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Marabina denuncia "malos tratos" del personal de salud en CDI de 18 de Octubre

La denunciante contó a la redacción de Versión Final que ya ha "tenido varios inconvenientes" en el lugar pues, según dijo "el personal de la salud hace lo que le da la gana"

Las denuncias de tratos no cordiales y de falta de insumos en los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) de Maracaibo son cada vez más recurrentes. Este miércoles, la ciudadana Johanna Simanca alertó sobre una irregularidad que vivió en el recinto de atención médica ubicado en el sector 18 de Octubre.

La marabina contó a la redacción de Versión Final que ya ha "tenido varios inconvenientes" en el lugar pues, según dijo "el personal de la salud hace lo que le da la gana", a sabiendas de que esta profesión no tiene horario. "El trato es humillante", agregó.

"La coordinadora venezolana es déspota, al igual que su sucesor. Una de las enfermeras de apellido Cabrita da citas especiales a los que a ella le da la gana", refirió.

Sin embargo, su denuncia va más allá. Simanca relató que la noche del martes 14 de diciembre se dirigió al lugar, "después de estar 11 días inmóvil a causa de una discopatía", para inyectarse un medicamento vía intravenoso. "Tuve que llevar todos los insumos ya que nunca tienen nada", hizo hincapié la denunciante.

La atendió un doctor venezolano pero la inyectó una enfermera de nacionalidad cubana, con la que realmente tuvo el problema luego de, según mencionó, causarle "dos lesiones, una en el brazo y otra en la muñeca", al momento de tomarle la vía.

Todo ocurrió por estar pendiente de la conversación que tenía al momento el doctor con otro paciente. Perdí el medicamento. Llenó la inyectadora con mi sangre porque cuando me rompía la vía dejaba pasar mucha sangre. No me pasó ni 5 cc", advirtió.

La marabina, al salir del cubículo, le sugirió al galeno conversar con la enfermera para que "se concentrara" más en su labor. A lo que el médico respondió: "Que él no se metía en asuntos cubanos, que hablara con su coordinadora". La mujer solicitó hablar con la jefa de enfermería "y me dijeron que estaba durmiendo, a las 7:00 de la noche".

Simanca comentó que a la especialista que la atendió "no le gustó" el comentario que hizo al doctor y "se dirigió a mí en un tono de voz alto y humillante, diciéndome que ella era cubana, licenciada y con posgrado".

"Pienso que no es la manera de tratar a un paciente", opinó.

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