La excelencia de la cirugía laparoscópica
Son las 9:30 de la mañana. Una paciente de 49 años se encuentra preparada en el quirófano del Centro Clínico La Sagrada Familia, para ser intervenida de una histerectomía por laparoscopia. Con antecedentes de miomatosis múltiples, la mujer decidió someterse a esta operación al no mostrar mejoría después de una miomectomía.
Trece miomas de diferentes tamaños la llevarían a ser una candidata para la histerectomía, pero en aquél momento, con 43 años, quería esperar ser madre. El especialista en cirugía laparoscópica Hebert Quintero es el encargado de la operación. Sabe que se trata de una mujer con hipertensión, desde hace 11 años.
A través de una transmisión remota estudiantes de medicina, médicos residentes y especialistas pueden ver desde la sala virtual del centro clínico la pericia del doctor Quintero.
Se trata del I Curso Internacional de Cirugía Endoscópica y Bariátrica. Fueron varias intervenciones en vivo. El galeno con formación académica en España y Brasil se concentra en su paciente. Expone con sapiencia las técnicas utilizadas.
Con pinzas pozzi revisa la anatomía, para no lesionar ningún otro órgano. “Es una operación bastante compleja porque existen adherencias que hay que ir eliminando”, comenta desde la sala el doctor Quintero.
Con destreza va cortando con una pinza bipolar, en ocasiones sella los vasos sanguíneos y corta con un ligasure, instrumentos básicos para cortes que requieren precisión. Extrae tres miomas. Dos horas y 50 minutos dura el procedimiento, sin contar la sutura.
En el auditorio felicitan al galeno. Hay varias formas Desde la sala de descanso de los médicos, Hebert Quintero está agradecido por haber sido invitado al evento promovido por La Sagrada Familia.
“Realizamos una histerectomía con dos tipos de técnicas: americana y europea con diferente instrumental para que la audiencia pudiera ver que no solo podemos realizarla de una sola forma”, destacó.
Diserta que se deben evitar complicaciones como son las lesiones de uréter, de vejiga, vasos, grandes vasos o de intestinos. Comenta que el riesgo en la lesión de uréter es mucho mayor por vía abierta que por vía cerrada, aunado a la convalecencia del paciente que debe pasar casi un mes en cama, al contrario de una cirugía por laparoscopia.
Nefrectomía
Muchas personas creerían que la extracción de un órgano como el riñón no es posible a través de una cirugía laparoscópica. El urólogo valenciano Luis Alfredo Wadskier ya es un experto en ello y es otro de los invitados al magistral curso.
Explica que la paciente tiene un cálculo coleriforme que ocupa todo el riñón por dentro. “Ése cálculo por estar ahí mucho tiempo produjo un deterioro de la función de este riñón, y este momento está obstruido, entonces hay que sacarlo”.
Afirma que de desde hace varios años se puede realizar la nefrectomía por laparoscopia. Explica que se colocan tres o cuatro trócares dependiendo del riñón, para no tocar el hilio.
Puntualiza que el riesgo en estas cirugías es el mismo que con una cirugía abierta debido a que una lesión en el hilio podría provocar una hemorragia debido a que en ése órgano se concentra el 12 % del vaso cardíaco.
Wadskier, quien hizo su posgrado en Urología en el Hospital San José de Bogotá, señala que hasta el cierre abdominal la cirugía podría durar entre una hora u hora y media.
“Esto me parece una magnífica opción, ojalá se mantengan este tipo de actividades porque son mucho más difíciles de llevar a cabo por las condiciones del país, pero se logró”.
Reconoció que la investigación médica ha disminuido de manera acaudalada por los bajos recursos que existen actualmente en Venezuela, por lo que agradece este tipo de iniciativas.
Hoy, él y 17 expertos más convergerán en una sola voz pero con diferentes ponencias en las conferencias magistrales que se realizarán en Casa D’ Italia a partir de las 7:30 a. m.
