LUZ se queda sin transporte estudiantil
De los 40 autobuses con los que contaba la casa de estudios solo quedan dos. Las unidades que se mantienen operativas están paradas por los conductores que exigen el equipamiento de cauchos y repuestos.
El estacionamiento donde los choferes de La Universidad del Zulia (LUZ) guardan sus unidades, se ha convertido en un cementerio de buses. Quemados, sin baterías, sin cauchos, con los vidrios rotos.
Desde el 19 de septiembre no se cumplen con las rutas estudiantiles, pues los únicos dos autobuses disponibles están “a media máquina”, según los conductores.
En el estacionamiento hay doce unidades, diez completamente inoperativas y las otras dos que medio andan, una con los cauchos casi inservibles y otra con los vidrios delanteros rotos.
“No pueden obligarnos a trabajar en esas condiciones, porque representa un peligro tanto para los estudiantes como para nosotros”, comentaron los choferes.
Hay 40 conductores en nómina actualmente, por lo que la casa de estudios debería contar con la misma cantidad de autobuses, pero la realidad es otra. Las exigencias vienen desde hace mucho tiempo, unos cinco o seis años atrás, antes de llegar al extremo de contar solo con dos buses.
“No hay unidades para hacer transporte estudiantil. Es lamentable pero no vamos a salir a la calle hasta que no contemos con buses decentes, que no nos vivan dejando varados en plena ruta".
"Los más afectados son los estudiantes, pues muchos de ellos no tienen para pagar los pasajes, pero estamos haciendo todas estas exigencias precisamente para ellos”, comentó Danny Salas, delegado del departamento de transporte de LUZ.
Claudio Urdaneta, secretario de reclamos del Sindicato de Obreros de La Universidad del Zulia (Soluz), denunció que constantemente los choferes son víctimas de acusaciones, como las de robarse las partes y repuestos de los autobuses para revenderlos y dañar las unidades a propósito para no salir a trabajar.
“No somos ningunos ladrones, los buses los guardan bajo llave en el taller y nosotros no tenemos acceso a ese galpón. Hay unidades que dejamos allí antes de irnos de vacaciones en buen estado y cuando llegamos las conseguimos sin los alternadores”, denunció Urdaneta.
Desde el pasado lunes los choferes se mantienen en protesta, tras cerrar las inmediaciones de la avenida Guajira con Cecilio Acosta, frente al rectorado nuevo.
Ayer, luego de esperar al jefe de Servicios Generales, Eduardo Bracho, para una reunión pautada donde se esperaba llegar a un acuerdo, este no asistió, por lo que los conductores decidieron tomar la oficina de este despacho, en el rectorado viejo, como medida de protesta.
Francesco Alaimo, miembro del movimiento La Universidad de Servicio (Uniserluz), reiteró el apoyo hacia los transportistas de LUZ, pues el mal estado de los buses es una situación que los involucra a todos.
“La lucha y la problemática es mutua, ellos no tienen como trabajar y nosotros como movilizarnos. Están totalmente deterioradas y es por esto que tenemos pensado seguir en la calle hasta que doten las unidades”, señaló el estudiante.
Alaimo destacó que deberían establecerse mesas de trabajo, para conocer la situación real del servicio, pues el Gobierno nacional hace tres semanas aseguró haber bajado los recursos para la dotación de las unidades, pero hasta los momentos siguen sin ver los resultados.
