Calor, racionamiento eléctrico y falta de agua, el martirio de los zulianos en cuarentena
El estrés que genera vivir en confinamiento, que ya cumplió más de 2 meses en Venezuela, no es el único conflicto con el que deben lidiar los zulianos. Obligados a quedarse en casa como medida de prevención ante el coronavirus, pasan sus días sin agua en las tuberías, sin electricidad por hasta seis horas y, por si fuera poco, en medio de una temperatura de 36 °C.
Aunque la crisis de los servicios públicos es una situación de vieja data en Maracaibo, vivir en este momento histórico la escasez de agua, los severos racionamientos, las incontables fluctuaciones eléctricas en una época calurosa del año, sin duda, impide llevar un poco más placentera la cuarentena social.
Todo el planeta está en emergencia pero nosotros en Maracaibo vivimos el doble de sufrimiento. El miedo de infectarnos y estar encerrados sin luz, sin agua y con este calor que es insoportable. Ningún país del mundo ha tenido que pasar la cuarentena así", comenta Magdelys Luzardo, habitante de Pomona.
"Si ya es difícil adaptarse a vivir en cuarentena, esta situación crítica que vive el Zulia desde hace años lo empeora todo", añade su vecino, Carlos Gómez.
Entre racionamientos y bajones
Igual que ella, la ciudadana Fabiola Hurtado expresa sentirse "agotada física y mentalmente" por el calvario que sufren los residentes de la capital zuliana. "Si tuviéramos luz y agua como debería ser, te aseguro que la gente no se desesperaría tanto por salir porque todo fuese más llevadero", dice.
En la urbanización La Montañita, sector donde reside, cortan la electricidad hasta 6 horas diarias en el horario diurno o vespertino, cuando el sol está inclemente. "Abro las puertas y ventanas de mi casa y lo que entra es fuego. Y ni siquiera tenemos agua para por lo menos refrescarnos con un baño", lamenta Fabiola.
La marabina, con una inmensa impotencia, manifiesta que, pese a las tantas horas sin servicio, al llegar la electricidad "comienza la fiesta de bajones", por lo que tampoco puede encender ningún electrodoméstico.
Uno cree que cuando al fin regresa la luz vas a poder prender el aire y acostarte con frío pero no. Con los más de 10 bajones que hay al día es imposible. Si se te daña nadie te va a responder por eso, entonces toca solo prender el ventilador que también lo que echa es fuego", añade. "No tenemos calidad de vida".
El drama que padece Fabiola es el mismo de cientos de marabinos que piden a las autoridades una pronta solución, aunque en su interior ya perdieron las esperanzas que la crisis hídrica y eléctrica de la entidad termine.
Sensación térmica de 38 °C
El clima zuliano, pese a que siempre es caluroso, ha aumentado sus grados esta semana. "Estoy dentro de mi casa y siento que me derrito. Abro las puertas para que entre fresco y entra es más calor. Es desesperante", afirma Angelis Morales, vecina de La Rinconada, donde racionan la electricidad cinco horas al día.
Este fenómeno, según informa el coronel Ángel Graterol, pronosticador meteorológico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh), no es una ola de calor como muchos ciudadanos creen. Durante estos días, el promedio de temperatura para el Zulia es de 36 °C y la sensación térmica de 38 °C.
Históricamente la región ha presentado las mismas temperaturas esta época pero ahora sentimos más calor porque los cielos están despejados y los rayos del sol se sienten más directo en la piel", explica Graterol.
Pero para Aldimir Suárez, habitante del barrio San Agustín, el calor que experimenta la región zuliana "pegaría menos" si el suministro de agua potable por tubería fuera recurrente.
Aquí no llega el agua desde hace meses. La poquita que tenemos es porque la buscamos en una cañada cercana y no debemos gastarla tan rápido. Quisiera bañarme hasta seis veces al día para calmar el calor pero es imposible", precisa.
