El diario plural del Zulia

Roberto Moll: "Los venezolanos no merecen lo que está pasando"

El artista interpretó a Cipriano Castro en La planta insolente (2017). Participó en telenovelas como Leonela y La mujer de Judas

Su rostro estuvo en las telenovelas más importantes de Venezuela en los últimos 30 años. Cristal, Abigail, El desprecio, Por estas calles, Kassandra, Leonela, La mujer de Judas y Reina de corazones son solo algunas de las destacadas producciones de las que Roberto Moll formó parte. Con su trabajo, el actor de televisión, teatro y cine, se ganó el reconocimiento y el afecto del público venezolano amante de los dramáticos.

El artista, que desarrolló su carrera en Venezuela, se encuentra viviendo en su país de origen, Perú, desde hace aproximadamente cinco años. Desde allí, y durante un acto en el Teatro Municipal de Lima, Moll conversó sobre sus sentimientos y sus deseos hacia este país.

“Como saben, soy peruano por nacimiento, pero venezolano por convicción desde el mismo momento en que llegué a esa tierra hermosa, aquel 10 de agosto de 1976. Tengo la doble nacionalidad y desde hace cuatro o cinco años he sido traído a Perú por productores de telenovelas y obras de teatro. Nunca he perdido la continuidad laboral en mi país de origen”, dijo.

Moll, quien viene de saborear el éxito en Venezuela tras la proyección de La planta insolente, cinta de Román Chalbaud en la que interpretó a Cipriano Castro, está en Lima atendiendo una invitación de América TV para encarnar al villano de la telenovela musical Cumbia pop, de gran audiencia entre los peruanos. El próximo 13 de abril estrenará en el Teatro Ricardo Blume la pieza La música, adaptación del productor Mateo Chiarella, y luego asumirá un par de compromisos más para completar el año frente al Océano Pací- co: el montaje de una obra de García Lorca y la personi cación de Winston Churchill en el Teatro Británico.

“Será un año muy fuerte en el ámbito laboral. Agradezco a Dios por encontrarme bien de salud a mis 70 años”, con esa el avezado histrión, cuya voz se quiebra ante las inevitables preguntas sobre la situación actual de Venezuela. “Amo a Venezuela, amo a los venezolanos”. El actor fue criticado en 2008 por llorar en los brazos del exmandatario Hugo Chávez, luego de la presentación de la obra sobre el expresidente chileno Salvador Allende.

— ¿Volverá a Venezuela en lo que resta de año?

—Me gustaría regresar en las próximas navidades, luego de cumplir con los compromisos laborales en Lima. Me lo he prometido a mí mismo. Tengo muchos grandes amigos que me invitan a volver. Como uno no sabe lo que sucederá mañana, lo que simplemente estoy expresando son deseos. Pero soy muy optimista. Pienso que en Latinoamérica está todo muy revuelto actualmente. Lamentablemente, debemos entender que unas pocas familias se están adueñando del planeta Tierra y causan desastres. Le digo al pueblo, a los venezolanos de a pie, que debemos ser optimistas. Los venezolanos no merecen lo que está pasando. Todo se va a arreglar.

— ¿Qué le queda en nuestro país?

—Dejé muchas cosas, pues Venezuela me ha dado todo: una hija maravillosa, Natasha, y unos amigos maravillosos con los que me “whatsapeo” todos los días. Venezuela me dio la oportunidad de ser primer actor en una agrupación teatral muy respetada en toda Latinoamérica, Rajatabla, y de participar con ella en más de 20 montajes en 32 países del mundo. RCTV me permitió hacer más de 20 telenovelas durante todos mis años de trayectoria en ese canal.

— ¿Ora por Venezuela?

—Todos los días le pido a Dios que le dé luz y cordura a los dirigentes del país, para que podamos vivir en paz y prosperidad. Los seres humanos son más importantes que la política, el poder y el dinero. Nosotros no nos vamos a quedar eternamente aquí… Somos pasajeros de esta nave que ota en el espacio y tenemos el derecho de pasar nuestra breve existencia en paz, en armonía, con inteligencia. No nos debemos dejar llevar por el animal que tenemos dentro, sino aplacar a la bestia y volvernos seres humanos.

— ¿Cuál debe ser, a su juicio, el compromiso actual de los artistas venezolanos con el país?

— Hablar muy bien de Venezuela, siempre, donde estemos. Hablar muy bien de ese pueblo maravilloso, trabajador, humilde, sincero y rebelde, y también hacer votos en nuestras oraciones para que vuelva la racionalidad a la mente de los dirigentes, sin perder el optimismo. Debemos estar agradecidos por lo que hemos recibido en esa tierra de gracia, donde me enseñaron cosas valiosas. Los amo entrañablemente, con mucha gratitud.

— ¿Cómo deberían ser recibidos los venezolanos en Perú?

—Con los brazos abiertos. Venezuela recibió siempre a gente de todas las nacionalidades sin pedir nada a cambio. Es una obligación de los peruanos abrirle la puerta a los venezolanos, ayudarlos en lo que sea. Y me alegra saber que los peruanos se den cuenta que tratan a gente muy valiosa, profesional. Perú es un gran país que necesita de los venezolanos.

Lea también
Comentarios
Cargando...