El diario plural del Zulia

Caos del transporte en Venezuela atenta contra la educación universitaria de calidad

El transporte público en Venezuela es precario, donde el precio del pasaje es muy elevado, comparado con la capacidad adquisitiva de los venezolanos. Los estudiantes y profesores universitarios no escapan de la trágica situación, porque dejan gran parte de sus bajos sueldos en el traslado hacia el recinto universitario.

La problemática del transporte público se agudiza ante la ausencia de los tradicionales carritos por puestos y  autobuses de rutas urbanas. Los zulianos han optado por hacer uso de las llamadas “Chirrincheras” como alternativa ante la escasez de  transporte público. Es importante señalar, que este medio de transporte no cuenta con las medidas de seguridad apropiadas, porque incurren en exceso de velocidad y aglomeran personas.

Anteriormente, los trencitos servían para el disfrute de los niños. En la actualidad, son utilizados para transportar pasajeros, entre ellos estudiantes y profesores que se han visto obligados a tomar ese medio. Más aún, esta situación se agudiza cuando el metro de Maracaibo presenta interrupciones constantes del servicio debido a los continuos cortes de electricidad.

Los universitarios se ven afectados por la crisis en el transporte y sus altos costos, siendo ésta una carga para ellos. A la problemática del transporte se le suma la escasez de efectivo, las entidades bancarias proporcionan a los usuarios 10.000,oo bolívares, este monto no es suficiente para cubrir las necesidades de traslado. Este contexto social que viven los estudiantes y profesores hacen que el derecho a la educación se vea vulnerado.

También, la libertad académica se ve seriamente afectada cuando los universitarios que desean ir a otra región de Venezuela a realizar cualquier actividad académica, de investigación, de extensión o científica se enfrentan con la dificultad de acceder a cualquier medio de transporte púbico, ya que las líneas de transporte que prestan el servicio le exigen a los usuarios la cancelación en efectivo del pasaje, lo que es imposible para los universitarios, debido a que las entidades bancarias no proporcionan la cantidad de efectivo que necesitan. Asimismo, conseguir un boleto aéreo es una odisea para los académicos, las aerolíneas no cuentan con la cantidad de vuelos suficientes para prestar un servicio eficiente.

Los vuelos internacionales para los académicos resultan inaccesibles, debido a los altos costos, falta de divisas,  entre otros factores que hacen cuesta arriba puedan realizar estudio y aprovechar becas estudiantiles.

La mayoría de los profesionales de la educación universitaria obtienen un salario mínimo equivalente a 797.510,oo bolívares. Acceder a los diferentes medios de transporte público tiene un costo que oscila entre 2.500,oo y 3.000,oo bolívares (Hasta el 8 de febrero del 2018), los universitarios gastan diariamente un aproximado de 10.000,oo mil bolívares para llegar a su recinto estudiantil, un 25% del sueldo de un profesor y una cantidad que un estudiante debe buscar por sus medios. Otra de las problemáticas es la no aceptación del pasaje estudiantil por parte de la mayoría de los choferes.

En Caracas, el tema del transporte público es diferente, porque el metro de la capital funciona pero es insuficiente para la gran cantidad de usuarios, a pesar de que es prácticamente gratis, comparado a los precios en los demás estados del país. El tema del transporte en la capital está en una burbuja, es un indicador que evidencia el por qué en Caracas no se han generado levantamientos sociales.

En otras ciudades  del país la sociedad está en descontento por la situación del transporte, que ha hecho que muchas personas dejen los trabajos, porque gastan su sueldo en pasajes. Aula Abierta levanta la voz ante esta problemática que aflige a la población del interior del país, viola la libertad académica,  así mismo la organización ha alertado a través de comunicados realizados la difícil situación del trasporte.

David Gómez Gamboa, director de Aula Abierta comenta sobre el tema del transporte y como afecta el ejercicio de la libertad académica: “Para el ejercicio de la libertad académica en toda democracia es necesario que las actividades consustanciales al ejercicio de la docencia, al ejercicio de la investigación, al ejercicio de la participación en actividades inherentes a la actividad docente como por ejemplo participar en eventos académicos  por parte de un profesor universitario en otra ciudad sean garantizados, en efecto, qué es lo que está pasando en la Venezuela de hoy, efectivamente que los docentes universitarios se inhiben de participar, se imposibilita la posibilidad de participar en eventos académicos”.

Gómez Gamboa expresa su opinión sobre la problemática de conseguir divisas o efectivo para eventos académicos  dentro y fuera del país: “El tema de las restricciones cambiarias, el caso en que sean eventos en el exterior, el tema del salario insuficiente, y además de situaciones dramáticas en donde un profesor percibe alrededor del equivalente a 5 dólares al mes, dependiendo del escalafón, dependiendo del grado de dedicación, pero en la Venezuela de hoy ocurre un fenómeno, una situación que no deja de rayar en lo dramático, una situación básicamente en cuanto a restricciones, en las posibilidades  de acudir por ejemplo siquiera a la ciudad capital o a otras ciudades del país”.

El Director de Aula Abierta relata un experiencia que vivenció recientemente:  “Las restricciones en materia de adquisición de boletos aéreos son tan altas que imposibilitan la oportunidad de adquirir un pasaje. Esta semana me paso que me invitaron para una actividad que tenía que hacer en Caracas con tres días de anticipación, fui a varias agencias de viaje en la ciudad de Maracaibo, pero además fui a las oficinas principales de varias líneas aéreas y la respuesta era: Señor usted está loco, usted no sabe que en Venezuela hay que comprar los pasajes con un mes de anticipación.

Gómez Gamboa, también profesor universitario continua su vivencia “fui hasta el aeropuerto, el destino fue exactamente igual, luego fui al terminal de pasajeros de Maracaibo  y la respuesta fue que debía ir ese día a las tres o cuatro de la mañana porque nada más se vendían 30 o 40 boletos. Para finalizar el activista por los derechos humanos expresa preocupadamente: “La capacidad de un bus en pagar en efectivo, resulta que en Venezuela no se consigue el efectivo, y si se consigue se debe pagar el 100 o 150 por ciento de su valor, del monto que necesitas por ejemplo si necesitas 100 mil bolívares debes pagar 250 mil bolívares.

Lea también
Comentarios
Cargando...