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El hambre y los abusos sexuales estremecen a cinco hermanos en Milagro Norte

En la familia Bravo Delgado tres mujeres de 22, 20 y 11 años, supuestamente, fueron abusadas sexualmente por uno de sus tíos y el abuelo. Sus otros dos hermanos, un joven de 26 años; y una adolescente de 13, ambos con discapacidad intelectual, presentan un cuadro de desnutrición severa

Lo que inicialmente se ventiló como dos casos de desnutrición en el seno de una humilde familia del barrio Altos de Milagro Norte, terminó ayer en un triste escándalo que conmocionó a la parroquia Coquivacoa de Maracaibo: Seis casos de malnutrición aguda agrave, con el lamentable saldo de dos fallecidos, y tres hermanas de 22, 20 y 11 años que, presuntamente, fueron abusadas sexualmente por un tío y su abuelo.

A los vecinos de la avenida 6-I les preocupaba que en la casa de los Bravo Delgado, signada con el número 28-28, dos miembros de esa familia: Adalberto, de 26 años; y su hermana, de 13, presentan un cuadro crítico de nutrición.

La muerte  por hambre de un vecino Orlando Rodríguez, de 66 años, registrada el 31 de diciembre del año pasado; y de otra infante, alarmó a la comunidad y a los miembros de la iglesia cristiana Fuente de Salvación y la Fe, quienes denunciaron a Versión Final la dramática situación.

 

La pequeña "Ana" ingería un poco de agua luego de probar un bocado de comida que le dio un miembro de una iglesia de la comunidad

 

Los hermanos Bravo Delgado son víctimas de la indolencia, descuido y la miseria que los rodea. Un equipo reporteril de este rotativo visitó la casa donde Adalberto yacía sobre una improvisada cama, sin colchón y que solo la cubría una desgastada cobija. El joven no camina ni habla, a su edad debería pesar más de 21 kilos. Su hermana, “Ana” -nombre ficticio-, permanecía en una silla de plástico, con el torso desnudo, y su barriguita abultada marcada por la escabiosis.

La niña en apariencia tiene rasgos de un varón, su cabello no crece producto de la mala alimentación. No habla, se comunica con señas que su entorno apenas puede entender. Golpea sus dos puños para indicar que quiere arepa. Sonríe, camina y aplaude a pesar de su desgano. El plato de comida que consumió, minutos antes, le inyectó energía. Solo pesa 16 kilos.

Incesto

Los habitantes de Altos de Milagro Norte también sospechaban que una de las tres hermanas de Adalberto y “Ana”, “Maritza” -nombre ficticio-, de 20 años y quien también presenta una leve discapacidad mental, estaba embarazada tras ser abusada sexualmente.

Mientras los periodistas realizaban su trabajo en la barriada, una comisión mixta del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes; la Dirección de Desarrollo Social de la Alcaldía de Maracaibo y la Policía Municipal, llegó al lugar para abordar la situación.

 

"Maritza" confesó a los funcionarios de Polimaracaibo los abusos sexuales cometidos por el abuelo y uno de sus tíos

Cuando los funcionarios indagaban sobre las responsabilidades de los familiares en los casos de desnutrición de Adalberto y “Ana”, y por la presunta violación de “Maritza”, descubrieron que sus otras dos hermanas “Mariela” y “Adriana”, aparentemente, fueron abusadas por su abuelo y unos de sus tíos.

“Mariela”, de 22 años, y “Adriana”, de 11, confesaron ante Polimaracaibo que fueron víctimas de la relación incestuosa perpetrada por sus familiares. Los abusos habrían llevado a “Mariela” a escaparse del hogar y desentenderse de sus consanguíneos. Se casó y tiene una hija, ahora a pocas cuadras de la casa en la que vivió días de terror.

El padre de los cinco hermanos, Eligio Bravo, es buscado por las autoridades. No vivía con ellos, pero deberá responder por la condición deporable y deshumanizada en las que habitaban sus hijos. El abuelo fue detenido ayer por los funcionarios policiales, pero hoy se conoció que fue liberado bajo presentación por ser un adulto mayor. Sus tíos aún son buscados.

 

Adalberto tapa su rostro al ver extraños dentro del humilde hogar; mientras Carolina Leal le daba un plato de comida

 

La vivienda ubicada en el barrio Altos de Milagro Norte permaneció rodeada de curiosos, tras la llegada de la Policía Municipal
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