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ABC muestra condiciones del JM de los Ríos [+ Fotos]

Entre agujeros en las paredes, marcos sin ventana, escombros, camillas apiladas, tuberías visibles y techos desmantelados los profecionales de la salud hablan por los pasillos con preocupación debido a que no tienen los insumos necesarios para curar a los pequeños

El hospital José Manuel de los Ríos se ha convertido en un centro lleno de desesperación para familiares y pacientes, quienes intentan curarse entre escombros y techos caídos. Sus condiciones actuales son deplorables a pesar de que era una referencia para el país desde 1973.

El centro pasó de ser un hospital con estructuras y especialidades de tipo cuatro, según la clasificación internacional, a un hospital de tipo dos, explicó Huníades Urbin, doctor y exdirector de la institución de salud venezolana.

En un reportaje realizado por ABC, el periodista V. S. Abreu logró burlar la seguridad del hospital de niños y capturó en imágenes y testimonios de lo que viven los pacientes. Agujeros en las paredes que comunican con la calle, marcos sin ventana, escombros, camillas apiladas, tuberías visibles y techos desmantelados es lo que pudo mostrar el corresponsal.

Durante tres horas recorrí el centro y pude comprobar lo devastador de su situación, y hablar con algunas de las familias que sufren el viacrucis de las deficiencias y carencias del hospital en él han muerto en las últimas semanas seis niños: cuatro de ellos esperaban trasplante de médula ósea, y otros dos por falta de respuesta en urgencias para suministrar medicamentos, aseguró  Abreu.

El medio internacional aseguró que los médicos y enfermeras hablan entre los pasillos con preocupación debido a que no tienen los insumos necesarios para curar a los pequeños.

Tienen miedo de que los escuchen, pero sienten impotencia por lo que sucede con los niños, ‘sus niños’. Algunos de ellos han recibido amenazas por manifestarse contra las muertes de los pequeños pacientes, agregó el profesional de la comunicación.

Giovany Figuera, de 6 años; Robert Redondo, de 7 años; Yeidelberth Requena, de 8 años; y Erik Altuve, de 11 años, cerraron sus ojos para siempre a finales de mayo.

Sus muertes ocurrieron una tras otra y la noticia causó consternación en toda la población y trascendió a nivel internacional. Médicos y familiares aseguran que estas pérdidas pudieron evitarse y culpan al régimen venezolano por la indiferencia y la negligencia en los casos. Todos ellos eran parte de un grupo de 30 niños que esperaban trasplante de médula ósea.

Esos niños que murieron tenían grandes posibilidades de recuperarse, comenta Ani Camacho, una de las madres de los niños internados.

Las causas de las muertes de estos seis menores derivaron de los múltiples fallos que presenta el J.M de los Ríos.

Fueron las continuas y habituales deficiencias que hay en el hospital. Trabajar ahora es como hacerlo en 1940 o 1950, porque no tenemos laboratorios, no hay Rayos X, no se pueden hacer tomografías, ni resonancias. Mucho menos pensar que se encontrarán medicamentos, cuenta preocupado un médico del centro sanitario, que pide no ser identificado por seguridad.

Venezuela presenta una crisis en el sector salud debido a que sufre un desabastecimiento de medicamentos de 80% y una falla en el funcionamiento de los hospitales de 90%. El país tiene una tasa de 40% en muertes de niños menores de 5 años.

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