentan con postes de alumbrado público y en la mayoría de las viviendas no llega el servicio de agua por tubería; en ocasiones lo hace dos veces por semana.
Los camiones de aseo urbano tampoco se adentran hasta esta localidad. La quema de basura –y con ella más contaminación– es la única alternativa con la cual cuentan en la zona.
En oportunidades los miembros de esta barriada han sido advertidos de que el lugar en el que residen no es óptimo, por encontrarse próxima a la estación de flujo C-10 de Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Pozos sépticos son la solución diaria a las aguas residuales domésticas. Quienes no han construido estas fosas en sus patios, comentaron que ya se han habituado a recurrir a áreas cubiertas con monte para poder hacer sus necesidades fisiológicas.
El día 8 de noviembre las cajas con productos alimenticios, correspondientes al Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) llegaron por primera vez, con un costo de 10.500 bolívares. Algunas familias quedaron por fuera.
"Eso fue de relámpago. Además algunas personas tenían el dinero y otras no; es difícil tener esa cantidad”, manifestaron casi a coro.
Yisbelis Hernández, una de las dirigentes de la comunidad, es nieta de Angélica Chávez, de 83 años, quien sufre de hipertensión arterial y retención de líquidos. Expresa que ante una emergencia solo contaría con el vehículo de dos de sus vecinos, ya que un taxi es una utopía en el Marite I.
“Para acá no quieren venir y de noche o de madrugada menos sería posible porque todo está oscuro. Si sucede algo hay que buscar salir a la entrada del sector y resolver”, comenta. Yusmila Pineda destaca que el olor a gas y petróleo también perjudica a los demás residentes.
