El diario plural del Zulia

Proyectan película sobre romance del último zar pese a denuncias judiciales

Tanto la Iglesia Ortodoxa Rusa como la Casa Imperial rusa consideran una "blasfemia" hablar con tanta ligereza sobre ciertos aspectos de la vida del último zar -para ellos escabrosos

La película "Matilda", que narra la relación prematrimonial entre Nicolás II y una famosa bailarina, fue mostrada hoy por vez primera al público pese a las denuncias judiciales de que la cinta profana la memoria del último zar y santo.

"Fíjese, las salas llenas, las entradas agotadas en apenas unas horas (...), lo más importante es que entre los que salen no hay nadie indiferente", dijo Alexéi Uchitel, director de la película, a la prensa local.

Uchitel decidió organizar un preestreno de "Matilda" en varios cines de Vladivostok, donde las autoridades adoptaron estrictas medidas de seguridad para evitar incidentes ante la agria controversia causada por su argumento.

De hecho, Uchitel denunció que dos automóviles aparcados frente a la oficina de su abogado fueron incendiados hoy en Moscú por unos vándalos, ataque que vinculó con el preestreno.

La cinta también debía ser mostrada en un cine de Moscú, pero el acto tuvo que ser aplazado por motivos técnicos, al parecer debido a que la cinta no llegó a tiempo desde Vladivostok.

Además, hoy comenzó la venta de entradas para el estreno de la cinta en todo el país, el 26 de octubre, con ocasión del centenario de la Revolución Bolchevique, según el calendario antiguo.

El domingo se supo que la viuda del sobrino de Nicolás II, Olga Kulikóvskaya-Románova, presentó una querella en defensa del honor contra el estudio de Uchitel en un tribunal de San Petersburgo.

Además, la diputada Natalia Poklónskaya, enemiga acérrima de la película, amenazó el fin de semana al director con nuevas demandas judiciales para evitar por todos los medios el estreno de "Matilda".

"Quiero advertir a Uchitel contra pasos precipitados que pueden no sólo ultrajar los sentimientos religiosos de cientos de miles de personas, sino, de hecho, violar sus derechos", aseguró.

Poklónskaya sorprendió a propios y extraños en la marcha en honor a los caídos en la Segunda Guerra Mundial en mayo de 2016 con un icono de Nicolás II.

"Rusia es presentada en la película como un país de ahorcamientos, alcoholismo y lujuria", reza la denuncia judicial de la diputada.

En su momento, el Ministerio de Cultura de Rusia autorizó la proyección en las salas de cine de "Matilda" y el presidente, Vladímir Putin, negó que se vaya a prohibir la película, como exige la diputada y grupos de ortodoxos radicales, que han proferido amenazas contra los distribuidores de la obra.

Tanto la Iglesia Ortodoxa Rusa como la Casa Imperial rusa consideran una "blasfemia" hablar con tanta ligereza sobre ciertos aspectos de la vida del último zar -para ellos escabrosos-, santificado en 2000.

En su momento, un grupo de cineastas rusos firmaron una carta abierta en la que criticaron los intentos de censurar la película como ocurría en tiempos soviéticos.

Matilda" toma el título de la bailarina Matilda Kshesínskaya, de origen polaco, estrella del teatro Marínski de San Petersburgo a finales del siglo XIX, quien mantuvo una corta pero apasionada relación con el zar entre 1892 y 1894.

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