Denuncian cobro de inscripción en preescolar público
Hagamos un ejercicio de imaginación: la maleza sobrepasa los tobillos de quienes caminan por el patio del preescolar Los Patrulleritos. Hace poco una de las representantes se topó con una tragavenado. La serpiente se escabulló rápidamente entre el monte, pero la atraparon. Desde entonces los niños no salen a jugar en el recreo. Las bombillas están expuestas y se corre el peligro de que un día una de las docentes encienda la luz y haya una explosión que dañe a los alumnos.
Estas características configuran la realidad de 84 pequeños —28 por cada aula— de una institución de educación inicial que pertenece al Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez) y que está dentro de las instalaciones del comando de Los Patrulleros.
Un grupo de madres se acercó a Versión Final para exponer sus preocupaciones. No se atreven a poner en duda la calidad educativa del centro escolar, aun así el hecho de que este año la directiva haya decidido cobrar, a manera de “colaboración”, 5.000 mil bolívares les genera la interrogante de hacia dónde va ese dinero si no lo ven reflejado en pinturas, iluminación y agua.
—El año pasado fueron mil quinientos— recordó Yasnelis Finol, madre de un niño.
Problemas de vieja data
La gestión del gobernador Francisco Arias Cárdenas inauguró el plantel hace tres años. Los problemas, para entonces, no se evidenciaban tanto como ahora. Uno de sus principales obstáculos ha sido el agua. Siempre dura un día, a lo sumo dos.
—Y eso que hay tres tanques— observó otra representante, Greinir Briceño.
Ninguna de las madres quiere imaginarse el estado de los baños.
Las lámparas colgantes amenazan la jornada escolar por estar suspendidas de un cable fino y frágil que en cualquier momento cede.
—Es peligroso porque los niños pasan el tiempo dentro del salón— expresó Finol
La directiva de “Los Patrulleritos” no da la cara, revelan las representantes. Las denunciantes no retiran a sus hijos porque se trata de un preescolar especial, solo para hijos de oficiales. Y, porque además, las maestras imparten “contenidos de calidad”.
