El diario plural del Zulia

Becas JEL pierden terreno en las universidades privadas

“Arias Cárdenas no va a eliminar las becas, las va a mejorar”. La cita no es un eslogan ni un comentario oído al vuelo. La dijo el Gobernador del Zulia, hablando de sí mismo en tercera persona. Fue en octubre de 2012, luego de inscribir su candidatura a la Gobernación.

Aquellos días había fuertes rumores de que si el chavismo ganaba las elecciones regionales, el programa social bandera de Un Nuevo Tiempo (UNT) iba a desaparecer. Mantenerlo, por otra parte, era hacerle un reconocimiento al exgobernador Manuel Rosales, su creador.

Pero Arias Cárdenas negó ese rumor como solo se niega en las campañas electorales: prometiendo más cosas. “Arias Cárdenas va a ofrecer transporte público y libros a los estudiantes”.

Las instituciones privadas tienen otra versión: “En el año 2012 nosotros teníamos mil 400 estudiantes del programa de becas JEL, y actualmente tenemos 550. Y todos los semestres va disminuyendo”, afirma Maulio Rodríguez, vicerrector académico de la Universidad Rafael Urdaneta (URU).

FundaLossada, como se rebautizó al programa, no les explica el porqué de la reducción ni la casa de estudios se los exige. “Eso es problema de ellos. Nos envían un listado de posibles becados, nosotros analizamos si cumplen con los requisitos de la universidad, y con eso los inscribimos”.

El convenio entre la URU y el Ejecutivo regional establece que se debe cancelar el 50 por ciento de la matrícula al inicio de cada semestre, y el monto restante, antes de que finalice el período, pero Rodríguez revela que recientemente “pagan a última hora. Por ejemplo, para este semestre, al que le faltan tres semanas para culminar, todavía no lo han terminado de pagar”.

El vicerrector académico asegura que son muy pocos los beneficiados de FundaLossada que pierden la beca por reprobar materias y, que al contrario, muchos de ellos permanecen en el cuadro de honor.

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Ahora, más orden
Para el período enero-abril de 2014 había cuatro mil 895 becados de FundaLossada en la Universidad Rafael Belloso Chacín (Urbe); para el mismo lapso, pero de 2016, la cifra fue dos mil 117, de acuerdo con los balances de esa casa de estudios.

“El número ha disminuido en comparación con antes. Y esto no solamente se presenta a través de la Urbe, sino de todas las universidades de la región”, dice el rector Rafael Belloso Vargas, quien aclara que las becas de FundaLossada sí se mantienen, aunque en menor número, por razones que solo dependen de la Gobernación, y que a veces incluye el bajo rendimiento de algunos estudiantes y la inasistencia a clases.

“Nosotros estamos incrementando el número de becados es en convenio con la Alcaldía de Maracaibo; a través del capítulo Ana María Campos, se entregarán mil 500 becas distribuidas en varias universidades”.

La Urbe también les ofrece becastrabajo a los alumnos que no pueden costear la matrícula. Los candidatos deben tener un índice académico por encima del promedio y demostrar sus habilidades en el área que ocuparán, ya sea en Informática, Protocolo, Cultura o Deportes. La jornada es de cuatro horas diarias.

Belloso Vargas no cuestiona que FundaLossada pueda entregar dos mil becas o una, y afi rma que la Urbe tiene las puertas abiertas para esa ayuda social. No importa la cifra. De hecho, elogió el orden con que la gestión de Arias Cárdenas lleva adelante el programa, que estima superior al de sus antecesores.

Antes
El JEL becaba un promedio de mil 500 alumnos en cada universidad privada entre los años 2009 y 2012, de acuerdo con Rafael Viloria, quien lo dirigió en ese período. Se efectuaban dos sorteos anuales, aunque esto a veces dependía de la población flotante (25 mil bachilleres en promedio) que no conseguía cupos en las instituciones públicas.

“El programa de becas nació para paliar ese déficit de inserción. Pero pagar una carrera universitaria va más allá de la matrícula: son los pasajes, gastos de desayunos y almuerzos, la guías”.

Por cada sorteo eran beneficiados cinco mil jóvenes, según los cálculos de Viloria. Y en 2012, el último año de UNT frente al Poder Ejecutivo regional, se destinó un presupuesto de 165 millones de bolívares para el programa.

“Una beca no era solamente para el joven, era para toda la familia. El gobernador Arias hizo bastantes promesas en su campaña. Hoy la gente debe sacar las conclusiones sobre si cumplió o no; en qué mintió y en qué no, y ver el balance de las becas JEL hasta el 2012 y lo que ha sido a partir del año 2013”, refiere Viloria.

Se amplió en las públicas
Herhy Ann Atencio, gerente de becas de FundaLossada, asegura que el número de cupos no ha disminuido a pesar de la contracción económica. “Entendiendo las circunstancias económicas, el presupuesto que tienes para asignar el año siguiente a un grupo de estudiantes se ve mermado porque las universidades incrementan mucho los costos”.

En URU, por ejemplo, la inscripción valía a principios de año 12 mil bolívares y el resto de la cuota total (que ronda los 35 mil) se paga en las quincenas subsiguientes. El Gobierno regional amplió la ayuda social hacia 10 universidades públicas, entre ellas la Unermb, Unefa y la Universidad Bolivariana.

La semana pasada FundaLossada organizó una jornada de actualización de datos para continuar ayudando a los bachilleres. En la educación pública hay seis mil becados. Cuatro mil de esas becas se sortearon en 2015, año que cerró con 16 mil beneficiados incluyendo a los que estudian en centros privados.

“Nosotros lo que queremos es darle la beca a la mayor cantidad posible de estudiantes, pero los recursos no son infi nitos. Se tiene un estimado para atender a los estudiantes, pero se los lleva el costo de las universidades. Aunque el gobernador (Arias Cárdenas) ya está en la búsqueda de presupuesto
para sostener el programa”.

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