¿Por qué usamos redes sociales?
Las publicaciones e historias se magnificaron tanto que, en la actualidad, todo puede ser información pública; desde fotos personales, alimentos, viajes, eventos, hasta la exposición de parejas, sexo y declaraciones de amor. Todo dato puede ser publicable, a algún usuario le interesará y su importancia será reflejada en “me gustas”, cuantos más se tengan mayor incidencia tuvo la información.ark Zuckerberg, el creador de Facebook, es el gran artífice de este fenómeno de exposición pública de datos, a los que, obviamente, se le sumaron Kevin Systrom (Instagram), Jack Dorsey, Evan Williams, Noah Glass y Biz Stone (Twitter). En realidad, este joven consiguió lo que nadie había logrado nunca en la historia: que las personas, por voluntad propia, regalen sus datos.
Pretender ignorarlas ya no es una opción para los inmigrantes digitales, mientras que para los nativos está en el ADN. Ahora bien, existen cinco elementos principales por los cuales los jóvenes en Maracaibo, Zulia, deciden usarlas, que son: el ego, el chance, el chisme, el alarde y la complacencia social.
Ruleta emocional
El ego es una característica humana radicada en la psiquis que, bien encaminada, puede traer consecuencias ventajosas en las personas, sin embargo, cuando pierde su norte y presenta una orientación difusa, su sentido se vuelve con complejo de superioridad. Y, es en este desbalance, donde se encuentra uno de los factores por el que los maracaiberos usan las redes.
Freidalí Pimentel, usuaria medianamente activa, comenta que los internautas muy activos tienen mucha dependencia de la opinión pública, se preocupan mucho por su apariencia, tienen poca confianza y están desesperados por tener reconocimiento entre sus seguidores, afirmó de acuerdo a las características que observa durante la interacción que mantiene con sus seguidores.
No es difícil percibir los cambios anímicos que va sufriendo el consumidor, debido a que los sentimientos son desencadenantes de emociones, y el usuario activo tiene la capacidad de atravesar distintos estadios emocionales durante el uso de estos sitios. El ego se ve trastocado cuando al publicar una foto recibe pocos “me gusta”, lo cual le ocasiona depresión, vulnerabilidad y frustración, en consecuencia, el usuario comienza a sentir rivalidad hacia sus seguidos.
Y, es en este último estadío del ego, que las personas publican informaciones alardeando de lo que se tiene, de alguna forma esto les permite congraciarse; sentirse mejor y les da una falsa satisfacción. En otros casos, los usuarios necesitan jugar al “castillo más grande”, es decir, van redoblando la apuesta de los que considera rivales.
“Si se tiene un seguidor con estas características, notarás que si publicas una foto de tu cena y se ve bonita, él mañana publicará una cena bonita y surtida. Es su mecanismo de defender un autoestima baja”, explicó Paola Álvarez, estudiante de orientación.
Complacencia colectiva
En este sentido, el otro elemento que estimula al cerebro a usar las RR. SS. es la complacencia social. Ya se explicó que, el ego malo conduce a aladear por la baja estima que produce la frustración de tener pocos likes, pues bien, la complacencia social es el lado opuesto de la moneda.
En este sitio ubicamos a todos los jóvenes que han tirado un beso en una foto ¿quién no lo ha hecho? Todos. Bueno de eso se trata. Las tendencias acarrean a que todos los internautas formen parte de un colectivo, es decir, alienándose.
Los usuarios terminan apegándose a un evento que no les produce malestar pero tampoco satisfacción, lo hacen por inercia. Ven a los usuarios que sigue hacerlo y el también lo hace, y así sucesivamente; este accionar mas allá de que emocionalmente no tenga ni ventajas ni desventajas, evidencia el inducimiento que puede tener las redes sociales en las masas.
Chismosos
Finalmente, los otros dos factores que motivan a usar estas páginas de “conexión” social, es el morbo de conocer los detalles de la vida privada de las otras personas. ¿Cree que fue casual la aparición del video porno de Kim Kardashian con su ex? Por supuesto que no. Lo que ocurre es que cada vez, el ser humano esta perdiendo más el límite de lo que interesa a nivel social y, no solo porque el sexo venda, produce varios miles de dólares también que la “filtración” coincida con el estreno de temporada de su reality show.
