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Buhoneros: Vendemos caminando por Las Pulgas o pagamos $100 para irnos al Kay Kay

Los comerciantes informales, hicieron un llamado a la Gobernación del Zulia para que “nos dejen trabajar nuevamente sin que los militares nos insulten y que nos reubiquen en una zona donde paguemos una menor cuota a la establecida”

Cansados de esperar la autorización gubernamental para regresar a trabajar en el mercado Las Pulgas, cientos de buhoneros regresan a las inmediaciones del caso central entre temores y presuntas agresiones por parte de efectivos policiales y militares para poder adquirir ganancias y sostener sus hogares diariamente.

Tal es el caso de María, una vendedora que, con 24 años, tiene dos hijas de 1 y 3 años a las que debe mantener, pero la única actividad que sabe realizar es vender medicamentos en Las Pulgas. Ella, al igual que decenas de trabajadores informales denunciaron a Versión Final que no los dejan laborar y le exigen un pago de 100 dólares para ser reubicados en el mercado Kay Kay, ubicado cerca de la estación Libertador del Metro de Maracaibo.

Cuando empezó la cuarentena y nos botaron de Las Pulgas tuvimos que ingeniárnosla y vender por las calles o hacer otra cosa para poder ganar dinero y sostener nuestras familias. Ya empezó la flexibilización y la GNB ni la Policía nos dejan vender a menos que caminemos todo el tiempo”, lamentó María, quien con un viejo banquito y una caja de cartón recorre la zona para vender algunas pastillas a escondidas de los funcionarios.

Según los buhoneros, la GNB y el Cpbez, “llega temprano y a veces nos quitan para tomar las fotos, pasan su reporte y se van, luego vienen otros y nos gritan, empujan o insultan porque dicen que no podemos estar ni sentados, con mesitas, paraguas ni nada, solo caminando”.

Censo y “cuota impagable” de reubicación

Un equipo de Versión Final pudo conversar con algunos de los comerciantes informales que hacen vida dentro del mercado Las Pulgas, que persisten en la zona pese a la prohibición y a las presuntas agresiones por parte de los funcionarios militares.

Aunque reconocen que las condiciones dentro del mercado deben “cambiar y mejorarse” también exigen que se exonere el pago de una “cuota única” para poder ser reubicados en el Kay Kay.

Yo vendo plátanos y desde que empezó la flexibilización me tocó hacer bolsas de 10 plátanos y llevarlas por todos lados para que la gente me pueda comprar. Antes vendía hasta una carretilla y ahora, si vendo 15 bolsas es un milagro. Entonces, cómo la Alcaldía pretende que yo pague 100 dólares si apurado gano para comer”, refirió Gustavo, quien se mostraba sudoroso y agotado tras un breve recorrido sin vender nada.

Según un vocero del mercado Las Pulgas, que prefirió resguardar su identidad por temor a represalias, “la Alcaldía de Maracaibo habilitó 500 puestos en el Kay Kay, supuestamente nos dejaran trabajar durante esta semana de flexibilización pero para ocupar un puesto nos piden una cuota impagable de $100 y después pagaríamos una mensualidad, supuestamente una tontería, para mantener la zona”.

Ante la irregularidad, el señor Juan Carlos, quien trabaja en el mercado informal desde hace más de 10 años, pidió a las autoridades “tomar un poquito de conciencia y establecer una cuota entendible, algo que podamos ganar porque yo no gano 100 dólares ni en un mes”, también reprochó que para inscribirse en el censo hayan tenido que pagar $5 para optar a un puesto en el Kay Kay.

Los comerciantes informales, hicieron un llamado a la Gobernación del Zulia para que “nos dejen trabajar nuevamente sin que los militares nos insulten y que nos reubiquen en una zona donde paguemos una menor cuota a la establecida”.

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