El diario plural del Zulia

A la altura del país, por Francisco Arias Cárdenas

En la guerra por nuestra primera independencia, en el siglo XIX, y luego en la defensa del ideario mirandino y bolivariano, generaciones enteras de venezolanos perdieron sus vidas y sus bienes. El costo, en términos de muertes y ruinas, fue muy grande. Ya fue demasiado sacrificio. Hoy, dos siglos después, la lucha por una mejor sociedad ofrece –y así debe ser– otros senderos: los de la vía política, el diálogo, el acuerdo, los votos.

Desde 1998, vivimos una era de nuevas estructuras y relaciones de poder que, a pesar de los errores y de los ataques, evoluciona para continuar y consolidar aquella primera emancipación; esos cambios se expresan hoy en una conciencia colectiva sobre los derechos ciudadanos, en una legítima conquista y uso de espacios para la participación en el Gobierno.

Esta necesaria evolución se convierte en una demanda moral e intelectual que el pueblo hace a aquellos que aspiran a constituirse en sus gobernantes.

No todos lo aceptan. La ambición desenfrenada enceguece, y pareciera ser esa la causa principal de que quienes hoy pretenden derrocar el Gobierno bolivariano, insistan en utilizar la violencia, el odio, las muertes y la intolerancia como sus principales herramientas.

Contrario a todo criterio ético, a toda responsabilidad, a los más elementales principios y a las convenciones internacionales sobre Derechos Humanos, esas cúpulas utilizan a jóvenes, a infantes, como operadores de prácticas que en cualquier parte del mundo no llevan a otro camino sino a la cárcel o la tumba. Es indignante e inadmisible.

Con la ayuda de Dios, el pueblo venezolano seguirá demostrando su altura espiritual, y seguiremos venciendo la embestida de los dirigentes del terror, que envían a los hijos de otros a arriesgar vidas propias y ajenas, pero ponen la suya a buen resguardo.

La Constituyente es la alternativa humanista para dirimir las pugnas. Vamos juntos a derrotar al terrorismo y conseguiremos con nuestra propia lucha y trabajo, el diálogo constructivo para vivir en paz y bienestar en nuestra patria.

Lea también
Comentarios
Cargando...