El diario plural del Zulia

Asedio a la historia, cultura y religión zuliana

En agosto, cuatro importantes instituciones y espacios públicos de Maracaibo fueron robados. Para el historiador Julio Portillo, el patrimonio regional está a merced de la delincuencia

Cableado, piezas de bronce, cobre o mármol y luminarias son el blanco predilecto del hampa. Como una epidemia, el vandalismo fustiga desde las oficinas del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), hasta recintos religiosos.

El 2016 culminó con el robo de la corona de Santa Lucía y el hurto de cable en la fuente del Parque Rafael Urdaneta. El hampa recibió el 2017 con el robo del busto del poeta zuliano Udón Pérez, en el liceo que lleva su nombre y progresivamente se dedicó a vejar cada uno de los espacios dedicados a la historia, la cultura y la religión del Zulia.

Para el historiador Julio Portillo, el patrimonio regional está en completo abandono. “La seguridad de nuestra herencia histórica le está quedando grande a las autoridades regionales”, señala.

Una comisión de alto nivel con lo más valioso de la intelectualidad zuliana debería poner a buen resguardo las plazas, recintos religiosos, oficinas de servicios públicos y lugares emblemáticos dedicados a la educación histórica de la tierra del sol amada, según Portillo.

Durante el pasado mes de agosto, el busto de Francisco de Miranda fue mutilado, el cableado subterráneo del Complejo Deportivo Luis Rodolfo Herrera fue robado, al igual que el del Museo de la Gaita Humberto “Mamaota” Rodríguez. El Panteón Regional del Zulia también fue visitado por el hampa.

Giovanny Villalobos, secretario de Gobierno, señaló en días pasados a Versión Final, que la Policía Turística está al frente del resguardo del patrimonio de los zulianos. A pesar de los “esfuerzos” que Villalobos anuncia, los robos son progresivos y parecen incontrolables. A medida que la delincuencia opera, la región pierde vistosidad e idiosincrasia.

 

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