Casas abandonadas, los malos vecinos de los maracaiberos que no han emigrado

Aquellas calles coloridas, alegres y llenas de vida en Maracaibo han ido desapareciendo con el transcurrir del tiempo a consecuencia de la crisis política, económica y social que ha obligado a los ciudadanos a abandonar su tierra y migrar a otros países.

La acumulación de basura, maleza e inseguridad en los inmuebles abandonados y desolados son una “pesadilla” que perturban a los coterráneos que, por decisión propia, se mantienen en territorio zuliano.

Este es el caso de Gustavo Perozo, residente del sector La Victoria, quien habita un urbanismo donde la mayoría de las viviendas lucen desoladas, repletas de maleza e incluso desmanteladas por los “mendigos”, que aprovechan la noche para resguardarse y “hacer de las suyas”.

La casa tiene ocho años sola. El dueño, que está fuera del país, la mandó a limpiar hace siete meses, cuando estaba repleta de monte. También le reforzó el cerco, pero los mendigos se quedan ahí por las noches. Nadie está pendiente de lo que pasa, allí, es toda una pesadilla”, refirió el afectado.

A su criterio, los dueños de estas propiedades deberían dejar al cuido o vender sus inmuebles, “así se podrían evitar inconvenientes para nosotros que sufrimos racionamientos nocturnos y falta de vigilancia policial”.

Según el vecino, hace un año un individuo se metió en una de las viviendas abandonadas, “y pernoctó como seis meses, hasta que reportamos la situación a la policía y pudieron sacarlo”. El intruso habría violado algunas puertas y ventanas para alojarse en las instalaciones sin la autorización de sus dueños.

Inseguridad

Estefany Moreno, habitante del sector La Mancadona, ubicado cerca de la avenida La Limpia de Maracaibo, refirió que una casa abandonada, desde hace tres años, fue quemada, desvalijada y utilizada por consumidores de droga. Demanda vigilancia policial.

Esa casa se quemó después que los dueños se fueron. Ellos nunca regresaron y ese lugar se convirtió en una guarida de drogadictos, que se la pasan consumiendo en las noches. La mayoría son menores de edad y mujeres embarazadas”, alegó.

Moreno, afirma que la irregularidad ha sido denunciada en reiteradas oportunidades en la prefectura de su zona y a efectivos policiales, “pero nunca tenemos una respuesta que realmente nos ayude a controlar la situación”.

Una situación similar se vive en la avenida principal de La Victoria, donde una casa abandonada se convirtió en  el escondrijo de sujetos que presuntamente se dedican a robo y hurto de objetos en la zona.

Estamos viviendo en un mundo sin ley, donde todo el mundo hace lo que quiere, no contamos con seguridad, el racionamiento del servicio eléctrico es por las noches y los dueños de la casa no se preocupan por quiénes todavía vivimos por aquí”, aseguró uno de los vecinos.

Jorge Escalante, quien posee un comercio en la referida calle, manifestó que cada 20 días los propietarios del inmueble, se acercan al sitio para “revisar” e informar a los residentes del sector que procesan la venta o alquiler, “pero no han tenido resultados positivos”.

Mi mensaje es que la policía tome medidas de seguridad y vigilancia, sobre todo en las noches, y que los dueños de estas viviendas la pongan al cuido o busquen al menos un vigilante porque esto perjudica a la comunidad”, añadió Escalante.

Este panorama se observa en los principales urbanismos de la ciudad. La zona Norte es donde más casas desoladas se pueden apreciar. Lo que fueron en su momento grandes casonas, de arquitectura moderna, con grandes ventanales, hoy sobreviven entre la maleza y el abandono de sus propietarios.

Muchos no desean vender porque esperan regresar al país y además porque el mercado inmobiliario está subvalorado, aún en venta en dólares”, refiere un especialista del área.

Abandono vs. Descuido

El doctor Luis González Ocando, sociólogo, destacó que no todas las viviendas de la ciudad se encuentran abandonadas. A su criterio, las casas en total abandono, “son las que se prestan a ser ocupadas por terceros desconocidos, por eso la inseguridad”.

Es especialista argumentó que a diferencia de las abandonadas, “las descuidadas o deterioradas de infraestructura, causan un afeamiento en la zona, ocasionando inseguridad en la residencia”, incluso bajando de valor económico la propiedad y sus alrededores.

González subrayó que la situación de abandono de inmuebles data desde hace cuatro años, cuando los ciudadanos comenzaron a desplazarse de una comunidad a otra, ciudad, estado e incluso países, “pero que no se había acentuado como ahora”.

Hablar de una casa descuidada es referirse a una infraestructura que carece de muchas situaciones, como por ejemplo, recursos económicos para mantenerla. Esta situación tiende a bajar de valor económico, no solo el hogar afectado, sino un sector en general”.

El también investigador de antropología en la Universidad del Zulia recalcó que la situación actual es “difícil de controlar”, porque algunas personas deciden irse del país y no regresar, mientras que otras planean retornar en algún determinado momento.

Considera que el mantenimiento de una infraestructura es una tarea “complicada” incluso para el Ejecutivo Nacional, por lo que insta a los dueños de casas no desvincularse de una propiedad de forma definitiva y evitar incluso figuras jurídicas.

Sin figura jurídica

Luis Carlos Azar, presidente de la Cámara Inmobiliaria del Zulia, aseveró que no es recomendable dejar “casas al cuido”, porque bajo esa condición no existe una figura jurídica que lo respalde.

 Amparamos y avalamos la postura de cada propietario de no querer vender sus inmuebles por los precios actuales, pero instamos a las personas a utilizar figuras jurídicamente válidas para dejar sus casas”, recomendó.

El titular de la Cámara Inmobiliaria del Zulia, destacó que no es posible descifrar la situación de casas abandonadas en el futuro, “porque la diáspora venezolana va a depender de la situación sociopolítica de la nación, lo cierto es que todos regresarán cuando se  genere confianza y expectativas en el país”.

Destaca: “Nosotros como ciudadanos deberíamos gozar de un plan implementado por el Estado, que asegure el cuidado de nuestro inmuebles y las personas que deciden emigrar, no deberían dejar casas al cuido, sino a terceros que revisen en un determinado tiempo”.

Alegó que no se manejan cifras de las edificaciones abandonadas en la capital zuliana, “por no recomendar esa figura”, pero subrayó que al menos el 80 % del comercio maracaibero se ha visto “golpeado” por los apagones y la carencia de los servicios públicos, "situación que también obliga al abandono o descuido de los inmuebles".