El objetivo de los yukpas es llegar a Caracas: La historia no contada de las protestas en el Puente

Fue el martes 13 de junio cuando los 8,678 kilómetros del Puente General Rafael Urdaneta se convirtieron en blanco de las protestas protagonizadas por decenas de integrantes de la comunidad yukpa.

Por solo seis horas, los indígenas que viven en la falda de la serranía perijanera dejaron el paso libre por la principal vía que comunica Maracaibo con el resto del país.

Lo hicieron luego que, un grupo de choferes se hartó de esperar la liberación del acceso bajo el inclemente sol y rompió por sus propios medios la barrera impuesta en el Puente. Este sería solo el comienzo de una larga cadena de sucesos que hasta el momento no tiene fin.

Aquella jornada, el grupo étnico volvió a tomar el canal de entrada y salida del coloso zuliano, en su lado occidental. Llegaron en la noche y se quedaron en el lugar hasta las 5:00 de la mañana. La versión de los líderes de la manifestación es que fueron emboscados por efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana, quienes dejaron sin luz los alrededores de la zona para luego proceder a la detención de un grupo de hombres y mujeres presentes en el lugar.

Iván Fernández, uno de los indígenas que participó en aquella manifestación, relató a Versión Final que la comunidad yukpa en ningún momento cerró el Puente ese día, simplemente exigía que les permitieran dirigirse a Caracas para negociar sus artesanías. Fernández comentó que solo buscaban una respuesta a sus peticiones, pero los efectivos de seguridad arremetieron contra ellos sin ningún tipo de motivo.

Nosotros no cerramos el Puente, fueron los policías, ellos cerraron el lugar porque sabían que teníamos un viaje a Caracas, entonces esa noche fuimos nuevamente esperando que nos permitieran viajar pero ante la negativa decidimos quedarnos toda la noche en el lugar y a las 5:00 nos pidieron que nos fuéramos, al ver que no nos retirábamos, ellos (GNB y PNB) apagaron las luces y cuando estaba todo oscuro nos empezaron a tirar piedras causando heridas graves a muchas personas, además se llevaron a varios detenidos”, señaló Fernández.

La niña que se quedó sola

Según el integrante de la etnia yukpa está situación derivó en una disputa con los organismos de seguridad. Durante el altercado, los indígenas abandonaron el lugar dejando sola a una niña de aproximadamente un año de edad, quien quedó en custodia de la Policía Nacional Bolivariana hasta que funcionarios del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, se hicieran cargo de la situación.
José Romero, un líder de la etnia, destacó que la niña no fue dejada allí por un descuido y explicó que los efectivos de seguridad no le permitieron a la madre tomarla al momento de los hechos irregulares.

Después de la pelea, la mamá trató de buscar a la niña pero los oficiales no se lo permitieron y detuvieron a la mujer, posteriormente la soltaron pero la niña se quedó en el lugar, dos días después se la devolvieron a los familiares a eso de las 1:00 de la mañana, en los alrededores de El Samán", aclaró el líder indígena.

La protesta en el kilómetro 18

Los sucesos registrados esa noche sirvieron como detonante de una serie de eventos, que hasta la fecha no se han podido resolver. 25 personas fueron privadas de libertad.

Se pudo conocer que mientras los detenidos eran trasladados hasta el kilómetro 18, vía Perijá, el vehículo en el que se dirigían fue abordado por varios integrantes de la comunidad yukpa, quienes presionaron a las autoridades para lograr la liberación de quienes estaban bajo custodia policial.

Los ánimos siguieron caldeados. El pasado 15 de junio, los yukpas volvieron a tratar de retomar su marcha rumbo a Caracas, pero les fue negado el acceso por los oficiales, quienes cerraron las vías del Kilómetro 18, que comunica a Maracaibo con el Sur del Lago.

Ante la negativa de las autoridades de abrir el paso, se desató una nueva batalla campal entre los organismos de seguridad y los indígenas, que terminó con siete detenidos y más de 10 personas heridas.

Además, fueron decomisadas 25.000 artesanías entre sombreros y collares. De las siete personas arrestadas, cuatro fueron puestas en libertad y solo tres se mantienen en custodia. Las personas detenidas fueron identificadas como Zenaida Martínez; su esposo, Alfonso Romero, y Francisco Romero, ambos líderes de la comunidad yukpa.

Asimismo, las 10 personas lesionadas responden a los nombres de Yoseany Vergara, Alberto Avilés, Marlene Salas, Rafael Rincón, Ludairis Piñero, Maritza Ramos, Maritza Terán, Miguel Romero, David Ramos, Andrés Romero y Kelly Fernández, quienes sufrieron golpes en varias partes del cuerpo.

Andrés Romero, uno de los heridos, se presentó en el Palacio de Justicia, ubicado en el centro de Maracaibo. El hombre se mostraba muy inquieto y dejó ver una cicatriz en el pómulo izquierdo, producto de la agresión, que según él, fue recibida por los cuerpos policiales.

De acuerdo con Romero, los oficiales le lanzaron piedras y una de ellas le impacto en el rostro dejándole una herida en la cara, que explicó tuvo que ser saturada.

Ellos estaban preparados, tenían una montaña formada de piedras de asfalto y empezaron a lanzarlas, una me dio en la cara y empecé a sangrar, ellos venían corriendo hacia nosotros, pero se detuvieron para no chocar con una barrera de granzón que había en el lugar", indicó el afectado.

En horas de la mañana de este jueves 22 de junio, al menos 50 yukpas se acercaron a la sede del Circuito Judicial Penal del estado Zulia. Hombres, mujeres y niños estaban a las afueras del lugar esperando una respuesta sobre la situación de los tres líderes detenidos.

El grupo advirtió que seguirían allí hasta que sus integrantes sean liberados. Según el Cacique Sabino Romero, no pudieron constatar la situación en la que se encuentran los detenidos, motivo por el cuál decidieron hacer acto de presencia en el Palacio para conocer los detalles de sus estados.