Palomo Spain, potente fiesta de prendas "ambiciosas" y "digeribles"
El desfile de Palomo Spain se llevó hoy todo el protagonismo de la primera jornada de la pasarela Fashion Week Madrid en el que ofreció un recital de luz y color con propuestas masculinas que rompen moldes, eso sí "más digeribles" que en colecciones anteriores.
Alejandro Gómez Palomo, más conocido como Palomo Spain, ha presentó en un céntrico hotel madrileño su colección primavera-verano 2018, una serie de prendas más "comprensibles y también digeribles", explicó a Efe.
Un ejercicio que le ha permitido acercarse más al público masculino. "Brindo la oportunidad de observar este desfile masculino con el mismo interés que si fuera femenino", señaló este joven diseñador nacido en 1992 en Posadas (Córdoba, sur).
En menos de dos años y cinco colecciones, Palomo Spain ha traspasado los límites convencionales del género masculino y ha propuesto prendas ideadas para un hombre que a priori resultan tan femeninas que mujeres como Beyonce las eligen para un día especial como la presentación de sus primeros bebés. "Espero que esta revolución se vea en la calle", dice.
La colección "Hotel Palomo", con 68 salidas, propone prendas que visten al hombre desde que sale de la cama hasta que se acuesta. Así se disfrutan vestidos confeccionados con sábanas, vaporosas batas o confortables trajes de felpa níveos.
Por primera vez, Palomo Spain trabaja el punto y lo hace en prendas ideadas para el día, para esos chicos que disfrutan la vida viajando de un lado a otro con prendas cómodas como monos con chalecos largos.
Los tejidos más fluidos y los estampados más fuertes con flores de terciopelo y cadenas doradas las utiliza para confeccionar modelos de tarde, esos vistosos estilismos que invitan a trasnochar.
Los flecos de cristal, las lentejuelas y la pedrería se instalan en la noche, un tiovivo de luz y color que animan a bailar, cantar y saltar. "Es mi colección más ambiciosa", desvela este diseñador que aún no se ha detenido a analizar el éxito que está cosechando.
Aunque sueña con ser un modisto reconocido en todo el mundo, en dejar huella en la moda, en ser "maestro" de otros, Palomo Spain se centra en afianzar su marca que hoy en día vende en Nueva York, Los Ángeles, Japón o París. "Lo más difícil es establecer los cimientos", asegura este diseñador que admira a Balenciaga, Galliano y Karl Lagerfeld.
Desde su taller ubicado en su pueblo natal, Palomo Spain elabora sus "palomos", prendas con esencia andaluza, en las que el volante tiene su lugar. "Bebo de lo que me rodea, de los colores y de la alegría de mi tierra, no me puedo despegar de ello, forman parte de mi ADN", asegura el diseñador quien ha exhibido un manojo de piezas femeninas.
No tiene miedo a ser flor de un día, "estoy al principio de mi carrera", reconoce Palomo Spain, quien trabaja a diario para no perder su esencia que quisieran arrebatar los varios centenares de invitados, lo más granado de la moda y de la sociedad española, como el cineasta Pedro Almodóvar.
Nadie se quería perder a Palomo, el "nuevo chico mimado de la moda", ni siquiera Lindsay Lohan, que pudo ver el desfile que se convirtió en una divertida fiesta a la que también estaba invitada Rossy de Palma. El colofón, un vestido de novia etéreo de transparencias y plumas y un clamoroso aplauso con vítores y gritos de pasión.
Y de lo más joven a lo más consagrando. Con mucho tesón, confecciona prendas Roberto Verino, quien con 35 años de experiencia presentó una de sus mejores colecciones, una serie de prendas atemporales, "clásicos imperecederos" teñidos en colores tan atractivos como el negro, gris y camel, tonos que se salpican con pinceladas rojas y beiges.
Miguel Becer, al frente de la fima Manémané, defendió una colección joven y moderna que se sustenta en la tradición, mientras que Chromosome Residence, la firma de Rafael Bodgar, un joven de 26 años que está dando un giro a la tradición textil española, apostó por la ropa "sin género" y por prendas que destacan por su "atrevimiento".
