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Barrio Francisco de Miranda cumple 64 años entre carencias de servicios públicos y apatía gubernamental [+Fotos]

Ubicado en la parroquia Raúl Leoni, tiene alrededor de 4.500 almas. La plaza ya no existe porque fue invadida; en ese momento, los terrenos eran “ejidos”. El agua llega cada 15 a 20 días. Exigen una caseta policial, “el hampa nos está comiendo”

Hace más de 64 años, la zona donde posteriormente se fundó el barrio Francisco de Miranda, en la actual parroquia Raúl Leoni, era prácticamente un “peladero de chivos”.

Había pedazos como de carretera, como de asfalto… Había muchos caballos, burros muertos… y esto era tunas, cardones… Esto prácticamente era solo. No estaba el barrio Alberto Carnevalli ni Ana María Campos, ambos colindantes en la actualidad con ‘Francisco de Miranda’. Era un hato”.

Las palabras corresponden a Viandet Roble, conocida en el sector como “Vita”, hija de uno de los fundadores del barrio, Benjamín Robles, y de Petra de Robles, quien hacía “las mejores arepas y el mejor pan tostado con carne mechada” de esa comunidad.

Este barrio fue fundado el 5 de julio de 1958 por Esteban Espina Medina, Antonio Castillo y Benjamín Robles”, refrendó además Antonio Torrealba, hijo del segundo de los mencionados, desde su casa en la calle 79-F.

El barrio Francisco de Miranda está dividido en cuatro sectores, tiene una extensión de aproximadamente tres kilómetros cuadrados, abarca desde la avenida La Limpia hasta el corredor vial Amparo-Las Lomas, aunque cerca de este corredor están los barrios Alberto Carnevalli y Ana María Campos. Y desde la Circunvalación 2 hasta la urbanización Los Aceitunos, señaló Francys Toledo, organizadora general de la celebración de los 64 años de esta comunidad.

Añadió que la barriada está compuesta por 12 calles y ocho avenidas. El número de habitantes se estima en alrededor de 4.500. Está detrás del Centro Comercial Galerías Mall.

En relación con los servicios, “Vita” Roble (así está registrado el apellido en la partida de nacimiento) afirmó que antes la electricidad fallaba por más de cinco horas, “ahora se va máximo dos horas”.

En cuanto al agua potable, deben esperar entre 15 y 20 días para poder llenar los tanques, valiéndose de bombas electromecánicas de succión de agua. Roble refiere que antes contaban todos los días con el servicio.

Sin embargo, Fredecinda Castillo, una de las primeras habitantes del barrio, aseveró que en la comunidad no había “luz” ni agua, cuando ella llegó allí a la edad de 13 años.

Ni siquiera existía el barrio Ana María Campos, el ‘Carnevalli’, requetemenos, eso para allá era monte… Había cercados de alambres de púas, al igual que acá”, apuntó la mujer desde su rancho con techo de zinc que prácticamente se está cayendo.

Beatriz Luzardo, otra de las primeras vecinas del “Francisco de Miranda”, dijo a Versión Final que en ese sector no hay un centro de salud y los moradores suelen ir hasta el ambulatorio ubicado en la urbanización La Rotaria, eje de la parroquia Raúl Leoni, a hacerse el chequeo médico, pero prácticamente fue saqueado.

Beatriz Luzardo: "Desde la comunidad hemos estado gerenciando el ambulatorio de la parroquia Raúl Leoni. Hemos estado limpiando, tuvimos dos semanas gestionando con la gente de la comunidad, las mujeres y los hombres pidiendo bolsas ahí, limpiando ahí, con machetes prestados… Preguntamos para los cables, de qué manera hacemos un bingo, una cosa, para poder ayudar… Nos piden 400, 500 dólares, pero a veces no tenemos para comprar un paquete de harina Pan".

Ahí había de todo, atención médica para la tercera edad, para diálisis, odontología, pediatría. Ahora lo estamos gerenciando, limpiando, nosotros lo conseguimos en el suelo, se robaron los cables, los aires acondicionados, los baños los dejaron destrozados, se llevaron los lavamanos, las pocetas, todo”, detalló al hacer mención de la vida ese centro asistencial en los últimos meses.

Persecuciones hasta el final

Antonio Torrealba recordó que en septiembre de 1958, a dos meses de la fundación, se llevaron detenidas a 104 personas, “por orden de un adeco, dueño de Radio Mara”, porque “estaban invadiendo”.

En ese momento, Rafael Caldera, entonces un connotado dirigente de Copei, quien 10 años después fue electo presidente de la República, estaba en Maracaibo, en el Hotel del Lago, y los moradores del “Francisco de Miranda” lo fueron a buscar, agregó el vecino.

Caldera gestionó la liberación de los detenidos y manifestó que con ese barrio “no se van a meter más”… “y hasta el sol de hoy no se han metido con nosotros”, señaló Torrealba.

