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Experto condena el uso de bicicletas en el Parque Nacional El Avila

Elides Sulbarán Zambrano, catedrático, coautor de libros y publicaciones sobre gestión ambiental y conservación de Parques Nacionales, denuncia que Imparque pretende legalizar el uso de bicicletas en El Avila, adaptando el Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso PORU a la legislación actual

Elides Sulbarán Zambrano, catedrático, coautor de libros y publicaciones sobre gestión ambiental y conservación de Parques Nacionales, considera ilegal que se permita el uso de bicicletas y se realicen competencias con este medio de paseo o transporte en el Parque Nacional El Avila, en Caracas.

Sulbarán denuncia que Imparque pretende legalizar el uso del vehículo de dos ruedas en esa montaña, pulmón vegetal de la capital venezolana, adaptando el Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso PORU a la legislación actual.

Considera que la propuesta del organismo regulador de los parques nacionales, viola el artículo 12 de la Ley Orgánica de Seguridad de la Nación, que reza: la diversidad biológica, los recursos genéticos, los procesos ecológicos, los parques nacionales y monumentos naturales y las demás áreas de importancia ecológica serán conservadas, resguardadas y protegidas como patrimonio vital de la Nación, garantizándose a las generaciones futuras el uso y disfrute de una vida y ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado.

"Cuando en el bien público Parque Nacional se segregan áreas para destinarlas a actividades o asentamientos contrarios a su propósito fundamental, especialmente si así se benefician intereses particulares, se está desnaturalizando el Parque Nacional", dice

Recuerda que el fundamento de que el actual Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso PORU, está obsoleto, "queda relegado a su condición de simple excusa con la que se enmascaran intereses privados y se busca la satisfacción de espacios para deportes extremos".

En el más reciente evento deportivo realizado en el Parque El Avila, en octubre de 2019, se otorgó una autorización a Enduro Series Venezuela para que realizara la carrera de bicicletas, "con la existencia de una laguna jurídica para la aplicación de la vía de excepción y fue el camino por el que transitó Inparques para autorizar la actividad, enfatiza el experto.

En opinión del catedrático, cuando los ciclistas se lanzan cuesta abajo en sus bicicletas, las aves y los maticéis del verde de los vegetales, las formas que adquiere la vida no son de su interés y no pueden ser objeto de su atención.  "Sólo interesa y se está atento al reto que representan las dificultades del sendero, el tiempo y el esfuerzo físico", dice.

Cuando el descenso es nocturno, como acostumbran muchos, el propósito de esta actividad  queda totalmente evidenciado, estando absolutamente divorciado de cualquier disfrute de los valores ambientales naturales, asegura

Refiere que rutas con dificultades a ser vencidas con el esfuerzo físico, reflejos y atención existen en la Gran Caracas, especialmente acondicionados y mantenidos, como la pista de bicicross en La Fragua, en los Altos Mirandinos.

¿Por qué en El Ávila?

Para Elides A. Sulbarán Zambrano, las razones hay que buscarlas, precisamente, en la excepcionalidad del sitio. "Por ejemplo, no es lo mismo lanzarse en paracaídas desde un avión volando a 1000 m de altura  sobre el suelo, que hacerlo desde el Salto Ángel, la caída de agua más alta del planeta, de similar altura; el ego demanda lo poco común", expresa.

Explica que una segunda razón podría estar en el interés comercial de quienes han promovido, desde hace pocos años, la ilegal presencia de ciclistas en El Ávila: "los ciclistas van a conocer la ruta en la que competirán, el fin del entrenamiento es la carrera, y la carrera es un  negocio que mueve cifras importantes; inscripciones, venta de equipos, patrocinios, a lo que hay que sumar otros intereses crematísticos como la oferta de servicios de alojamiento, transporte de bicicletas, planes integrados por varios servicios; la imaginación es el límite dado el fáctico apoyo oficial".

En su opinión, "el legítimo interés comercial de los promotores se funde con un absoluto desinterés por la conservación del Parque Nacional, manifiesta y desnaturalizadamente apoyado por Inparques". 

 

 

 

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