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Experto: "Crisis hídrica en Maracaibo inicia desde las primeras gotas que nacen en las cuencas"

El miembro de la junta directiva del Centro de Ingenieros del estado Zulia, Ausberto Quero, asegura que el caos del sistema hídrico de Maracaibo responde a la mala administración de la gestión integral del manejo del agua a manos de Hidrolago

Según estimaciones de organismos internacionales, como la Organización de Naciones Unidas (ONU), cerca de un 40 % de la población mundial, unos 2.400 millones de habitantes, no goza de un servicio de agua potable óptimo, ni en calidad ni cantidad. En Venezuela, más del 60 % de los ciudadanos viven entre constantes fallas en la distribución del recurso hídrico.

Maracaibo no escapa de esta realidad. Son recurrentes las denuncias por parte de activistas y ONG defensoras de DD. HH. donde aseguran que el estado Zulia está entre las principales entidades del país con los peores servicios públicos, ubicándose el agua en la segunda posición, seguido de la electricidad.

Para el miembro de la junta directiva del Centro de Ingenieros del estado Zulia (Cidez), Ausberto Quero, la crisis hídrica que vive la capital zuliana desde hace algunos años responde a la mala administración de la gestión integral del manejo del agua a manos de la Hidrológica del Lago de Maracaibo (Hidrolago).

Gran parte de la ciudad no recibe “ni una gota” por tubería desde hace cerca de dos meses y, cuando llega, no es apta para su consumo ni uso por su notable turbiedad. En conversación con Versión Final, el ingeniero agrónomo explica que para entender el verdadero problema que padecen los marabinos actualmente, es necesario “enfocarse en la cadena de producción de agua”.

El líquido que llega a Maracaibo se genera, principalmente, en las aguas superficiales que se producen en las cuencas hidrográficas, de allí va a los embalses, de cada embalse se dirige a una planta de tratamiento, luego a un sistema de conducción y por último a la ciudad.

Pero, ¿qué pasa en cada uno de estos sitios?

El experto indica que la precariedad del servicio hídrico “inicia desde las primeras gotas que nacen en las cuencas hasta la última gota que llega a casa”, debido a los altos índices de deforestación de las zonas que, según dice, deberían estar protegidas por la Guardería Ambiental. “El mismo Gobierno reconoce la situación pero se libran de toda responsabilidad”, añade.

Las cuencas hidrográficas son las fábricas donde se produce el agua y las nuestras están altamente deforestadas”, comenta Quero, refiriéndose a las cuencas de los ríos Socuy y Cachirí, que brindan agua a Manuelote-Tulé; y a las de los ríos Palmar, Lajas y Caño e’ Pescado, que surten al embalse Tres Ríos.

Asegura que “es un problema serio porque no hay gerencia de la gestión del recurso. Tampoco hay planes de reforestación. Se deben plantar árboles para que esas áreas puedan cumplir con su rol dentro del ciclo hidrológico y como un efecto para la captura de CO2 que contribuye adicionalmente con el cambio climático”.

De las cuencas, el agua pasa a los embalses. Maracaibo cuenta con tres: Tres Ríos, Manuelote y Tulé, donde gran parte de la estructura “está deteriorada por falta de mantenimiento”, denuncia el también presidente de la Comisión del Ambiente del Cidez.

Agrega que desde el complejo Manuelote-Tulé, el sistema de bombeo envía el agua a Cerro Cochino, “un sitio muy alto”, y de allí baja por gravedad a la Planta Potabilizadora Alonso de Ojeda, conocida como Planta C. Sin embargo, de las cuatro bombas que están en este embalse para cumplir esta función solo están operativas dos, “por lo tanto, la cantidad de agua que debería llegar a la planta potabilizadora no es suficiente”.

El lunes 21 de junio, el gobernador del Zulia, Omar Prieto, se refirió a la instalación de la cuarta línea de bombeo de Tulé para iniciar la distribución en la zona metropolitana de la entidad, específicamente en nueve parroquias de la parte sur de Maracaibo y algunos sectores de San Francisco.

Al ser consultado, Quero afirma que “el manejo del agua no debe de verse como solucionar un punto, debemos ver el problema desde el comienzo”.

“No se cumplen con los parámetros de turbiedad”

Quero expone que el agua que llega a los embalses debería cumplir con parámetros de consumo, que Hidrolago no está acatando.

Solo por hablar de dos normas, tenemos la de turbiedad y la de los sólidos disueltos. Cuando el agua llega a los embalses tiene más de 1.500 miligramos por litro de sólidos disueltos y más de 250 unidades nefelométricas de turbidez”, tecnifica.

Indica que estas son normas internacionales para corroborar que el líquido es apto para consumo humano. “Para que tengan una idea, el agua debe tener entre 1 y 5 unidades nefelométricas de turbidez, y ahora tiene más de 250; y para que sea potable debería estar entre 600 y 1.000 miligramos por litro de sólidos disueltos”, alega.

En este momento, Planta C no tiene capacidad de tratamiento, pues de los seis sedimentadores con los que cuenta, solo dos están en funcionamiento, dice el ingeniero. Esto radica en la sequía en los hogares marabinos o que el agua llegue “como tamarindo”.

El presidente de Hidrolago, Jorge Silva, asegura que en este momento Planta C está recibiendo 2.800 litros de agua por segundo, cuando debería bombear a Maracaibo unos 7.200.

“Es un problema complejo comprendido por la inoperatividad, sistemas de bombeos incompletos, fallas en la sedimentación. Tenemos un problema de cantidad y de calidad”, refiere el miembro del Cidez.

Tras plasmar el panorama completo de la crisis hídrica en la capital zuliana, Quero llama a las autoridades y a las comunidades “a no ver que la solución está en resolver la escasez de químicos, arreglar los deteriorados sistemas de bombeo o los sedimentadores. Se trata de un sistema complejo en el que todo está encadenado y para garantizar el agua de forma oportuna se amerita una gestión integral”.

¿Qué se puede hacer?

Como posibles soluciones planteadas por el experto en gerencia técnica de proyectos de ingeniería y estudios ambientales, el primer paso es involucrar “gente capacitada” en el manejo de recurso hídrico “porque las personas que verdaderamente sabían del problema se han ido”.

Seguiría realizar un diagnóstico “muy detallado” de cada uno de los componentes.

En las cuencas, debemos estudiar cómo repoblar y con qué especie; en los embalses, es necesario medir con batimetrías cuál es la vida útil de estos espacios, la sedimentación de los mismos, y la profundidad; analizar las fallas de las plantas potabilizadoras y los sistemas de bombeo de Maracaibo; además de garantizar un stock de repuestos”, propone.

Como otras medidas para mejorar la dotación de agua a corto y mediano plazo, expone el reemplazo de las tuberías para el sistema de distribución del recurso y la posible construcción de un nuevo embalse en el río Guasare de la represa de El Brillante, un proyecto que estaba planteado desde el año 2.000.

“Esto no es de un día para otro, hay que ir reordenando. Tenemos que involucrarnos todos los sectores, hacer una especie de junta evaluadora y mejorar el servicio. (…) Las hidrológicas no pueden seguir dependiendo de un ente centralizado, debe haber una independencia”, menciona Quero.

Asimismo, asoma realizar mejoras en el sistema tarifario del agua, “pero para cobrar lo que cuesta, se debe prestar un servicio de buena calidad”.

Por último, estima aproximadamente un periodo de seis meses para concretar todos los planteamientos “y en cuestión de dos años podríamos hablar de un consolidado plan de trabajo que se lleve a los efectos”.

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