El diario plural del Zulia

"No me quiero lucrar con esto, sólo busco ayudar a mi pueblo"

La colección está inspirada en quienes arriesgan la vida durante las manifestaciones contra el gobierno venezolano

Nacida en los Estados Unidos pero criada en su totalidad en nuestra hermosa Venezuela, Lisu Vega se autoproclama 100 % venezolana pero sobre todo 100 % maracucha.

Esta diseñadora de modas que utiliza las telas orgánicas en sus diseños, asegura que el estar fuera de su país no le hace ignorar lo que sucede en Venezuela. Es por ello que, a finales del pasado mes de junio, lanzó en el evento Raw Artists en la ciudad de Miami, su más reciente proyecto llamado Resistencia, al que ella misma describe como un proyecto de Arte-Moda-Protesta.

En entrevista vía telefónica, aseguró que la inspiración la encuentra en las cosas que la rodean. Sus piezas cuentan historias relacionadas a cada momento de su vida.

Su última visita a nuestro país, en septiembre del año pasado, la inspiró a crear el proyecto Resistencia, el cual asegura, es su manera de alzar su voz contra la situación política y social que atraviesa el país.

“Comencé a principios de año a investigar sobre un proyecto que tenía pensado hacer y que en ese momento no se llamaba resistencia. Era un proyecto inspirado en la situación que se estaba viviendo en Venezuela, como lo eran los índices de violencia, desnutrición infantil, todo eso que me impresionó muchísimo durante mi última visita al país. Luego entre enero y abril, cuando arrancan las marchas, mientras investigaba llegué a ver muchas imágenes que se hicieron virales en las redes y recopilé aquellas que me recordaban alguna emoción que viví cuando fui el año pasado. Entonces decidí crear esta propuesta de Arte-Moda-Protesta” explica.

Para este proyecto compuesto por 12 piezas que reflejan la situación vivida en el país, Vega se propuso explorar en sus textiles, composiciones gráficas con imágenes, símbolos y cifras descarnadas de
las carencias, e injusticias que se viven en Venezuela, en una indumentaria-tributo a los jóvenes venezolanos que reclaman en las calles un país mejor y a los fotógrafos que han registrado las protestas más violentas y cuyas instantáneas la artista se apropia para crear.

Sin fines de lucro

Resistencia pertenece a la colección privada de Lisu Vega y no está a la venta. La diseñadora pretende donarlo a una fundación que utilice el 100 % de las ganancias para el pueblo venezolano.

“Yo entregaría todas esas piezas a esa fundación para que ese dinero se done a los más necesitados. No me quiero lucrar con esto, quiero ayudar a mi pueblo”, aclara Vega.

 

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