El diario plural del Zulia

Apagones de madrugada vulneran sistema operativo

Una de las características del Zulia es su inclemente calor a toda hora. Y justo cuando la familia Gil se disponía a dormir, después de una jornada laboral, de hogar y estudios, sus tres integrantes no lograron conciliar el sueño. Corpoelec les quitó el servicio desde las 12:00 de la medianoche hasta las 3:00 de la mañana.

Los habitantes de Ciudadela Faría, zona donde habita esta familia, no son los únicos que han sido víctimas de los bajones improvisados de Corpoelec. Por las redes sociales se desata diariamente la molestia de sectores como San José, donde por tres noches seguidas han bajado la luz; San Jacinto, La Limpia, por nombrar parte de la larga lista de comunidades que pasan las madrugadas sin luz.

Inhumano, así catalogó esta decisión el presidente del Centro de Ingenieros del estado Zulia (Cidez), Marcelo Monot. "Corpoelec está buscando compensar lo que no está produciendo", y lo aplica por las noches, donde los hogares zulianos son el único punto de absorción para la empresa.

Fuentes internas a Corpoelec le informaron al presidente del Cidez que en la subestación de Cuatricentenario, donde llegan mil megavatios del sistema interconectados del Guri, varios transformadores están fallando. "El Estado no tiene cómo sustituirlos, entonces por sus altas temperaturas se apagan por varias horas". A esta realidad se le suma la denuncia realizada por la comisión de electricidad del Cidez el año pasado, donde insistían en los altos niveles de corrosión y deterioro de las torres metálicas ubicadas a la altura del municipio Miranda.

"Estas reciben los mil megavatios del Guri, si una de ella llega a caerse podríamos quedarnos sin esos niveles de energía". Colpaso en puertas.

Sin justificación

La arbitrariedad del personal de Corpoelec no genera mejoras del todo, mucho menos, cuando no se le informa a la colectividad, y se hacen racionamientos "encubiertos", como los definió el exdirector de Planificación de Sistemas Interconectados, Miguel Lara. A su juicio, quitar la luz en la madrugada "no tiene ninguna justificación".

Los cortes en la madrugada hacen más inestables al sistema desde lo operativo. "Hay un problema que no tiene que ver con los megavatios, sino con los megavares, es decir, las tensiones, esto los obliga a sacar líneas fuera de servicio, haciendo al sistema más vulnerable. Estos apagones no tienen soporte técnico", explicó Lara.

Que a las familias Montero y Ruiz, en la parroquia Antonio Borjas Romero, se les haya ido la luz desde las 2:00 hasta las 4:00 de la mañana, el pasado miércoles, y desde las 2:00 hasta las 2:00 de la mañana, el jueves, "no es la salvación", aseguró Lara.

La raíz

Era agosto de 2015 cuando los expertos de electricidad anunciaron el declive que hoy se vive en el país. La cantidad incontable de máquinas fuera de funcionamiento complica aún más la crisis eléctrica, así lo explicó el expresidente de Hidrocapital, José María de Viana.

De Viana resaltó que se necesita hacer todo lo posible para que los niveles del Guri no bajen, la única forma de equilibrar la demanda es realizando restricciones de consumo... Lo que hace Corpoelec por la madrugada en el Zulia, resta, en parte, a la demanda nacional.

A su criterio, el Gobierno solo espera la llegada de las lluvias, en los próximos 60 días, esto revertirá el proceso de disminución del Guri. La acción de Corpoelec sí tiene sentido, consideró De Viana, lo que desconoció es si se está haciendo de la mejor manera, pues para el expresidente de Hidrocapital, la solución está en las plantas paralizadas: "Cada máquina que se prenda, ahorra los cortes".

No habrá un apagón nacional, enfatizó De Viana. El embalse construido en el gobierno de Raúl Leoni, tuvo una "segunda etapa" en la gestión de Lusinchi, en los años ochenta. En esa etapa se pusieron en funcionamiento unas máquinas equivalentes a cinco mil megavatios. "Estas son las que están en riesgo, pues el tubo que toma agua para esas turbinas está en la cota 240. A ese nivel nunca se había llegado desde el 2003". Si llega a esa cota, las máquinas deberán apagarse".

Mientras, el bebé de Daimara Sánchez, en San Francisco, no ha conciliado bien el sueño en las dos últimas noches. Quizá su descanso siga interrumpido en las próximas madrugadas, mientras el Gobierno planifica, mientras llueve, o se prenden las termoeléctricas.

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