El diario plural del Zulia

El intercambio navideño, una tradición que sobrevive a la crisis venezolana

En Venezuela y en América Latina esta tradición tiene auge en época de Navidad, tanto en el ámbito familiar como el laboral. La creatividad y el ingenio criollo se imponen este año. Un dulce, un artículo de aseo personal y cualquier otro obsequio buscan preservar la empatía, amistad y buena vibras en el grupo

Llega el miércoles y una cesta con mantel navideño reposa sobre una pequeña mesa. Los empleados de una empresa empiezan a llegar a sus puestos de trabajo y la canasta comienza a llenarse. Los detalles son variados, creativos y alegran a quienes esperan con ansias al “Amigo Secreto”, el intercambio que renueva la sonrisa de los zulianos en tiempo de Navidad.

Pese a la situación económica y social que atraviesa el país, los trabajadores de una firma de publicidad en Maracaibo, desde finales de noviembre, seleccionaron aleatoriamente con quién intercambiaría. Desde entonces, cada miércoles son sorprendidos por los detalles del tradicional canje. Esta semana se conocerá quién es la persona detrás de los regalos.

Magaby Paz asegura que le encantan estas actividades por ser una manera de mantener unido al equipo de trabajo. “Es la forma de escapar de la fea realidad que vivimos”, agrega.

Diego Araujo, aunque no es muy amante a este tipo  de permuta, porque en algunas oportunidades no ha quedado satisfecho con el obsequio final, reconoce que a través del “Amigo Secreto” se logra la unión laboral y un ambiente de alegría en el lugar donde pasa ocho horas al día.

Este año, a diferencia de los anteriores, los empleados decidieron no imponer un precio al obsequio final, que se entregará en un compartir. “Sabemos que no todos tienen los mismos ingresos y las mismas responsabilidades. El límite mínimo será de 50 mil, lo demás queda a juicio de cada uno”, expresan los trabajadores.

La creatividad se renueva

Al oeste de la capital zuliana, en una distribuidora de alimentos, unos 50 trabajadores realizan la actividad. Pero esta vez de una forma más llamativa; hortalizas, objetos sexuales, productos de higiene personal, comida, golosinas y otro tipo de artículos, son los regalos que destacan en el lugar.

La primera semana me regalaron una yuca, la segunda un huevo, después una chupeta y ahora solo el palito de la chupeta. No comprendo a mi amigo secreto, aunque tengo sospechas de quién puede ser”, explica Nancy Aponte, quien asegura que en su caso ha obsequiado, ñame, ropa interior barata y hasta una bolsa negra.

Reinaldo Quintero afirma que nunca pensó divertirse tanto con este intercambio. “No iba a participar por la situación, pero si no lo hubiera hecho estuviera arrepentido. Me he gozado mucho cada lunes, son risas tras risas”, dice.

En la empresa marabina realizarán el cierre de la actividad el próximo 15 de diciembre junto a almuerzo navideño que busca regalar un momento de alegría y unión entre los trabajadores, que este año han sorteado uno de los más difíciles, según refiere Alicia Suárez, administradora del lugar.

La gerente administrativa asegura que en 2019, ante las distintas necesidades y carencias, ni un solo lunes los empleados han dejado de recibir su detalle.

 Algunos salen más contentos que otros, pero lo importante es que nos distraemos. Acá hay desde contadores hasta personal de limpieza. Unos dan harina, productos de aseo del hogar, golosinas y otros disparates, pero lo primordial es que cada quien lleva a su casa algo y la pasa bien”, acota la mujer.

Origen de esta tradición

Hay quien sitúa el nacimiento del Amigo Invisible o Secreto en la Venezuela en el siglo XIX, cuando a las mujeres casadas o prometidas no les era permitido tener amigos sino compadres por las fuertes presiones sociales de la época. Para esquivar la prohibición, grupos de hombres y mujeres comenzaron a reunirse para intercambiarse obsequios de una manera diferente: los participantes sacaban, de forma aleatoria, un trozo de papel con el nombre de la persona a la que le tocaba hacer un regalo. Lo que empezó llamándose “Compadre Secreto de Papelito” traspasó fronteras.

Otros se aseguran que fue Estados Unidos el lugar que vio nacer esta tradición. Además, se atreven incluso a dar un nombre del filántropo Larry Dean Stewart, el Santa Claus Secreto, quien era un hombre de Kansas que perdió su trabajo varias veces, siempre en Navidades.

Dean Stewart, lidiando con la mala suerte y con un destino que parecía avocado al fracaso, invirtió en una televisión por cable y se hizo millonario. A partir de entonces, cada Navidad enviaba dinero de forma anónima a personas que lo necesitaban. No reveló su identidad hasta que supo que estaba muriendo de cáncer. Muchos creen que él fue el verdadero precursor del Amigo Invisible.

Lo cierto es que en Venezuela y muchos países de América Latina esta tradición tiene auge en época de Navidad, tanto en el ámbito familiar como el laborar.

Este año, por el tema de la migración, mi familia se ha reducido. Decidimos no hacer Amigo Secreto, pero sí el intercambio del 25 de diciembre. No hay un monto monetario para el regalo, obsequiaremos lo que podamos comprar”, manifiesta Johaxi Montero. 

“Oportunidad para conocerse”

Magaby, Diego,  Nancy y Alicia concuerdan con la opinión de Noris Alemán, trabajadora de la empresa de publicidad, quien aseguró que los intercambios en época decembrina son la “oportunidad perfecta” para acercarse a las personas que ven a diario, pero que muchas veces “la relación no pasa de un saludo”.

Muchos estamos ensimismados en el trabajo. El Amigo Secreto es una forma de acercarnos, de crear afinidad y conocer el gusto de las personas con quienes convivimos a diario. Es romper la rutina diaria laborar, mantener la tradición y rescatar la alegría del otro”, afirma Alemán.

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