El diario plural del Zulia

Así Somos// Doris Rubio busca tumbar la barrera de la indolencia hacia los animales

Un sueño se ha convertido en el salvavidas de cientos de animales zulianos. Entre ladridos y maullidos, estos consentidos agradecen la buena voluntad de quienes se conduelen y deciden adoptarlos y, a su vez, les corresponden regalando altas dosis de alegría.

“Tener una mascota es un compromiso que debe durar para toda la vida”. Lograr esa reflexión en los zulianos, es una de las metas de Doris Rubio, presidenta de la Asociación por la Defensa y Protección de los Animales (Asodepa), así como derribar la indolencia.

Sus palabras van acompañadas con acciones. Desde hace 14 años se ha dedicado a trabajar por mejorar la vida de muchos animalitos, víctimas de “la crueldad humana”. Para esta zuliana, el salvar vidas es la mayor recompensa.

“Siento una gran satisfacción porque es salvar una vida, es darle otra oportunidad a un animalito que ha podido fallecer. Y no solamente lo logra Doris Rubio, lo logramos entre todos, porque cada quien tiene un trabajo específico que hacer. Desde la persona que lo rescata, los médicos que lo atienden, los que buscamos los insumos que no hay y conseguirle un hogar. Cuando tienen un final feliz, pues hemos culminado nuestra labor”.

Esta zuliana considera vital ir creando mayor conciencia entorno a este tema para evitar el sufrimiento de las mascotas. “Creo que hemos tenido grandes logros pero falta un gran trecho por recorrer”, reconoció, al tiempo que consideró que “de un 100% de conciencia, hemos logrado un 25 o 30%”.

En su hogar está rodeada de perros y gatos y su labor cotidiana es en pro a ellas; el amor por las mascotas es, sin duda, parte fundamental de su vida y así lo describe con una gran sonrisa plasmada en su rostro.

“Es algo que te llena el alma. El hecho de adoptar una mascota es un amor que crece dentro y que te da hasta salud, es un anti estrés perfecto. Personas que están desestimuladas por la vida, han logrado estimularse solo con el hecho de adoptar un gato o un perro. Uno se vuelve adicto a la mascota y se vuelve parte de la vida. Cuando hablas con tus amigos, hablas de tu mascota como de un hijo. Tienes el teléfono lleno de fotografías de las mascotas”, dijo Rubio con la mirada iluminada.

Indiferencia: la peor barrera
Lamenta la indiferencia de muchas personas ante el sufrimiento de un animal que está en la calle en situación precaria. “Nos falta tumbar esa barrera de la indolencia de la gente”; sin embargo, reconoce que hay quienes dan el todo por ellos.

“Siempre hay personas dadivosas que colaboran, que se conduelen y nos ayudan. Cuando se involucran dan el todo por el todo y hacen todo lo posible por ayudar a ese animalito. Tenemos dos polos muy opuestos; el realmente comprometido con la causa y el de la indolencia total”.

Para acabar con esa indiferencia que hace daño, Doris Rubio recomienda crear conciencia desde niños. ¿Cómo? Sembrando la semilla del amor hacia los animales desde temprana edad.

“Un bebé que crece entre mascotas, es un bebé muy sano, que va a ser mejor persona de adulto. Si tu le demuestras a un niño que maltratar a un animal está bien y se lo festejas, él está aprendiendo que es bueno hacerlo, y a medida que él crezca va a ir creciendo ese instinto del poder del más fuerte. De esa misma manera que va a agredir a los animales, va a agredir después a su familia y a quienes lo rodean”.

Nació el refugio
Asodepa surge de la inquietud de un grupo de personas por ver a los animales en la calle y no tener un sitio donde llevarlos para su recuperación. “Decidimos crear el refugio. Éramos cinco personas que en ese momento teníamos una relación de amistad y de querer ayudar a los animales”.

Ellos nunca imaginaron que la institución llegaría tan lejos. “Pensamos que iba a ser un sitio donde íbamos a tener 30 o 50 animalitos que íbamos a estar recuperando y dando en adopción y resulta que hoy en día son casi 500, son casi 500 bocas que alimentar”.

Alrededor de 220 gatos y como unos 230 perros viven por Asodepa. Además, de los burros, que son pocos, pero “representan una gran satisfacción, un gran gasto, porque hoy nada es fácil de mantener”.

La esperanza de los animales está en cada palabra y accionar de Doris Rubio. Su nombre es sinónimo de bondad, entrega y lucha incansable en la defensa de los derechos de quienes no pueden hacerlos valer por sí mismos: las mascotas.

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