Aquí se sufrió mucho, a uno le tumbaban la casita, se la volvían a parar… Aquí hubo un señor que le tumbaron la casa siete veces”, narró Fredecinda Castillo.

Viandet Roble precisó que su padre, junto con Antonio Castillo y Esteban Espina, invadieron el terreno para levantar las primeras casas.

Refirió que su progenitor, el señor Benjamín, era uno de los que parcelaba los terrenos, para que existiera equidad al momento de asignar el espacio para cada casa.

Cuando se reunieron los principales dirigentes de las juntas pro-mejoras lo hicieron en este sector, porque vieron que aquí en ‘Francisco de Miranda’ se hicieron las parcelas con la misma cantidad de metros… Lo que pasa es que después hubo una anarquía entre los partidos Copei y AD y empezaron que ‘a mí me toca más’”, subrayó por su parte Ramiro Acurero Mudafar, otro de los primeros habitantes del barrio.

Dijo la señora “Vita” que en ese año 1958, cuando “estaban clavando las tablitas, porque eran puros ranchitos de tabla”, llegaban las “perreras”, camionetas que funcionaban como patrullas policiales, “a llevarse presa a la gente, dos, tres días, volvían otra vez a encaramarse y seguir clavando, y así sucesivamente…”

Edith León, otra de las primeras moradoras del barrio, mencionó el caso de la plaza donde además había un parque para niños y se hacían las festividades. Estaba ubicada en una Y entre las calles Udón Pérez y 80 con la avenida 67.

Como todo esto ha sido una invasión, los terrenos se llamaban ejidos… Posteriormente fueron propios… Eso (la plaza) fue invadido, al igual que la Cantv, allí estaba la caseta policial, las dos últimas estaban contiguas”, acotó la mujer.

Como en la viña del señor

Maritza Cabrera, quien llegó al barrio cuando tenía ocho años, en el año de la fundación, aseguró que el sector era muy tranquilo en años anteriores.

Maritza Cabrera: "Esteban Espina, que era militante de Acción Democrática, Antonio Castillo y Benjamín Robles, de Copei, fundaron el barrio. Años después, Espina se cambió para Copei. Fue maestro en el colegio Octavio Hernández, cuando allí se iniciaron las actividades. En ese momento era el único docente existente en ese plantel. También recuerdo al exgobernador del Zulia, Gilberto Urdaneta Bessón, un hombre muy humanitario, quien le tiende la mano al más necesitado. Cuando fue gobernador ayudaba a quienes más lo necesitaran.

Después que pusieron Galerías (en agosto de 1995) fue que se puso esto peligroso… Todos llegaban allá, todos salían de por ahí a echar broma”, lamentó la dama desde su residencia.

El hampa nos está comiendo. De ese colegio que está ahí (Octavio Hernández, en la calle 80), donde crecimos desde primer grado hasta el sexto, el hampa se ha robado los cables, un aire acondicionado de la Subdirección, 10 bolsas que se habían pedido para dar el Día del Trabajador, se robaron 34 pupitres que estaban dañados para sacarles el hierro”, relató Beatriz Luzardo.

Agregó que la cancha Néstor Quiroz, conocida como “Los Angelitos” (por estar adyacente al preescolar del mismo nombre), también ha sido víctima de los amigos de lo ajeno, pues robaron los cables de electricidad.

En las noches esto está oscuro, es peligroso sobre todo para las muchachas que pasen por ahí, porque son víctimas de violación”, dijo preocupada Francys Toledo.

Luzardo también se refirió a la bomba de agua que Eveling de Rosales, cuando era alcaldesa de la ciudad, donó al preescolar Los Angelitos, “también se la robaron”.

Pido a los gobernantes que instalen una caseta policial, que empecemos aunque sea con tres policías y dos motos, pero que vean que aquí están las autoridades porque por aquí no pasa ni siquiera el viento”, expresó la señora Luzardo con mucha inquietud.

Ramiro Acurero muestra el diploma obtenido por su padre Ramiro Acurero Piña, por parte de la Federación de Juntas Pro-Mejoras del entonces distrito Maracaibo. "Mi padre trabajó en el Concejo Municipal. Fue fiscal de construcción y el primer fiscal que tuvo Maracaibo del alumbrado público. El 'Francisco de Miranda' fue el barrio que se consolidó mejor que otros. Esto lo dividieron en sectores hace ocho o nueve años, realmente no me explico por qué, si fue por cosas políticas. Si lo dividen en cuatro sectores quiere decir que debe de haber cuatro líderes y esos líderes tienen que hacer por cada sector. Aquí lo que no ha habido es unión, siempre hay discordia por las cosas políticas, pero a pesar de todo es uno de los mejores barrios, porque todos los servicios se instalaron rápido".
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