El Zulia conmemora el natalicio de Rafael Urdaneta
Hoy el Zulia conmemora 230 años del natalicio del general Rafael Urdaneta, uno de los próceres más importantes de la independencia de Venezuela, amigo fiel en batalla del Libertador Simón Bolívar y quien también fue presidente de la Gran Colombia.
El 24 de octubre de 1788, nació Urdaneta en Maracaibo, estado Zulia, y murió el 23 de agosto de 1845 en París.
Estudió en su tierra natal Latín y filosofía. A los 12 años fue enviado a Bogotá a cargo de un tío. En 1810, cuando Bogotá declara la independencia, se alista en el ejército como teniente y asciende a Teniente Coronel, en 1812. Posteriormente, se une a Bolívar y tiene un significativo rol en la Campaña Admirable.
Durante la gesta independentista venezolana, Urdaneta asume un excelente papel participando en numerosas acciones militares como la toma de su Maracaibo natal, la marcha hacia San Carlos, previa a la Batalla de Carabobo. Gracias a su gran desempeño decidió ascenderlo a General en Jefe.
El “Brillante del Zulia”, calificado así por el propio Bolívar, participó en las batallas de Niquitao, Taguanes y Bárbula, así como en la “Retirada hacia Oriente” (1814).
En 1824 fue nombrado Intendente del Zulia y se desempeñó en ese cargo hasta 1827.
En 1828, desde la secretaría de Guerra, le tocó juzgar a los asesinos de septiembre, que atentaron contra Bolívar. Convencido de la culpabilidad de Santander, lo condenó por no haber impedido la “conspiración contra el jefe supremo de la nación”.
En 1830, después del movimiento que derrocó al presidente Joaquín Mosquera, asumió la Primera Magistratura de Colombia hasta 1831, cuando por efecto del Convenio de las Juntas de Apulo renunció en favor del general de brigada Domingo Caicedo.
Último presidente de la Gran Colombia
En 1829, trató de salvar la obra bolivariana y la unidad de la Gran Colombia y se encargó de la presidencia, siendo su último presidente.
Posteriormente fue nombrado por el presidente Carlos Soublette como enviado extraordinario de Venezuela ante el gobierno Español para lograr el reconocimiento diplomático de este país. Sin embargo, en su camino hacia Madrid, muere en París. Su misión fue concluida por Fermín Toro.
Sus restos fueron trasladados y sepultados en el Panteón Nacional de Venezuela en 1876.
En la región varios símbolos históricos llevan su nombre: un Museo Histórico, el Puente sobre el Lago de Maracaibo, un parque, un municipio y varias parroquias, una Universidad, numerosas biografías, ensayos y estudios. Incluso, ayer la Alcaldía cambió el nombre de la avenida Padilla por la avenida Urdaneta, en nombre de este prócer zuliano.
