Muere costurera tras ser arrollada

Un carro rojo se dio a la fuga en la avenida Universidad, luego de que a toda velocidad arremetiera contra Eva Barrios, septuagenaria que vive en la zona.

A las 6:30 de la mañana del viernes, una vecina de la mujer que estaba cerca del impacto escuchó el golpe, y literalmente “vio a mí tía volar, la arrolló con fuerza” refirió un sobrino de Eva a las afueras de la morgue.

Su cuerpo quedó tendido en la vía pública, la mujer de 79 años no resistió a los golpes provocados por el auto. Funcionarios del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez) cercó el lugar del accidente, justo debajo del puente de Ziruma.

Barrios salió, como acostumbraba, muy temprano en la mañana, a entregar sus pedidos. Por más de 40 años, dictó cursos de corte y costura, era la costurera favorita del barrio Las Corubas.

Alfredo Echeverría, cuñado de Eva, lamentó su repentina partida. “A las 5:30 a. m., ya estaba saliendo de casa, como le era habitual, no tenía horario de llegada, solo sabíamos que estaba trabajando”.

La costurera vivía en una humilde casita color salmón, que aún permanecía decorada con motivo navideño.En el frente sentadas en dos sillas tejidas, se encontraban sus tres pequeñas nietas de crianza. Su trabajo era su pasión, aún sin imaginar el accidente que estaría por aguardarle, salió de casa con dos bolsas de retazos y prendas de vestir que entregaría a una fiel clienta.

Tristeza permanente

En la avenida 15C del barrio Las Corubas, Eva Barrios vivió por más de 45 años. Era querida y apreciada por todos.

Pero cuentan sus vecinas que su actitud positiva a la vida cambió hace tres años, cuando el mayor de sus sobrinos murió a consecuencia de un infarto. Él era su apoyo por lo que Eva cayó en depresión y desde entonces solo se enfocó en sus confecciones, con una máquina de coser que tenía en casa.

No dejó hijos, pero crió a sus tres sobrinos, hijos de su hermana, quien murió años atrás, por lo que la fallecida se entregó en cuerpo y alma a los pequeños, que en la actualidad son hombres y mujeres de bien.

“¿Eva, para dónde vas?” le preguntaban sus vecinas, cuando la veían salir de su casa a las 5:00 a. m., ella solo sonreía.

El Cpbez resguardó el cuerpo de la costurera, alrededor estaba la bolsa con sus telas. A las 7:30 a. m., la furgoneta del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) levantó el cadáver que estaba en la calle y lo llevó a la morgue de LUZ.

“Queremos dar con la persona que mató a nuestra tía”, repetían sus sobrinos, mientras gestionaban los documentos para llevársela de la morgue.