El diario plural del Zulia

Elio Ríos Serrano // Acueductos locales

El agua es una molécula conformada por dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno, según las especulaciones científicas llegó a nuestro planeta Madre Tierra (nombre oficial desde la Organización de las Naciones Unidas desde 2009), en meteoritos que impactaron nuestra superficie. Al evolucionar nuestro planeta, se fue enfriando, quedando la solidez de sus capas más externas y un núcleo aún incandescente. A partir de allí empezó el ciclo biogeoquímico del agua.

En la actualidad, la superficie de nuestro planeta es setenta por ciento agua y treinta por ciento tierra. El ciclo biogeoquímico del agua, es para clases, pero vamos a tratar de comentar lo más rápido posible: Este ciclo se inicia en los cuerpos de agua (océanos y mares), permanece el agua durante tres mil años, que, al incidir la energía solar en su superficie, la evapora. Una vez ha pasado a la atmósfera dura entre nueve a diez días, se condensa y forma nubes. Se precipita cayendo por gravedad en forma de nieve, granizo o lluvia.

Caen las precipitaciones a la superficie sólida y la moja, estableciendo escorrentías en los niveles geológicos o corriendo por la superficie. La escorrentía que moja los niveles geológicos forma ríos y lagos profundos (subterráneos) y busca salir a los cuerpos de agua o aflora como jagüeyes o maná que forman riachuelos, duran estas aguas trescientos años. Las escorrentías superficiales al juntarse forman ríos, dura diez a doce días y pueden acumularse en forma de lagos o lagunas (dura de uno a cien años), para luego seguir su camino hasta los cuerpos de agua y volver a comenzar.
En el ciclo biogeoquímico del agua, los seres vivos la usamos para ser nuestro componente principal, por lo que, si no vivimos en el agua, pues la buscamos para tomarla directamente o a través de nuestros alimentos en la cadena alimentaria y para otros servicios (limpieza de alimentos y otras, bañarnos).

Nuestro planeta tiene una superficie de un poco más de quinientos diez millones de kilómetros cuadrados, de los cuales el setenta y un por ciento (trescientos sesenta y tres millones de kilómetros cuadrados) está cubierta por agua, o sea, casi es un planeta de agua. No entiendo por qué dicen que las próximas guerras son por agua, si es lo que sobra. Las aguas de los océanos y mares son el noventa y siete por ciento del agua del planeta. El tres por ciento es agua dulce.
El agua dulce en los territorios emergidos, más del noventa por ciento está de forma de cuencas hidrográficas subterráneas. Menos del medio por ciento (0,5 %) del agua en los territorios emergidos están en forma de cuencas hidrográficas superficiales. Pues la humanidad escogió, la menor proporción de agua para usarla para acueductos, es decir de las cuencas superficiales, según lo que nos han enseñado los científicos. Decían a principios del siglo XX que las represas le darían agua a toda la humanidad y eso no lo hemos logrado.

En nuestro caso particular de Maracaibo, dicen que el primer pozo fue el Pozo del Barro frente a la Iglesia de Santa Bárbara. Pero el agua de la playa (como dice la gaita) era la fuente primaria para nuestra ciudad, eso es la desembocadura del Río El Manglar, conocido actualmente como Cañada Morillo y la locación se llama actualmente Las Playitas. Suponemos que vino El Fenómeno de El Niño y se “agotó” el caudal del Río El Manglar.

El Gobernador de la Provincia de Maracaibo, Joaquín Primo de Rivera contrató a un alemán para ver dónde se obstruyó el río y dónde nacía. ¡Sorpresa!, no estaba obstruido y no nacía en la Sierra de Perijá sino en el Hato Puerto Rico (actual Barrio Puerto Rico). Primo De Rivera le envió un proyecto al Rey de España para desviar al Río Macomyte, ubicado del actual municipio Mara en un canal para traerlo a Maracaibo. Pero empezaron los alzamientos precursores y luego la Independencia completa y no se realizó el proyecto.

Par a dar agua a las familias marabinas hicieron un pozo en la actual avenida Falcón, luego en la Cuenca subterránea de la avenida Universidad con pozos con aspavientos (Las Tarabas) y con el pozo de la Hollada en la actual avenida Bella Vista, quizás son parte de la Cuenca de la Laguna de las Peonías. En los años setentas retoman la idea de Joaquín primo de Rivera y traen el agua desde el distrito Mara represando la Cuenca de los ríos Tulé, Manuelote, Maché, pero no en una canal, sino por tubería desde unos embalses (Tulé y Manuelote).

Con la actual problemática eléctrica nos dimos cuenta que el desnivel desde los embalses no ayuda y hay que apoyarse con el bombeo mecánico eléctrico. Llega el agua a Planta C donde es potabilizada y otra vez el desnivel es muy poco y dependemos de nuevo del bombeo. El sistema de válvulas para el control de presión y distribución es manual. El crecimiento poblacional ha sido exponencial y se siente un problema de distribución de agua.

Leyendo la primera parte de este escrito, acudimos al reservorio mayoritario de agua dulce de las cuencas subterráneas que son más del noventa por ciento, pruebas hay que existe. Hemos recordado a los acueductos rurales con pozos locales de Arnoldo Gabaldón, cuyo estanque elevado orientaba al viajero pues decía el nombre del pueblo.

Aún no está prohibido hacer pozos personales o familiares y hemos discutido en la parroquia Caracciolo Parra Pérez con el ingeniero Javier Castro y el ingeniero Ronald Reyes y concluimos que más bien deberíamos hacer pozos comunitarios o comunales. Debemos pasar a la construcción de pozos en Ambulatorios, Hospitales, Escuelas, Liceos, para que alimenten sistemas o acueductos locales, para el servicio de agua a las familias y apoyen al formal sistema de acueducto de la Empresa Hidrológica

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