El diario plural del Zulia

Las "alcabalas yukpas" se adueñan de la Machiques-Colón

Aunque las “alcabalas forzosas” que realizan los indígenas yukpas a lo largo y ancho de la carretera Machiques-Colón no son nuevas, esta semana se viralizaron varios videos en redes sociales donde se observaban hasta seis barricadas.

“El que vaya pa’ Maracaibo que lleve buenos bolívares y dólares, hay como 16 alcabalas yukpas, están activos todos con palos y piedras en mano”, fue la advertencia que, por nota de voz en WhatsApp, corrió ayer en Machiques de Perijá.

Aunque las “alcabalas forzosas” que realizan los indígenas yukpas a lo largo y ancho de la carretera Machiques-Colón no son nuevas, esta semana se viralizaron varios videos en redes sociales donde se observaban hasta seis barricadas en la vía.

Con troncos y ramas de árboles, escombros y hasta pipas rellenas con cemento, un grupo de estos hombres, mujeres y niños, provenientes de la Sierra de Perijá, se dedican a pedir dinero a diario de forma violenta e intimidante, a quienes transitan con sus vehículos por una de las arterias viales más importantes del Zulia.

Incluso, en algunos bloqueos se divisaron “alijunas” (hombres no indígenas), quienes se aprovechan de la circunstancia para también hacer dinero fácil.

Conductores de carros particulares, gandolas, autobuses, camiones de leche y del sector agropecuario, todos por igual, tienen que pagar mínimo un dólar en efectivo para continuar su camino. De lo contario, se abstienen a las consecuencias.

“Mañana voy a Maracaibo y me toca vivir ese infierno. Ellos siempre te exigen un dólar, pocas veces aceptan bolívares. Cuando no tengo efectivo, me toca comprar un kilo de arroz, de pasta o pan, pero algo tengo que darle, sino te rompen el carro”.

El testimonio corresponde a una joven empresaria residente de Machiques de Perijá, quien prefirió su anonimato por seguridad, y que resaltó normalmente las “alcabalas” se colocan después del kilómetro 40 y antes del sector El Bocachico.

La mujer resaltó que sus viajes a la capital zuliana, así como de muchos de sus coterráneos, son frecuentes por temas de salud, de compras de alimentos y diligencias personales. Y varias veces han sido aplazados por temor a su seguridad.

“Esto es una lotería, he ido a Maracaibo a las 7:00 de la mañana y no están. Tampoco cuando hay mucho sol. Esto no debería suceder, o pagas o no pasas, y si les reclamas, se ponen agresivos. La autoridad hace nada al respecto”, sentenció.

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