Leaud, un mito del cine, cierra la competición oficial de San Sebastián
Un mito del cine de autor, el actor e hijo simbólico de Truffaut, Jean Pierre Leaud, puso hoy punto final a las proyecciones de la sección oficial en San Sebastián con "Le lion est mort ce soir", un filme de Nobuhiro Suwa que reivindica el cine libre y puro, como un juego de niños.
Esta película y la alemana "El capitán", Robert Schwentke, centrada en la degradación moral del ser humano en situaciones extremas, fueron las encargadas hoy de finalizar la presentación de los 18 largometrajes que compiten por la Concha de Oro de la 65 edición del festival, que mañana anunciará su palmarés.
En el caso de "Le lion est mort ce soir", se trata de una historia rodada en el sur de Francia y que cuenta cómo un actor septuagenario (Leaud) obsesionado con la muerte se instala unos días en una casa abandonada, donde en otro tiempo vivió el amor de su vida, Juliette.
Allí recibe la visita de un grupo de niños, aprendices de cineastas, empeñados en rodar una cinta de terror casera.
"La muerte está muy presente en la trama y aparece de diversas formas", admitió tras la proyección Suwa, que quiso "utilizarla para reflejar la alegría de vivir y la hermosura de la vida".
Suwa y Leaud se conocieron hace cinco años en un festival en Francia. El protagonista de "Los 400 golpes" considera al japonés un digno heredero de Jean-Luc Godard, según dijo en una rueda de prensa que por momentos convirtió en un monólogo.
Leaud explicó que el título de la película corresponde a una canción que le cantó a Suwa en uno de sus encuentros, como hace el protagonista del filme. No es su única aportación al personaje, ya que algunos de sus diálogos los extrajo de un viejo guion de su padre, el cineasta Pierre Leaud.
"Me he convertido en medium de mi padre físico, porque mi padre simbólico es Truffaut", señaló el actor, de 73 años.
Una historia muy diferente a la que plantea "El capitán", que regresa a un tema muy recurrente en el cine, el de los crímenes cometidos por los alemanes en la II Guerra Mundial, pero con la diferencia de que se centra en lo que hicieron contra ellos mismos.
Schwentke sitúa al espectador en abril de 1945, en los últimos días de la guerra, cuando las deserciones del ejercito nazi eran habituales y los saqueos a la población civil también y lo hace en un expresivo blanco y negro.
El protagonista, interpretado por el actor suizo Max Hubacher, es un joven desertor que, tras salvar milagrosamente la vida, encuentra una maleta con un uniforme de capitán de la aviación alemana, que utiliza para hacerse pasar por oficial.
El realizador, autor de filmes como "Red" (2010) o la saga "Insurgent", ha regresado de Hollywood a su país para rodar esta película, gran parte de la cual se desarrolla en un campamento de trabajo donde están recluidos desertores y ladrones, y donde emerge una brutalidad aterradora.
Inspirada en hechos reales, el director juega a la ambigüedad ya que aunque ese falso capitán es una figura histórica, hay pocos testimonios fiables sobre lo que pasó.
"No hay nada en su pasado que justifique en lo que se convirtió", dijo Schwentke, que señaló que no tiene "una respuesta del porqué de esa propensión a la crueldad, salvo que es un ser humano que se quiere alimentar".
"Pero cada vez entiendo menos y cuanto más me documento, menos entiendo", agregó.
Con estas dos películas se cierra una competición oficial de San Sebastián en la que ha habido una casi total ausencia de estrellas, con la excepción de James Franco, director y protagonista de "The Disastre Artist", una de las propuestas que más ha gustado.
Mucho cine dirigido o centrado en mujeres -"Alanis", de la argentina Anahí Berneri, "Beyond Words", de la polaca Urszula Antoniak, o "Licht", de la austríaca Barbara Albert-, historias muy duras, como la griega "Love me not", o intensas, como la rumana "Pororoca".
Y pocos favoritos para una Concha de Oro que entregará un jurado presidido por John Malkovich.
