El diario plural del Zulia

¿La universidad educa de espaldas al Lago de Maracaibo?

El Lago de Maracaibo agoniza. Los expertos exponen las aristas que lo convierten en un gran pantano, donde el 30 por ciento de su especie animal está perdido. En este inmenso cuerpo de agua hasta el Instituto Daneses de Hidráulica se involucró hace 20 años; también el Instituto de Agua de Australia. El mundo ha volteado la mirada ante el Lago más grande de Latinoamérica.

¿Y la academia? ¿Las universidades del país están formando a las nuevas generaciones en el abordaje de un Lago que los expertos proponen salinizar y descontaminar? La respuesta del especialista en el estuario zuliano, Luis Soto Luzardo, es un rotundo no. La Universidad del Zulia no está de acuerdo del todo con su sentencia.

A juicio de Soto Luzardo, en las universidades se prepara “a la gente para lo que salga, pero no con base a una misión o plan de Estado”. Según el experto, la academia “no está preparada para formar a jóvenes que puedan resguardar al Lago, ni tampoco se forman profesionales que sustenten el desarrollo industrial de la petroquímica, que según Luzardo es el plan del futuro.

El especialista y miembro del Colegio de Ingenieros del Zulia (Cidez) plantea la relevancia del Lago para el estado: tiene 12 mil 700 kilómetros de cuerpo de agua; une a 19 de los 21 municipios de la región, es decir, que es el más eficiente enlace de comunicación en la entidad. Y se pregunta: “¿qué universidad, además de la Unefa, ofrece Ingeniería Naval como carrera? No existen universidades que quieran formar a nuestros jóvenes en Dinámica Fluvial, por ejemplo”.

La academia insiste

Desde la Universidad del Zulia existen intenciones por sanar el Lago. Desde la academia local nació el proyecto de Ley de saneamiento del Lago, entregado al primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Enrique Márquez, en mayo pasado.

Judith Aular, vicerrectora académica de LUZ, resaltó que la universidad sí está preparada para esa tarea con sus programas de estudios de Ciencias Sociales en el área de Geografía e historia; también a través de la carrera de pregrado Ingeniería Ambiental, en el núcleo de la Costa Oriental del Lago (COL) y de otros programas estratégicos y cátedras libres.

Valoró que con el proyecto de ley “estamos participando en la organización y el programa que se está llevando a cabo y se está presentando a los organismos nacionales y regionales para que sea aprobada a través de la Asamblea Nacional”.

La autoridad rectoral no mencionó la apertura de nuevas asignaturas en el área de Ingeiería Hidráulica, por ejemplo, pero subrayó que LUZ tiene dentro de su pénsum, en el área de Ingeniería de sus núcleos Maracaibo y Cabimas, programas destinados al saneamiento del Lago, además de la primera corte de ingenieros ambientales que egresará el próximo año.

Pero no es lo mismo, no es suficiente. Así lo ve Soto Luzardo. Para él, “una cosa es el problema ambiental, y otras es saber la dinámica de riego, qué formación tienen en esto los jóvenes. Hay elementos que nosotros podríamos preparar en un profesional para que logre el aprovechamiento del recurso agua, que no es solo para beber”.

Sin embargo, la vicerrectora apuntó: “A través del Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico de LUZ (Condes), la universidad tiene proyectos estratégicos de investigación y producir soluciones, pero, además tenemos el Servicios Comunitario.  A través de él podemos participar con nuestros estudiantes en la búsqueda de soluciones para que esta ley se apruebe y ejecute”.

Ingeniería aplicada

El decano de la Facultad de Ingeniería, Mario Herrera, estimó que la posición de Soto Luzardo no está en sintonía con los procesos activos que a su parecer se cumplen en la Alma Máter a favor del Lago. Herrera explicó que hay un programa de pregrado donde se forman ingenieros ambientales. Ese plan educativo, además de cubrir todas las áreas que contiene la Ingeniería Ambiental -como lo es la contaminación de suelo, aire y agua-, “tiene mucha orientación al problema del lago de Maracaibo”.

Según la teoría de Soto Luzardo, la Ingeniería Ambiental “es una cosa, forma gente en el problema ambiental, y hasta podrían tener formación para tratar algunos problemas del lago, pero solo eso, porque el Lago y su profundidad abarcan tiempo y conocimientos aplicados que van más allá de incluir una materia (en carreras)”.

El decano Herrera mencionó los departamentos que se han involucrado durante años en el tema, como el de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, el Centro de Investigación del Agua y la misma Escuela de Ingeniería Química. También resaltó los programas del posgrado de Ciencias Ambientales y el programa de Ingeniería Ambiental, destacando que su única diferencia es que el primero admite profesionales de cualquier área.

Tenemos un doctorado en Ingeniería Ambiental. Es decir, sí hemos venido dando respuesta a los problemas ambientales que tiene no solo el Lago de Maracaibo, sino los problemas generales que tiene el Zulia”.

Con los pies en la tierra

Soto Luzardo, miembro de la Asociación para la Conservación del Lago de Maracaibo (Aclama), insiste con su inquietud: “¿Qué universidad en el Zulia te da transporte acuático, transporte férreo, dinámica fluvial, cuando tenemos 135 ríos aportándole al Lago lo necesario?”. A su juicio, no hay respuestas. “Estamos de espalda a preparar a nuestra gente, esa que debe cuidar nuestros recursos”, expresó.

Pero según Herrera, “es irresponsable hacer propuestas de ese tipo”, ya que antes, la universidad debe realizar un estudio. “Ofrecer una carrera es garantizarle a los egresados un mercado laboral, que realmente nosotros hasta ahora no hemos visto y no nos hemos enfocado (en buscarlo) porque cualquier carrera que se proponga requiere de infraestructura física y laboratorios. La universidad tiene un problema de tipo presupuestario que hace cuesta arriba hacer propuestas de ese tipo”.

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