El diario plural del Zulia

Cineasta boricua logra enterrar "el odio a sus raíces" con "Latinegras"

"Latinegras" alude al "pasado oscuro" de la esclavitud y las "problemáticas" etimologías de expresiones como mulato o criollo

La directora puertorriqueña Omilani Alarcón retrata "la lucha de identidades" de mujeres con raíces latinas y afroamericanas en su documental "Latinegras", un proyecto con el que aprendió "a quererse sí misma" y que compite en el Festival de Cine de Miami.

"Llegué a tener odio de mis raíces. Cuando llegué a Miami fue muy difícil, la gente piensa que al ser latino tendría que ser tu casa, pero no fue así. Me rechazaron porque soy negra, pero mi cultura es diferente. Es doloroso rechazarte a ti misma", dice en entrevista con Efe la realizadora boricua.


En "Latinegras: The Journey of Self-Love Through an AfroLatina Lens", mujeres afrolatinas explican sus historias personales y profesionales para visibilizar su propia identidad, así como la evolución, "lenta pero constante", de su cultura a través de la historia.

Para mostrar esa realidad y combatir ese sentimiento de rechazo, Alarcón emprendió "un viaje" documental para "saber quién era", y buscó otras mujeres "que tenían la misma experiencia que ella".

Y las encontró. Mujeres panameñas, boricuas o cubanas protagonizan su debut cinematográfico, que se estrenó este fin de semana en Miami, para, a través de ellas, celebrar la "complejidad cultural y la importancia de quererse a sí mismo".

"Estas mujeres me enseñaron, a través de sus retos, historias y miedos, a amarme", confiesa.

A su juicio, la identidad es algo "que encontramos de diferentes maneras durante la vida", un aspecto que "siempre está cambiando", pero que le hizo "no estar cómoda dentro de su piel".


"Ser 'afrolatina' es un orgullo, pero a veces es como una mancha, como si no quisiera usar esta palabra. No me siento parte de ningún grupo. Cuando estoy en los Estados Unidos me dicen que no soy africana-americana, pero cuando me voy a Puerto Rico me dicen que no soy de allí tampoco", explica Alarcón.

Aunque empezó su carrera en televisión, encaró su vida a la música y a la poesía, aunque el proyecto "Latinegras", que empezó siendo una canción, le empujó a hacer un tráiler como tentativa a un futuro documental.

 

Sin embargo, los inicios del proyecto fueron complicados, recuerda la directora, que no tenía experiencia en producción audiovisual y emprendió el reportaje con su computadora y su celular.

No fue hasta que explicó su historia en primera persona cuando el documental "se empezó a abrir".

"Me vi obligada a participar en el documental, porque no encontraba a gente. Estamos escondidos. Al principio nadie me ayudó, pero a partir de aquí encontré gente que compartió su historia", detalla.

Y es que "Latinegras" es el inicio de la carrera cinematográfica que quiere forjar la directora, que empezó a estudiar cine a raíz del documental, y ya prepara sus futuras producciones, esta vez de ficción, aunque siempre enfocadas a reivindicar el papel de las "afrolatinas".

"No hay muchas mujeres directoras, y mucho menos 'afrolatinas'. Solo conozco a Gloria Rolando, de Cuba. Me gustaría representarlas a todas ellas", asegura.

Aunque Alarcón lamentó "las disputas que todavía hay entre mujeres de distintas razas", celebró la existencia de programas y telenovelas que "comienzan a tratar" la identidad "afrolatina", como "Azúcar", "La esclava blanca" o "Celia".

"Sí, existimos", reivindica la directora, que destaca figuras como la cantante Amara La Negra.

Asimismo, el documental reivindica exponentes "latinegras" como la cantante cubana Celia Cruz o la compositora afroperuana Victoria Santa Cruz, un término que se usa "como mínimo" desde los años 1970.

Por otro lado, "Latinegras" alude al "pasado oscuro" de la esclavitud y las "problemáticas" etimologías de expresiones como mulato o criollo.

"A veces las personas ven la esclavitud como algo negativo. Obviamente no es algo feliz, pero es lo que nos ha creado. Así como gente de la diáspora africana hoy", dice la cineasta boricua.

El documental opta a un premio de 10.000 dólares en la categoría Knight Made In Miami, que reconoce producciones realizadas en el sur de Florida "que muestren el orgullo de su comunidad".

Alarcón destacó la importancia de participar en el Festival de Cine de Miami para reivindicar alrededor del mundo esta identidad, "que está en todas partes".

 

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