GMVV deja sin hogares dignos a siete familias en La Victoria
“A mi esposa la mataron el día que nos dejaron sin una casa digna”, fue el lamento de Luis Sánchez, de 70 años, quien relató a Versión Final cómo él y su familia pasaron a vivir en condiciones deplorables, luego de que su hogar, en la calle 65 B del sector La Victoria, fue derrumbado bajo las promesas de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV).
La esposa del señor Luis, Mirtha Sánchez, falleció a la espera de su casa. Hace 10 meses un infarto le quitó la vida, mientras intentaba sacar el agua de lluvia que inundó el pedazo de casa que le dejaron.
“Quedamos sin nada. Somos siete personas las que medio vivimos aquí. Dormimos todos en dos piezas, en colchonetas. Nuestra casa no tenía lujos, pero era cómoda”, relató Roxana Sánchez, hija del señor Luis.
El área de la cocina, el lavadero, la sala y demás espacios de la antigua vivienda, fueron derrumbados en abril de 2015. Desde allí los ingenieros y albañiles no visitaron más la obra, hasta después de casi un año, cuando vaciaron el piso en el terreno y una vez más, desaparecieron.
Actualmente viven a la intemperie, los pocos artefactos que les quedan en la cocina están bajo un techo sin resguardo. No tienen un lavaplatos y mucho menos donde lavar su ropa.
“Aceptamos la oportunidad pensando en una mejoría. Nos prometieron que en tres meses entregarían la obra, pero nos dañaron la vida. Ya yo perdí las esperanzas”, aseguró el abuelo.
El septuagenario sufre de la tensión y arrastra las secuelas de un ACV. Desde que comenzó lo que él llama “su calvario”, se enfermó de los nervios, por lo que debe tomar medicamentos para dormir.
No son los únicos
En el sector La Victoria hay al menos unas seis familias más en las mismas condiciones. Con sus casas derrumbadas y al igual que los Sánchez, sin esperanzas.
En reiteradas ocasiones los afectados han acudido hasta las oficinas del Centro Rafael Urdaneta (CRU), institución a cargo de la obra, pero les dicen que no hay presupuesto para continuar con la construcción.
Los Sánchez piden desde su necesidad que algún ente les responda, y los saque de la precariedad en la que los dejaron hace más de un año. Claman al Gobierno regional una ayuda para obtener un hogar digno.
