El diario plural del Zulia

El Puente fue “escuela” para noveles ingenieros y arquitectos

De modo que allí lo que se hizo fueron prácticas de campo—, reflexiona Jesús Morón cincuenta y cuatro años después.

Casi quinientos años luego del primer avistamiento de las aguas de Coquivacoa, construyeron el Puente general Rafael Urdaneta. 24 de agosto de 1962. Gobernaba Rómulo Betancourt en el país. El Gabinete Ejecutivo Nacional, más las representaciones diplomáticas, ministro de Obras públicas de Colombia, Ecuador, Bolivia y Brasil y el gobernador del Zulia, Luis Vera Gómez, estuvieron en la inauguración. Fuegos artificiales, bombos y platillos. Doscientas mil personas presentes.

Jesús Morón era estudiante de ingeniería para ese entonces. Cursaba sus últimas materias. Compartía el día con personal venezolano y europeo, especialmente alemanes. Y mucho “jovencito”. Todos interesados en aprender de la construcción.

—Hay tantas cosas que han ocurrido en estos 50 años, tantos aprendizajes (…) Para ese momento eso era como cuando un estudiante de Medicina está delante de un cadáver y comienza a revisar a ver qué detecta, qué observa. Algo así fue esa experiencia.

La participación de Morón en la obra consistió en trabajar en las vías de acceso al Puente. Desde la plaza de peaje hasta la autopista, donde está el distribuidor de Perijá, en el cruce del kilómetro 3. Ya luego se incorporó en las primeras mediciones de asentamiento de la estructura ya puesta en funcionamiento.

Recuerdos de Benedetti

datosversionfinal— (...) Ese Puente nos dio popularidad. Maracaibo fue el comienzo de nuestra vida como compañía—.

Óscar Benedetti es uno de los ingenieros constructores que levantó la estructura de concreto pretensado y hormigón armado ícono de Zulia. Del grupo que trabajó como proyectista y ejecutor de la obra, solo queda vivo él. Todos eran empleados de la empresa Precomiprimido C.A.

Ya tiene una edad avanzada. Habla poco y recuerda menos. No duda en asegurar que sus emociones son limitadas por sus 90 años, pero reconoce que el Puente General Rafael Urdaneta fue —y es— una obra única en el mundo.

—El haber construido un Puente en nueve meses nos dio buena fama. Ganamos la licitación porque ofrecimos el mejor precio— dice con orgullo.

La licitación la ganaron como consorcio Precoway, sociedad de Precomprimido con Julius Burger, firma alemana.

Más tarde se le dio el nombre de Consorcio Puente Maracaibo. Ocho personas formaban la junta directiva. Entre esos estaba él.

En 1957 entregaron la obra. Había oficinas en Europa y Venezuela. Los planos lo revisaron en Italia, lo hacía el profesor y arquitecto Riccardo Morandi.

—Lo conocí en Italia, por 1955, más o menos (…) Hombre muy educado y preparado— recuerda.

Cuando en 1958 tumbaron a Marcos Pérez Jiménez, detuvieron la construcción. Un año más tarde se firmó un nuevo contrato que concretó la obra. A pesar de que no reside en la ciudad y poco cruza el Puente, evalúa el estado de la infraestructura. El mantenimiento no es el más adecuado, sentencia.

 

 

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