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Experto: Las aguas de lastre representan un riesgo al ecosistema del Lago de Maracaibo

De acuerdo con el biólogo José Leonardo Castañeda Riera, las aguas de lastre propician la introducción del Rhithropanopeus harrisii, un cangrejo cuya presencia fue registrada en el sur del Lago de Maracaibo, esta es una especie nativa de Norteamérica, o el Omobranchus puntactus, un pez que avistado en la bahía El Tablazo

Las aguas de lastre representan un riesgo al ecosistema del Lago de Maracaibo, una problemática global que se ha convertido en el principal vector de propagación de virus y bacterias que pueden prosperar nocivamente en ecosistemas distintos, donde amagan a las especies nativas y a la salud humana.

Así lo detalló a Versión Final el biólogo José Leonardo Castañeda Riera, quien enfatizó que es necesario que en Venezuela se impulsen líneas de investigación sobre las aguas de lastre y se promueva el monitoreo biológico “para estar en alerta temprana ante posibles invasiones de especies”, una divulgación que estipula en sus lineamientos la Organización Marítima Internacional (OMI).

El licenciado explicó que los barcos están específicamente diseñados y construidos para moverse con seguridad a través del agua mientras llevan una carga.  

“Cuando el barco está viajando sin carga, o solo parcialmente cargado, debe tomar agua en el puerto para que este peso adicional le permita operar de manera efectiva y segura. Este material adicional se denomina agua de lastre”, precisó.

Resaltó que “las aguas de lastre constituyen una auténtica amenaza para los ecosistemas marinos en los cuales son vertidas al arribar los buques a otro puerto, generalmente distante de las aguas de origen, para realizar labores de carga”.

Razón por la que consideró que son necesarias las campañas informativas para la divulgación de esta problemática. “Así las comunidades podrán identificar qué especies no son propias de su ecosistema”, dijo.

“Existen organizaciones que desarrollan líneas de investigación pero no son del tamaño que deben ser acorde a la magnitud. Hay científicos que hacen sus estudios pero aún falta mucho. El Estado debería impulsar esa línea de investigación y los monitoreos biológicos para estar en alerta  temprana ante posibles invasiones”, sumó el biólogo.

Consideró que es positivo que la ciudadanía sepa de estas aguas y que hay sectores del país que están previniendo este tipo de problemática. “Entre más gente sepa, es una mejor contraloría gubernamental y ciudadana. Además, las probabilidades de que ocurra un accidente son menores. Es un aspecto de formación, acá poco se habla de la ciencia y de esos pequeños granos de arena que deben quedar en el tiempo”.

Especies registradas en el Lado de Maracaibo 

Sobre las especies invasoras, señaló que las aguas de lastre propician la introducción del Rhithropanopeus harrisii, un cangrejo cuya presencia fue registrada en el sur del Lago de Maracaibo, esta es una especie nativa de Norteamérica, o el Omobranchus puntactus, un pez que avistado en la bahía El Tablazo.

“Los avistamientos ocurren porque un grupo de científicos estudian ciertas partes y descubren algo. Al mismo tiempo, otro grupo de investigadores pueden ir a otra zona y descubrir algo más. La única manera de hallar las especies es ir y verlas”, refirió.

Informó que la particularidad de este tipo de contaminación es que hasta la fecha no existen casos exitosos de erradicación de especies invasoras. El profesional puso por ejemplo una contaminación con hidrocarburo al decir que no se parecen en nada a nivel de magnitud.

“Cuando introduces una especie en un ecosistema crece, se reproduce y no se podrá eliminar”, complementó.

Castañeda Riera lamentó que si se llagaran a eliminar los invasores de las aguas venezolanas, pero Colombia no haga nada, “el pececillo (especie invasora) puede ir de una agua a otra porque ellos no conocen frontera”.

“Una vez que liberas una especie no hay vuelta atrás. La opción más inteligente es la prevención. A estas alturas todos los capitanes conocen la norma atiba. Es muy difícil que el profesional no haga esta gestión”, comentó Castañeda Riera, quien trabajó para el Instituto Nacional de los Espacios Acuáticos (INEA).

“Venezuela toma cartas en el asunto”

También dijo que “hay una problemática ambiental pero la nación no toma cartas en el asunto”, a la vez que subrayó que desde 2024, todos los buques que estén navegando se les van a exigir  un sistema de filtro.

“Las cartas están enmarcadas en lo que son las directrices de la OMI, estas medidas son aplicadas en Venezuela a través de su organismo ejecutor, como los es el  INEA”, especificó.

El biólogo aseguró que el INEA toma como medida preventiva verificar todo y cada uno de los buques que entran en Venezuela. “Se les pasa revista, una inspección documental y a la calidad microbiológica del agua que traen para así verificar que cuando sean descargadas no liberen microrganismos nuevos”, describió.

Detalló que el primer mecanismo es un recambio en aguas profundas lejos de la costa. “El principio es que si viene el barco con agua costera  en su navegación, cuando está lejos de las islas y profundo en navegación, bota sus aguas y toma oceánica que es la que bota en Venezuela”.

 “Si no hace la gestión del agua, el buque puede tener la posteta de retener el líquido dentro de sus tanques. Se va a su próximo viaje en aguas profundas hace el descargue y no ha sucedido nada”, especificó.

Castañeda Riera, quien trabajó en la coordinación y creación del primer estudio de línea base biología portuaria en Venezuela, afirmó que la nación caribeña se ubica como un país líder de la región en la gestión de agua de lastre.

“Todos los buques que entran en el lago de Maracaibo se les hace una revisión de la gestión documental de como manejaron las agua, se hacen tomas de muestra de los tanques y unos análisis fisicoquímicos para determinar la concentración de los microorganismos. Se mantiene la seguridad ambiental y las actividades portuarias en un completo equilibrio”, puntualizó.

 

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