El diario plural del Zulia

Fats Domino, el pianista travieso y pionero del rock and roll

Fats Domino tuvo su época de gloria bajo el paraguas de la compañía Imperial Records, con la que editaría su primer disco de larga duración "Carry on Rockin'" (1955)

El inconfundible sonido travieso y vivaracho de su piano, sus tremendos éxitos en los años 50 y su capacidad para popularizar la herencia musical de Nueva Orleans sitúan a Fats Domino como uno de los más brillantes y singulares pioneros del rock and roll.

Con 65 millones de discos vendidos en total y a la altura, por influencia y éxito, de otros precursores del rock como Chuck Berry, Jerry Lee Lewis, el responsable de joyas como "Ain't That A Shame" y "Blueberry Hill" tuvo una vida mucho más apacible y calmada que la de sus compañeros de generación y siempre se resistió a dejar su amada Nueva Orleans, donde finalmente murió este martes a los 89 años.

Nacido en la cuna del jazz el 26 de febrero de 1928, Antoine Domino tenía antecedentes musicales en su familia de raíces criollas: su padre era violinista y su cuñado tocaba la guitarra.

Siendo un adolescente fue a la caza de oportunidades en los clubs y garitos de Nueva Orleans, donde por su destreza a las teclas se le puso el apodo Fats quizá como referencia al famoso pianista Fats Waller o tal vez como chiste sobre su peso ("fat", gordo en inglés).

Cuando Fats Domino se sentaba frente al piano brotaban, de una manera asombrosamente natural y espontánea, hechizos de todo tipo: esencias de rhythm and blues, ritmos contagiosos de boogie-woogie y huellas del omnipresente jazz de Nueva Orleans.

Con esa base y siempre acompañado por los floridos y elegantes arreglos de viento de su ciudad, Fats Domino dio forma a su característica y primitiva mirada al rock and roll, alejada del tono salvaje y acelerado de Chuck Berry pero que rápidamente alcanzó la fama y cuyo primer éxito fue el single "The Fat Man" (1949).

De la mano del trompetista, productor y compositor Dave Bartholomew, su gran compañero de aventuras musicales, Fats Domino tuvo su época de gloria bajo el paraguas de la compañía Imperial Records, con la que editaría su primer disco de larga duración "Carry on Rockin'" (1955).

Fats Domino se mantuvo muy fiel a su estilo, perfectamente reconocible en otras populares canciones como "Blue Monday" o "Walking to New Orleans" y con el que influyó en gigantes de la música como Elvis Presley y The Beatles ("Lady Madonna" fue una declarada prueba de amor al arte de Fats Domino).

Tras su paso triunfal por los años 50, la década siguiente traería la revolución del pop, la "invasión británica" y el ascenso del folk o la psicodelia, por lo que Fats Domino quedó en un discreto segundo plano sin hacer grandes esfuerzos por aferrarse a la fama o actualizar sus propuestas.

En 1968 editó el álbum "Fats is Back", que incluía dos versiones de The Beatles; y en las siguientes décadas siguió dando conciertos con esporádicas novedades discográficas.

Heredero de otros pianistas ilustres de Nueva Orleans como Professor Longhair, Fats Domino dejó su impronta en una rica cantera de maestros de las teclas en su ciudad como Dr. John o Allen Toussaint.

De aspecto bonachón y amigable y con la cara de quien no tiene maldad, Fats Domino se casó con Rosemary Domino, con quien vivió hasta su muerte en 2008 y con quien tuvo ocho hijos, todos ellos con nombres que empezaban por la letra a.

Cuando el huracán Katrina destrozó Nueva Orleans en 2005, varias informaciones dieron por desaparecido a Fats Domino, quien finalmente fue hallado sano y salvo en la ciudad, que ni pese a los desastres naturales estaba dispuesto a abandonar.

"No estaba muy nervioso (...). Tenía vino y un par de cervezas conmigo. Estaba bien", señaló a The New York Times acerca de su espera para ser rescatado.

Un año después lanzó el disco "Alive and Kickin'" y en 2007 se publicó el álbum tributo "Goin' Home", que incluía versiones de Fats Domino interpretadas por John Lennon, Tom Petty, Elton John, Randy Newman y Willie Nelson.

Fats Domino entró en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1986, obtuvo el Grammy honorífico en 1987 por toda su carrera y fue galardonado en 1999 con la medalla Nacional de las Artes que entrega el Gobierno de EE.UU., pero en ninguna de esas tres ocasiones acudió a esos homenajes como prueba de lo reacio que era a la exposición pública.

En cambio, sí hizo una pequeña excepción para la serie "Treme", el retrato televisivo de David Simon sobre Nueva Orleans y en la que apareció con un pequeño cameo cantando su legendaria canción "Blueberry Hill".

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