Diez voluntarios dicen “¡Levántate!” a más de 200 marabinos
Es casi insostenible el desespero por recibir comida. Niños, jóvenes y ancianos aguardan por la ayuda de unos 10 voluntarios. Con envase en mano, esperan su turno. Entre adoraciones y alabanzas, se calman los ánimos y el semblante cambia a medida que les reparten los alimentos.
Para paliar los embates de la economía actual, la Fundación Levántate, creada en el 2017 por los hermanos Ángelo Parra y Alessandro Parra, improvisa un comedor comunitario en la plaza Yépez, donde todos los viernes, a las 2:00 de la tarde, atiende a más de 280 personas de escasos recursos.
Entre gritos y risas, los hermanos van de mano en mano repartiendo la comida, haciendo referencia a la obra de Dios. Sábanas tendidas se convierten en los asientos del comedor. Las familias se disponen a comer mientras comparten sus alimentos y luego de agradecer al Creador por el plato recibido.
“Nadie se queda sin almuerzos, porque Dios multiplica los alimentos”, expresa Ángelo Parra, presidente de la fundación.
Todo comenzó con 40 panes, ahora sirven almuerzos al prójimo, gracias al patrocinio de la iglesia de Dios misionera en Utah, Estados Unidos. Las sonrisas ya no se borran, el alimento además nutre los corazones de niños y adultos mayores.