El diario plural del Zulia

Abuelita de 93 años: sin comida, medicinas, ni casa

Una madre ejemplar, así defi ne Adolfo Aguirre, a Rosa Fontana, nacida en Magdalena, Colombia, pero formada en este país, que ahora, con 93 años de edad, se le imposibilita tener una vejez tranquila. Bajo un rancho de zinc ha pasado sus últimos tres años, sin los alimentos necesarios, ni medicinas y ni siquiera una cama digna.

El declive económico de la familia los llevó a vender la casita que tenían en Los Arenales, pues la señora Rosa sufrió un paro cardiaco, tiempo después un Accidente Cerebrovascular (ACV). Las enfermedades no cesaron, al contrario, Rosa empeoraba, un ACV trombótico la haría permanecer en cama por mucho tiempo.

Se quedaron sin casa, y Adolfo decidió invadir un terreno que se ubicada al fondo de donde vivían anteriormente, en la calle 178, construyeron un ranchito, que ahora es la casa 119 de la invasión “Viviremos y Venceremos”, del sector Hierro Cojedes, parroquia Marcial Hernández. Pero las condiciones son precarias. La abuela duerme sobre un pedazo de goma espuma, el ventilador hace tiempo dio sus últimos aires, y la nevera sirve de estante para guardar algunas pertenencias.

De sus tres hijos, solo uno la atiende, Adolfo, el resto no tienen condiciones económicas para aportarle a su madre. Las ayudas se le han pedido a la Alcaldía de San Francisco, y a la Gobernación del Estado, pero las respuestas no llegan, así como tampoco llegan los CLAP. Rosa necesita alimentos, avena, arroz, cereales que le permitan nutrirse y no recaer.

En una silla de ruedas que no anda, pasa todo el día, y es que las condiciones de salud de la abuelita le impiden estar tanto tiempo sobre el catre que tiene de cama, donde además necesita un colchón antiescaras, también pedido a las autoridades gubernamentales, y que continúan en la misma espera.

Una gota de ayuda

Al hogar de los Aguirre solo entra la pensión por vejez de Rosa, de 15 mil bolívares. Con eso solucionan par de días, solo eso. Adolfo quisiera ver a su madre en otras condiciones, pero también dejó sus estudios de ingeniería electrónica para hacerse cargo de ella y sus enfermedades. El resto de la familia está en otras fronteras y la comunicación es escasa.

Una lista de medicamentos como Complejo B12 inyectable, Venlafaxina de 75 miligramos, Aspirina, Ventolin en gotas oftálmicas al 0.5 por ciento, Nutrifol, ácido fólico, Dobet, necesita la señora Rosa, además de pañales, frutas, y alimentos que le permitan permanecer estable, junto a su hijo.

Una mano, una ayuda

Quienes puedan ayudar, con alimentos o cualquier aporte a esta familia comunicarse al teléfono: 0424- 6586304 de Adolfo, su hijo, que además hizo el llamado a los gobernantes para que atiendan las súplicas de su progenitora de querer vivir mejor. La vivienda está ubicada en el sector Hierro Cojedes, de la parroquia Marcial Hernández, calle 178, casa 119.

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