El diario plural del Zulia

Steven Spielberg y su cruzada personal contra el streaming

El director de la saga Jurassic Park y Salvando al soldado Ryan, ha dejado claro que el problema no es personal contra Netflix, sino con el hecho de que las películas que están creadas para verse primero en cines estén disponibles para verse en casa demasiado pronto

La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood ratificó esta semana su decisión de no modificar las normas de elegibilidad para los premios Óscar. De este modo, seguirá permitiendo que las producciones de los servicios de ‘streaming’, como Netflix, puedan optar a sus deseados galardones.

Esto, después de que varias personalidades de la industria, como Steven Spielberg, solicitaran meses atrás a la academia que las películas producidas y distribuidas por estas empresas no pudieran ser seleccionadas para ninguna categoría cinematográfica de los galardones más importantes del séptimo arte. Sí, en cambio, que fueran clasificadas como contenido para televisión y compitieran en los premios Emmy.

Tras conocerse la medida, el director de la saga Jurassic Park y Salvando al soldado Ryan –y ganador de dos Óscar a Mejor Director y nominado 10 veces a Mejor Película– ha querido aclarar su posición frente a Netflix y las implicaciones de su defensa a ultranza del estreno tradicional de las producciones en salas de cine.

“Deseo que el público encuentre la manera de entretenerse de cualquier forma o moda. Pantalla grande, pantalla pequeña: lo que realmente me importa es que detrás haya una gran historia y todo el mundo tenga acceso a las grandes historias”, indica el cineasta en un comunicado enviado a The New York Times en el cual señala a los medios de comunicación como los culpables de exagerar su postura.

No obstante, el realizador matiza: “Sin embargo, creo que la gente necesita tener la oportunidad de dejar su tranquila vida familiar por un rato e ir a un lugar donde todos pueden sentarse en compañía de otros y tener una experiencia compartida –llorar, reír o tener miedo juntos– para que, cuando la película acabe, se sientan menos desconocidos. Quiero ver la supervivencia de los cines, como también que el asistir a salas de cine siga siendo relevante en nuestra cultura”.

Spielberg, quien actualmente trabaja con Apple en el lanzamiento de su plataforma de streaming TV+, la cual competirá directamente contra Netflix, ha dejado claro que el problema no es personal contra esta última, sino con el hecho de que películas que están creadas para verse primero en cines estén disponibles para verse en casa demasiado pronto. Fuentes de su compañía, Amblin Entertainment, también comentaron que sus declaraciones se han sacado de contexto y se han tergiversado.

Eso sí, también apuntan a que Spielberg considera que los dueños de las cadenas de cine, como también los de las plataformas en streaming y de los estudios tradicionales, deben buscar un acuerdo común para proteger la experiencia artística cinematográfica. Es ahí donde parece que el cineasta está decepcionado con las grandes distribuidoras de salas, que no han querido negociar el período de exclusividad actual, establecido en 90 días.

Guerra abierta

AMC y Regal, las principales cadenas de cine estadounidenses, se negaron a distribuir Roma, la oscarizada película de Alfonso Cuarón, debido a que incumplía los 90 días de exclusividad en salas.

Cuando el filme del realizador mexicano fue nominado a diez premios Óscar, Spielberg se puso en contacto con los propietarios de ambas empresas para que distribuyeran la cinta de Cuarón en sus salas, obteniendo una negativa por respuesta.

Netflix logró finalmente exhibirla en cines de todo el mundo, empleando para ello su vasto presupuesto y una campaña de publicidad extenuante que The New York Times estimó en 25 millones de dólares.

Spielberg, por su parte, se embarcó en una campaña para promocionar Green Book (5 millones de dólares en promoción) frente a Roma, con el objetivo de que esta última no se llevara el Óscar a Mejor Película, como sucedió (la de Cuarón se llevó el galardón a Mejor Película, pero de habla extranjera).

También cabe destacar que las distribuidoras de cine ven con recelo las políticas de Netflix, que se niega a ofrecer los datos de taquilla en todo el mundo de las películas que estrena en salas, como Roma, que finalmente se llevó tres premios de la academia en la última edición de los Óscar: Mejor Director, Mejor Película de habla no inglesa y Mejor Fotografía.

Por otra parte, Spielberg no guarda malas relaciones con las plataformas de streaming. Es más, Amblin tiene varios proyectos para diversas plataformas, como una nueva ficción de Cuentos asombrosos para Apple; un reboot de Animaniacs para Hulu; Cortés y Moctezuma para Amazon y La maldición de Hill House para, precisamente, Netflix. Eso sí, hay que subrayar que todos son series de televisión.

En febrero, Netflix fue admitida como miembro de la Motion Pictures Association of America (MPAA), la asociación que reúne a las grandes productoras hollywoodienses.

La plataforma prepara uno de los grandes eventos cinematográficos de este 2019, The Irishman, el nuevo largometraje del director Martin Scorsese. A diferencia de lo ocurrido con Roma, parece que la plataforma ha cedido a las exigencias del cineasta, puesto que la cinta tendrá un auténtico estreno en salas y un período de exclusividad de 70 días. Está previsto que The Irishman se estrene a mediados de este año.

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