En este sentido se podrían explicar muchos casos más y de mayor gravedad, no solo prensa rosa; sin embargo, lo importante es que el ejemplo sea capaz de orientar el sentido del tema. Yalimar Chinchilla, usuaria de media actives, señala que usa redes sociales para chismear y estar informada sobre los aconteceres más importantes del día.
Por su parte, Betania Abreu, una internauta completamente activa, comenta que este nuevo sistema de expansión de información permite a las personas observar otras situaciones que se dan en cualquier evento o lugar y, a los cuales anterior a las redes no tenía acceso, “las redes erradican el chisme, porque todo se sabe”, argumentó.
En este punto, todos los encuestados coincidieron en el mismo orden de ideas que Chinchilla, las usan por interés sobre la vida privada de los otros internautas y la posibilidad de compararse con otros, de modo que se va repitiendo los engranajes de la cadena.
¿Por qué llegan solicitudes de extraños?
Las redes nos permiten sentirnos bien y eso atrae más que a las avispas la miel. El hecho de estar ocultos detrás de una pantalla y permitir que vean solo nuestro mejor perfil, genera confianza en la persona y les permite ser capaz de querer conquistar constantemente, tanto hombres como mujeres, por esta razón algunos usuarios usan RR. SS. y, por esta misma causa, te llegan solicitudes de seguimiento de perfiles que desconocen.
Es una práctica común para conciliar con los futuros prospectos de parejas pero, también están los que solo buscan sexo casual, no todos son románticos empedernidos, otros buscan personas para sextear (mecanismo de congeniar sexualmente con otras personas a través de mensajes sexuales).
“La uso para conseguir citas, también, solo que no he conseguido un buen partido”, señaló Yessika Villalobos, usuaria insatisfecha, añadió que estas plataformas pueden ser un buen sitio de encuentros siempre y cuando tengas activos tus propios filtros, “anda mucho loco oculto, debes saber con quien establecer confianza”; apuntó que nunca ha tenido una mala experiencia pero es muy cuidadosa.
Como este mundo no es real pero sí lleva a experiencias reales, los navegantes eligen con quien codearse y cómo hacerlo, de manera que solo quede abierta la posibilidad de atraer a las probabilidades que quieres. Podría decirse que en este punto, cada quien obtiene lo que en realidad busca en Whatsapp, Facebook, Instagram y Twitter.
Consecuencia: sociedad “Phubbing”
En definitiva, usan las redes sociales porque les hacen sentir bien, sin embargo, con estos usos que se le dan, los usuarios poco a poco están cavando una tumba social, sin ser apocalípticos.
Una sociedad “phubbing” es el contexto ordinario en el que se desarrollan los eventos sociales en la actualidad; todos mirando el teléfono, posiblemente conversando a través de Whatsapp o dándole me gusta a alguien que publicó una foto de dicho evento. ¿Perciben que se acabaron las risas o las asperezas con las personas que te rodean? Se debe a que eliges lo que existe y lo que no; sino las aceptas como “amigo” en Facebook o si no se siguen en Instragram o Twitter.
José Gonzalez, usuario medianamente activo, comenta que la gente suele ser “idiota”, sin ofender, pero están en el lugar y prefieren vivir la experiencia a través de las historias que publican otros. “Entretiene sí, pero divierte muchos más el accionar”, dijo e hizo hincapié en que esto ocurre mucho más en los jóvenes que en los adultos.
La sicóloga María Gómez comenta que las personas sanas no tienen problemas a gran escala, es decir, más allá de ser maleducados con su círculo social, “es un acto inofensivo en ellos”. Sin embargo, para los ciberadictos, esta conducta sí representa un error grave, debido a que están agudizando su adicción. Expresó que, lamentablemente, en Venezuela no existen instituciones que se encarguen de brindar ayuda pública a estos adictos, por lo que clínicamente se evalúa a la adicción con ligereza.
No se pretende alarmar a la sociedad, no obstante, si este fenómeno sigue con tanto ahínco, en el futuro próximo no existirá la inmediatez real durante los encuentros sociales, solo la cibernética. “Tendremos que esperar tres ´me gusta´ antes de obtener una respuesta de nuestro acompañante”, así lo afirmó Ángela Medina, sociólogo.
*Es necesario aclarar que el término “phubbing” es un anglicismo que no está legítimamente aceptado por la Real Academia Española (Rae) y, que este proviene de la combinación de las palabras inglesas “phone” (teléfono) y “snubbing” (desairar); la cual se emplea para denominar a las personas que desaíran a otras por estar pendientes de su teléfono.