El diario plural del Zulia

La juventud es el principal motor para lograr el éxito

Esta es mi segunda casa". "Cuando pensé que todo era imposible confiaron en mí". "No cambio este trabajo por nada". Estos comentarios se hacen recurrentes al tener un pequeño contacto con los empleados del Supermercado Nacional de Alimentos S.A (NASA), ubicado en San Francisco. Y es que suena hasta inverosímil creer lo que dicen y sienten estos jóvenes al hablar de su empresa, cuando el común denominador, en estos tiempos, es el malestar y el desánimo de quienes prestan servicio en determinadas empresas.

Bien sea por el salario, el trato, las oportunidades y el ambiente; muchos trabajadores envidiarían la satisfacción de cientos de personas que de manera directa e indirecta trabajan para esta cadena de alimentos. Así lo manifiestan sus protagonistas que día a día llegan muy temprano a chequear su entrada con entusiasmo y amor por lo que hacen.

Una de las coordinadoras de caja, lleva 10 meses laborando para NASA, su nombre es Nancy González, cuenta con apenas 18 años de edad, y asegura que desde muy joven le gustó trabajar y aunque nunca le dieron la oportunidad en otras empresas, ahora, puede aplicar sus conocimientos en el área de administración, carrera que aún estudia y la empresa le ha dado la oportunidad de continuar con esa meta.

Un eslogan para crecer

"Vendemos servicio, regalamos sonrisas y trabajamos por Venezuela". A muchos se les eriza la piel al escuchar al unísono este significativo eslogan, que sin duda tiene un profundo sentido de pertenencia y amor por lo que se hace.

Ellos, los trabajadores, están conscientes que con su labor pueden marcar la diferencia; no solo a nivel de empresas, sino creando consciencia en cada uno de los usuarios que asisten a realizar sus compras.

La energía que profesan entusiasma y hace reflexionar al ciudadano sobre el aporte que desde lo más efímero podría ayudar a mejorar la situación del país.

Elianny Chacín, lleva nueve meses en el establecimiento, se desempeña como supervisora de caja y mantiene que si todas las empresas del país confiaran y dieran a sus empleados las herramientas necesarias para trabajar en un ambiente seguro, confiable y armónico, la realidad de Venezuela sería otra.

Que se queden los jóvenes

El empresario Alfredo Provensani, presidente de esta cadena de supermercados, fue enfático al decir: “mis empleados son mi sostén, mi apoyo, mi otra familia”.

Para él, es muy doloroso escuchar las noticias sobre la emigración de cientos de jóvenes venezolanos, quienes no han podido encontrar oportunidades en el país, o en el peor de los casos que no se tome en cuenta a este grueso de la población para reactivar el área productiva.

“Este es el país de las oportunidades, no hay mejor país que este. No queremos que nuestros muchachos se vayan”. Provensani insistió que los jóvenes son parte importante para lograr el éxito de cualquier empresa. En la actualidad cuenta con 380 empleados directos. Uno de los requisitos fundamentales para formar parte de su equipo es tener mente positiva, ganas de aprender y espíritu colaborador.

"Los jóvenes se sienten bien porque le damos el papel protagónico, los ponemos a participar en todo para que puedan descubrir su talento”.

Las edades de los trabajadores no rebasan los 30 años, todos son muy jóvenes y sin experiencia en el área de distribución de alimentos. Son ubicados según sus habilidades, y de allí se programan metas, las cuales alcanzan para mejorar su condición laboral. “Mis empleados son la parte principal de la empresa”.

Fortalezas

Para este empresario a diferencia de otros jefes, el ambiente de trabajo es más importante que el propio salario; y es que un empleado motivado, contento y comprometido, son factores que hacen que lo demás llegue por añadidura, insistió.

Reinventarse es una de las frases que el empresario profesa diariamente a sus pupilos. Esto no solo los hace salir de su zona de confort, sino que los prepara para cualquier situación que deban atravesar en sus vidas.

El ambiente cortés también arropa a quienes asisten al recinto a realizar sus compras. Las personas manifiestan sentirse en un lugar donde son respetados y valorados, sin distinción. Incluso muchos destacan que el trato amable de los trabajadores hace que sientan ganas de regresar siempre al supermercado NASA.

Trabajadores-nasa

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