Francisco de Miranda, un barrio con radio, cine, hipódromo, reinas y hasta gaita [+Fotos+Video]
“Espina me dio un terreno, Castillo me lo marcó, y Robles fue sincero en decir quién me lo dio".
Este verso corresponde a una gaita dedicada a la génesis del barrio Francisco de Miranda, menciona a los fundadores principales Esteban Espina, Antonio Castillo y Benjamín Robles.
Fue Antonio Torrealba quien cantó esa estrofa dedicada a la comunidad que puede ufanarse de tener una gaita en su honor.
Pero Torrealba afirma que el siguiente estribillo le parece más atractivo.
Esta es la urbanización, Francisco de Miranda, lo mejor es la que manda, a aumentar la población. Hagamos la propaganda, la junta es un gran timón”.
Aunque usted no lo crea, en la avenida 67, a unos 30 metros de la calle 81, está Radio Miranda 100.9 FM, una emisora comunitaria con más de 32 años de vida.
De este barrio surgieron cantantes y artistas, como Wilmer Fuenmayor, del grupo Mara; Luis Hernández, de Los Másters; Nelly Ávila, docente y gaitera del grupo La Gran Maquinaria y reina de la gaita en 1991; Wolfang Barriga (QEPD), fundador de La Gran Maquinaria e integrante del conjunto Rincón Morales; Obert Rincón, director del Núcleo La Chinita del Sistema de Coros y Orquestas de Venezuela; Richard Hernández, en la percusión y Daniel Rincón, ejecutante del corno, quienes junto a Rincón participaron en la “Orquesta Más Grande del Mundo”, récord Guiness logrado el pasado 20 de noviembre para Venezuela.
Edith León, la primera reina
Edith León Bracho tenía 16 años y estudiaba cuarto año de Bachillerato en el Liceo Caracciolo Parra Pérez, entonces ubicado en la avenida La Limpia, cuando fue candidata al reinado del vigésimo aniversario del barrio Francisco de Miranda, en 1978.
Tuve esa oportunidad tan bella de representar el barrio, con los principales fundadores de esta comunidad… Qué alegría me dio de conocer al señor Esteban Espina… En ese año quedó uno de los fundadores del barrio como gobernador del Zulia, Gilberto Urdaneta Bessón”, dijo la dama desde su residencia.
Aseguró León que fue a Urdaneta Bessón a quien se le ocurrió la idea de celebrar el aniversario de la populosa barriada perteneciente a la parroquia Raúl Leoni. Él quería tener la oportunidad de coronar (a la reina) y de ayudar al barrio del cual él formó parte como fundador, dijo.
Yo tuve la oportunidad, después de me coronaron, de ir a Miraflores, cuando el presidente era Luis Herrera… Él fue quien ayudó a los fundadores, a Urdaneta Bessón y a Espina, a consolidar más el barrio… A instalarle la red de cloacas, asfaltado, cableado de la Cantv, aceras, brocales”, señaló quien fue la primera soberana de las festividades del sector.
“A mí me dio mucha emoción participar como reina porque pude compartir y vivir esa experiencia con mis amigas. No conocía a mis vecinas porque es un barrio bastante grande… De cada calle, de cada avenida, una chica las representaba”, afirmó.
León refirió que las fiestas se celebraron en la plaza Francisco de Miranda, entonces ubicada en la Y entre las calles Udón Pérez y 80 con avenida 67, donde hoy está levantada una vivienda.
Quien ganara ese certamen de 1978 iba a concursar en Miss Zulia y en el reinado de la Feria de la Chinita.
Edith se alzó con la corona y en 1979 fue una de las candidatas a reina de la Feria en honor a Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Luces, cámaras, acción
Primero estuvo en el local de la escuela y después, en la avenida 67, al lado de un inmueble donde hoy funciona la Unidad Educativa Juan Guthenberg.
Fue el cine del barrio, enclavado, hace alrededor de 62 años, en 1960, en la casa donde hoy habita Ruth Cuenca, nieta del fundador de ese cine comunitario, Rubén José Cuenca.
Recordando lo que le contó su abuelo, Ruth refiere que había personas que se encaramaban en los árboles del frente del cine para poder ver las películas, pues eran de menores recursos y no tenían para pagar la entrada.
El señor Cuenca llevó la pantalla grande al barrio para proyectar las películas del momento.
Una pared de color blanco, situada al fondo de la casa, era la pantalla donde se plasmaban las proyecciones cinematográficas.
Ruth Cuenca desconoce en qué año cerró el cine. Su abuelo fue un técnico que inició colocando las proyecciones en el cine del barrio, pero después comenzó a distribuir las diferentes películas a las principales salas del séptimo arte en la ciudad.
La dama llegó a la que actualmente es su casa, donde funcionó el cine, en 1976, a la edad de siete años.
Dos matas, una de mango y otra de níspero, sembradas años atrás, están prácticamente delante de lo que fue la pantalla de ese cine que tanto añoran y recuerdan en el barrio.